Varios policías que intervinieron en los disturbios del pasado 31 de octubre en Logroño han confirmado la presencia del principal acusado en varios puntos de los altercados. Se dedicó a coordinar un grupo y “dar instrucciones” como líder. Uno de los agentes también ha declarado que mes y medio antes había habido una intervención con este acusado (13 de septiembre de 2020).
Una patrulla le pidió identificarse por encontrarse sin mascarilla de madrugada y “en actitud sospechosa” con un grupo de jóvenes. Entonces, se apoyó en el vehículo policial y dijo a sus amigos lo siguiente: “Dentro de dos meses voy a cambiar las cosas. Estos se van a enterar”. Por ello, al llegar a comisaría, el agente redactó un informe al respecto. Entonces había alerta 4 por terrorismo y asoció esta amenaza a un posible atentado yihadista.
Entre las fuertes protestas y gesticulaciones del acusado -el juez ha tenido que llamarle al orden-, el policía ha explicado que el joven es georgiano y estuvo desaparecido un tiempo de España. “Yo no sabía que dentro de dos meses iba a haber unos disturbios. Ese día, a mi compañero y a mí, nos pareció conveniente hacer una nota por yihadismo porque estábamos en alerta 4, la persona es georgiana y había habido atentados en Europa”.
“Podía haber estado entrenándose para hacer la yihad o no. Seguramente, no, pero aquel día lo consideramos conveniente”, ha señalado en su declaración, donde ha explicado que era un viejo conocido de la Policía Nacional por las numerosas veces en las que había sido detenido e identificado. De hecho, el 13 de septiembre no fue detenido porque, en ese momento, no lo consideraron “oportuno” para que “la cosa no llegara a mayores” pese a que les había faltado al respeto.
