La Rioja

Entre excusas y contradicciones sobre los disturbios de Logroño: “Una situación muy heavy”

Los acusados de disturbios por las restricciones niegan que causaran daños

Los ocho acusados de participar en los disturbios ocurridos el 31 de octubre de 2020 en el centro de Logroño, tras una protesta por las restricciones en la hostelería impuestas por el COVID-19, han negado que lanzasen objetos a la Policía ni que causaran daños en el mobiliario.

La Audiencia Provincial de Logroño ha acogido este lunes la primera jornada del juicio, que se prevé se prolongue hasta el próximo viernes, en el que ocho jóvenes se sientan en el banquillo con peticiones de la Fiscalía de penas de prisión de entre 5 y 15 años y medio, como presuntos autores de los delitos de desórdenes públicos, atentado a agentes, daños y robo con fuerza; mientras que las defensas piden su libre absolución.

El Ministerio Público exige a todos el pago conjunto de 32.711 euros por los daños que causaron en el mobiliario urbano y vehículos policiales; otros seis acusados deberán indemnizar con 8.675 euros a agentes de la Policía Nacional a los que causaron diversas lesiones; y también piden a seis de ellos que respondan con 21.600 euros por los daños que provocaron en un comercio textil asaltado.

Los disturbios se produjeron tras la concentración celebrada en el Paseo del Espolón de Logroño, convocada de manera informal a través de redes sociales y sin comunicación previa a la Delegación del Gobierno en La Rioja, para protestar por las restricciones en la hostelería con el fin de frenar la pandemia, en la que participaron unas 500 personas, de las que un grupo lanzó diversos objetos a la Policía Nacional.

En su declaración, el principal acusado, quien solo ha respondido a preguntas de su abogado, ha asegurado que él no estuvo en El Espolón y que solo se acercó a la tienda asaltada, donde había ya unas 40 personas, cogió un palo para golpear el cristal, aunque ya estaba “todo destrozado”; y ha insistido en que fue “partícipe”, pero no organizó nada.

Primera jornada del juicio por los disturbios de Logroño | Foto: Abel Alonso (EFE)

Este joven, quien se encuentra en prisión provisional desde noviembre de 2020 y se enfrenta a una petición de pena de 15 años y medio, ha indicado que llegó a autolesionarse con cortes en la cara “en señal de rabia e impotencia”, porque sostiene que él es “al que más están metiendo y el que menos ha hecho”.

Otro de los procesados ha dicho que padece un trastorno psiquiátrico y esos días no estaba bien y acudió solo a la protesta del Espolón, donde se encontró “una situación muy ‘heavy’ (fuerte)”, porque “muchísima gente lanzaba piedras, botellas, petardos, lo que pillaban, hasta alcantarillas” a los policías.

Ha recalcado que él no se dedicó “ni a molestar, ni a actuar”, solo “a ver” el tumulto y no hizo nada, aunque ha dicho que tiene “muchas lagunas”, porque por su mente “no pasaban ideas claras, solo delirios”; y ha explicado que se llevó unas zapatillas que estaban en un maniquí fuera de la tienda asaltada “antes de que las cogiese otro”.

La única chica de los ocho acusados ha explicado que es camarera y acudió la concentración a protestar por los cierres en la hostelería, como ya había hecho en otras ocasiones “de forma pacífica”, porque solo quería “seguir trabajando”.

Esa tarde, después de una estampida, acabó rodeada de gente que agredía a la Policía, “en el bando equivocado”, pero ha subrayado que en ningún momento lanzó objetos a los agentes, incluso apartó trozos de una botella hacia la calzada para evitar daños y movió un contenedor para protegerse.

Otro joven ha dicho que él volvía a pie del barrio de La Cava sobre las once de la noche cuando ya había acabado todo y se encontró un pantalón en una papelera, que cogió, y cuando la policía le paró por incumplir el toque de queda, encontraron esta prenda escondida bajo su cazadora y lo detuvieron.

Primera jornada del juicio por los disturbios de Logroño | Foto: Abel Alonso (EFE)

Uno de los encausados también ha dicho que se encontró dos pantalones con etiqueta bajo un árbol, los cogió y cuando le pararon dos agentes “de la secreta” se puso nervioso y echó a correr, pero ha asegurado que no participó en el asalto a la tienda ni se ha reconocido en unas imágenes que se han visionado en el juicio.

Un joven que acudió a la concentración porque pensó que “era legal y pacífica” ha dicho que se retiró del Espolón cuando vio que tiraban objetos a la Policía y, cuando observó el asalto a la tienda, “por un impulso”, cogió una riñonera, de lo que ha insistido que se arrepiente mucho de su “mala cabeza”.

Otro de los acusados ha declarado que esa noche él no estuvo en Espolón y durmió en su casa; y otro que se encontró los tumultos ya desplazados desde El Espolón hacia Vara de Rey, pero no participó lanzando objetos y cogió una gorra roja de la tienda asaltada, que se encontró en el suelo “sin precio ni etiqueta”

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