Universidad de La Rioja

La Universidad de La Rioja da la bienvenida al curso “de la ilusión”

La presidenta del Gobierno de La Rioja, Concha Andreu, ha participado este martes en el acto de apertura del curso académico 2021-2022 de la Universidad de La Rioja, desarrollado en el Auditorio del Ayuntamiento de Logroño, y al que también han acudido el consejero de Desarrollo Autonómico, José Ángel Lacalzada, la directora general de Universidad y Política Científica, Pilar Vargas, y la directora general de Reindustrialización, Innovación e Internacionalización, Nathalie Beaucourt.

Durante su intervención ante las autoridades presentes y tras el discurso del rector de la Universidad de La Rioja, Juan Carlos Ayala, la presidenta Andreu haexpresaado lo “gratificante” que le resulta participar en cualquier acto de la Universidad de La Rioja, pero “en esta ocasión, he de confesar que esta apertura formal de curso, que habéis conseguido que sea presencial, me hace una especial ilusión. Por ello es que quiero comenzar esta intervención agradeciendo el inmenso trabajo que todo el personal de la Universidad ha llevado a cabo para que la vuelta a las aulas sea una realidad. Desde los profesores hasta el personal de limpieza, pasando por los camareros de las cafeterías y por el personal administrativo, todos y cada uno de los miembros de esta universidad tiene un mérito que quiero reconocer públicamente”.

En su discurso, la presidenta del Gobierno ha señalado que “volver a las aulas y reducir la brecha generada por el modelo a distancia que perjudicaba, sobre todo, al alumnado de familias con menos recursos, no es que fuera importante, era fundamental” y ha incidido en la que la etapa universitaria “es aprender, sin duda, pero también es madurar, hacerse responsable, socializar, tejer una red de contactos, ganar en autonomía, desarrollar nuevas competencias, nuevos intereses, participar en charlas, en asociaciones, en fiestas, en actividades deportivas… es una experiencia integral de crecimiento personal y social que la pandemia no permitía desplegar en toda su amplitud”.

Por este motivo, Andreu ha detallado que la apuesta del Gobierno de La Rioja por impulsar de manera decidida la educación como motor de progreso “lo es también por un modelo educativo inclusivo que garantice la cohesión social y la igualdad de oportunidades. Por eso, haber sido capaces de no interrumpir, en la medida de lo posible, el desarrollo, no sólo académico, de las próximas generaciones que impulsarán nuestra Comunidad Autónoma es la mejor garantía de que La Rioja vencerá también a la pandemia en el futuro. Y, también por eso, esta vuelta a las aulas es tan beneficiosa como satisfactoria”.

De hecho, y como muestra del cumplimiento de este compromiso con la inversión en educación pública, el Gobierno de La Rioja ha aumentado la dotación presupuestaria para la Universidad de La Rioja hasta los 41,88 millones de euros recogido en los presupuestos 2022. Lo que supone que, desde 2019, el Gobierno de La Rioja ha incrementado la dotación presupuestaria de la Universidad de La Rioja más de 6,5 millones de euros, lo que supone un 18 por ciento más.

Y es que, para el Ejecutivo regional, impulsar las políticas que facilitan el acceso a la educación superior suponen una apuesta firme por un elemento de conocimiento y recurso productivo imprescindible. Porque sin duda resulta un medio para contar con capital humano con alto nivel de cualificación para afrontar los retos sociales y económicos a los que se enfrenta La Rioja, en el presente y el futuro más inmediato, a través de la promoción de la investigación y la divulgación científica como elementos de mejora permanente de la sociedad y de la fijación de población joven y formada en la región.

Tras hacer referencia a la ‘Teoría de la Justicia’ de Jhon Rawls que mantenía que “la distribución natural no es justa ni injusta, como tampoco es injusto que las personas nazcan en una determinada posición social. Estos son hechos meramente naturales. Lo que puede ser justo o injusto es el modo en que las instituciones actúan respecto a estos hechos”, la presidenta Andreu ha señalado que “este Gobierno es consciente de una realidad; y es que facilitar el acceso a la universidad de todos los alumnos en igualdad de condiciones no es algo que dependa, únicamente, de las condiciones concretas de dicho acceso a la etapa académica. Podemos ampliar el presupuesto y los beneficiarios de las becas de estudios por razón de renta familiar, que lo hemos hecho”.

“Podemos ampliar el presupuesto y los beneficiarios de becas de movilidad para el alumnado que requiera desplazamiento, que lo hemos hecho. Podemos reducir el precio de los créditos para reducir las barreras económicas de acceso a esta etapa, que lo hemos hecho. Pero sabemos que la clave para facilitar el acceso a la universidad sigue estando en las etapas educativas previas y en mejorar las condiciones socioeconómicas de las familias del alumnado. Ahí es donde estamos poniendo todos nuestros esfuerzos”, ha apuntado. Y es que para la presidenta del Gobierno de La Rioja “el desafío es grande pero la recompensa lo merece; una sociedad futura capaz de remover los obstáculos que le impiden aprovechar todo el potencial del recurso más preciado que tiene a su disposición: el talento de las personas”.

Para terminar, Andreu ha reconocido la gran labor de los docentes y de las personas congregadas en el acto de apertura del curso académico 2021-2022 de la Universidad de La Rioja como “personas que sois vanguardia y que abrís el camino, con un esfuerzo generalmente poco valorado y reconocido, hacia las respuestas de los retos que afrontamos como sociedad. Retos como la propia pandemia, pero también el cambio climático, la baja natalidad, la escasez de recursos hídricos, la pérdida de biodiversidad, el envejecimiento de la población, la transición energética y la escasez de combustibles fósiles, la sostenibilidad de nuestro Estado de Bienestar, el avance de la desertización en muchas zonas antes fértiles… todos esos desafíos han de ser enfrentados desde el método científico y la evidencia. Desde el rigor. Desde la complejidad. Desde la serenidad necesaria para entender que la ciencia no está para dar las respuestas que deseamos cuando las deseamos. Pero también desde la confianza que da saber que la Humanidad no tiene otro camino, por tortuoso que a veces sea, más honesto y efectivo para hacerse preguntas y tratar de alcanzar respuestas y certezas”. Además, ha querido pedirles que “disfrutéis muchísimo de este curso. De todo lo que implica la presencialidad. De investigar codo con codo y de ver crecer al alumnado cara a cara. Este curso más que ningún otro, tenemos muy presente el privilegio de la cercanía, pero también su fragilidad”.

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