Es posible que a lo largo de la tarde hayas intentado sin éxito enviar algún mensaje a familiares o amigos. Es posible que en tu desesperación hayas reiniciado tu teléfono y chequeado que el problema no está en la calidad de la señal de tu WiFi. En efecto, no tienes WhatsApp, pero no es culpa de tu teléfono sino de la propia app.
Un fallo técnico ha provocado una caída del servicio en todo el planeta, según ha informado la compañía, que también ha registrado incidencias en sus otras apps asociadas: Facebook e Instagram.
Ármate de paciencia mientras la compañía trata de restablecer el servicio. Piensa, no en vano, que hasta hace ‘dos días’ vivíamos (para bien o para mal) sin WhatsApp: una pesadilla ‘millennial’ hecha realidad. Sí se puede.
