El número de interrupciones voluntarias del embarazo (IVE) descendió un 10,97 por ciento en 2020 respecto al año anterior, con un total de 88.269 abortos, según los datos que este martes ha publicado el Ministerio de Sanidad, que establece que en España se realizaron 10,33 IVE por cada 1.000 mujeres, mientras que en La Rioja fueron 5,86, el índice más bajo entre las autonomías.
Del total de intervenciones, el 84,51 por ciento se derivó a centros acreditados para la interrupción del embarazo (concertados o no) y el 15,49 restante tuvo lugar en centros públicos. Los abortos fueron practicados en un total de 207 clínicas autorizadas.
Sanidad achaca este descenso a la “situación excepcional” causada por la pandemia y apunta que la caída se ha producido en todas las comunidades autónomas y en todos los grupos de edad. Cuatro comunidades autónomas (Madrid, Extremadura, Castilla-La Mancha y Murcia) no han notificado ningún aborto en un centro sanitario público a lo largo de 2020.
Según se desprende del Registro Estatal de Interrupciones Voluntarias del Embarazo, la tasa de IVE en 2020 fue de 10,30 por cada 1.000 mujeres entre 15 y 44 años, frente a los 11,53 de 2019. Es la tasa más baja desde que entrara en vigor la actual ley de salud sexual y reproductiva en 2010.
La mayor parte de los abortos voluntarios tuvo lugar durante las primeras semanas del embarazo. Así, el 71,85 por ciento se registraron antes de la octava semana de gestación, un 22,83 por ciento entre la semana 9 y la 14, el 5,16 por ciento entre la 15 y la 22 y el 0,16 por ciento a partir de la 23.
En cuanto al motivo de la interrupción, la inmensa mayoría (el 90,87 por ciento) fue a petición de la mujer, el 5,73 por ciento por grave riesgo para la vida o la salud de la mujer y el 3,1 por ciento por riesgo de graves anomalías en el feto. En cuanto al uso de anticonceptivos, según los datos el 41,31 por ciento de las mujeres no utilizaba ninguno.
Por comunidades autónomas, Cataluña (13,44), Asturias (12,03), Baleares (11,87), Murcia (11,25), Madrid (10,94), Canarias (10,88) y Andalucía (10,85) son las que presentan las tasas más altas, mientras que Ceuta y Melilla (1,94), Galicia (5,71) y la Rioja (5,86) son las que ofrecen las cifras más bajas.
El 64,41 por ciento de las mujeres que decidieron poner fin a su embarazo en 2020 no habían abortado anteriormente, mientras que el 23,14 por ciento de ellas ya había tenido un aborto voluntario. Más de la mitad de las mujeres (el 52,32 por ciento) eran trabajadoras por cuenta ajena, un 23,22 por ciento no tenían empleo y un 11,35 por ciento estaban estudiando. Un 45,82 por ciento tenían ya uno o dos hijos, mientras que el 45,62 por ciento no tenía ninguno.
Entre las mujeres con hijos que abortaron en 2020, un 25,44 por ciento vivían con su pareja y un 8,91 por ciento solas. Por su parte, entre las que no tenían hijos, un 20 por ciento vivía con sus padres u otros familiares, un 13,89 por ciento en pareja y un 8,47 solas. Sobre el nivel de estudios, el 66,21 por ciento tenía estudios de ESO, Bachillerato o ciclos de FP equivalentes.
El quirúrgico fue el método más empleado para la interrupción del embarazo (76 por ciento), frente al farmacológico (20,8 por ciento). En cuanto a la nacionalidad de las mujeres, la mayoría de ellas (el 65,8 por ciento) eran españolas. Un 13,92 por ciento procedía de algún país de América del Sur, un 6,46 por ciento de algún país de la Unión Europea, un 5,21 por ciento de América Central y Caribe y un 4,99 por ciento de África.
