La Rioja

Contra todo pronóstico: el enoturismo que revive en tiempos de COVID

Enoturismo en Bodegas Franco Españolas.

“Ha sido el mejor verano desde que abrimos al público las puertas de nuestra bodega”. Cuesta creer que este testimonio se haya dicho en tiempos de COVID, esos impregnados por restricciones de aforo, mascarillas y cambios de hábitos sociales. Pero las cifras no mienten. Y, aunque la sensación general entre el sector bodeguero es positiva, todavía es atrevido analizar si el enoturismo en Rioja ha vencido el pulso a la pandemia en este 2021 ya que las restricciones todavía marcan el día a día.

La actividad enoturística en la Denominación comienza a abandonar ese valle dibujado en 2020 donde registró una caída del 76 por ciento en la facturación, con algo más de 43 millones de euros menos percibidos que en 2019. Concretamente, 2020 dejó una facturación de 14.598.619 de euros, tal como mostraba el estudio elaborado por la consultora ‘Dinamiza’ para el Monitor de Enoturismo 2020.

Mikel Ruiz de Viñaespre, responsable de Enoturismo en Bodegas Gómez Cruzado, ha hecho números y asegura que, especialmente, este agosto ha sido un mes de récords: “Hemos superado todas las expectativas y sí, ha sido el mejor agosto desde que la bodega se inició en el enoturismo en 2013”. La facturación ha experimentado un aumento “muy significativo”, mientras que las visitas han crecido un 30 por ciento más que en agostos anteriores.

Mikel Ruiz, responsable de Enoturismo

Achaca estas buenas cifras al cambio de tendencia de viaje durante la pandemia: “Durante este verano el turista nacional ha viajado mucho menos al extranjero de lo que estaba acostumbrado, y eso nos ha beneficiado. Rioja ofrece un entorno con mucho campo, mucho monte y pequeños pueblos, lo que ha llamado la atención de muchos turistas”.

Pero además destaca que el movimiento de turistas internacionales también se ha incrementado este verano. Si en una situación prepandemia Gómez Cruzado registraba un 65 por ciento de enoturistas extranjeros durante el mes de julio, este año ha alcanzado el 30 por ciento, “una cifra muy positiva porque nos sitúa ya a la mitad de los números habituales teniendo en cuenta la cantidad de restricciones y condicionantes que han tenido los extranjeros para venir a España”.

Buenas sensaciones también de cara a los próximos meses. “Desde que ha comenzado septiembre toda la gente que ha pasado por la bodega ha sido extranjera. Además, durante estos meses solemos recibir un público mucho más especializado, muchos norteamericano, británicos y holandeses interesados en conocer la vendimia y el trabajo posterior en bodega desde dentro”, explica el responsable de Enoturismo, frente al perfil más habitual que ha protagonizado el verano, siendo más cuadrillas de jóvenes y familias.

Desde la capital riojana, Elena Pilo, de Bodegas Franco Españolas, asegura que “julio y agosto, especialmente agosto, se han comportado de manera irrepetible”, pero recalca que “la reducción de los aforos y otras restricciones derivadas del control de la pandemia penalizan directamente la afluencia de turistas a la bodega, muy inferior a la de 2019”. Concretamente la responsable de Enoturismo cifra la caída de visitantes en 2021 en un 56 por ciento respecto a 2019 (de los 9.000 entre junio y agosto de 2019 a los 3.800 de 2021) y en un 58 por ciento la de ventas.

Elena Pilo, responsable de Enoturismo de Bodegas Franco Españolas.

Sin embargo, si las comparaciones se hacen con 2020, Franco Españolas registró un 14 por ciento más de turistas, “aunque el crecimiento podría haber sido mayor por la demanda, pero las restricciones mantienen la bodega a la mitad de sus posibilidades”. Las ventas, de igual forma, han crecido un 27 por ciento el interanual para este trimestre con respecto al año pasado.

“El dato positivo es que los turistas eligen Logroño y La Rioja como destino, que el número de pernoctaciones ha aumentado y con él también el gasto medio. Necesitábamos los turistas de este verano, pero este crecimiento debe ser sostenido en los próximos meses, que es nuestra verdadera temporada alta. Es el momento de trabajar en campañas de promoción de destino (Gobierno, Ayuntamiento, Asociaciones…), crear acuerdos con operadores y aprovechar estos últimos meses del año para definir un escenario mucho más sólido para 2022”, remarca.

Elena fija la vista en lo que queda de año y, aunque confía en “hacer un buen otoño”, no se muestra tan optimista como sí lo hizo con las previsiones de verano: “La demanda en días laborables va a estar muy condicionada por la ausencia del turismo MICE (congresos, convenciones y eventos numerosos), por lo que es probable que sólo hablemos de un turismo terriblemente estacionalizado en los fines de semana, aunque eso es infinitamente mejor que la situación que teníamos hace un año. Será la situación sanitaria y la eficacia de la vacunación las que marquen los desplazamientos de los próximos meses a esta región”.

Mientras tanto, Bodegas Franco Españolas mantiene la calidad de su servicio a pesar de trabajar bajo el umbral de la rentabilidad durante año y medio: “Ha sido todo un reto. Hemos rediseñado nuestras experiencias, algo más breves en bodega para ganar rotación, pero el hecho de que los grupos sean tan reducidos nos ha premitido que la proximidad con el cliente sea total y reforzar así la fidelización la conversión en tienda. Este periodo nos ha permitido proyectar con detenimiento los próximos 5 años de nuestro negocio enoturístico y las perspectivas de crecimiento son muy buenas”.

Luis Valentín y Carmen Enciso en uno de los viñedos de la bodega.

De vuelta a La Rioja Alta, Carmen Enciso y Luis Valentín mantienen abiertas las puertas de Valenciso porque septiembre se avecina movidito con cuatro ‘webinar’ los miércoles de cada semana y los fines de semana ya completos en visitas. Hacen balance de los meses de julio y agosto y la sonrisa se dibuja en sus caras: “Ha sido un buen verano en cuanto a número de visitas a bodega. Calculamos que un siete por ciento más que en 2019”.

Más visitas que en tiempos preCOVID, pero Carmen no considera que haya sido el mejor verano desde la apertura al enoturismo. “Creo que Rioja es una comunidad de paso, amable, cercana, variada en sus propuestas de parimonio, naturaleza, vinos, gastronomía, buen tiempo…”. Y eso, ligado a la relajación de las restricciones sanitarias, es lo que ha disparado el interés de autóctonos y foráneos por conocer la región.

“El perfil del visitante ha sido, sobre todo, nacional y aficionados al mundo del vino. La mayoría, parejas o pequeños grupos familiares o de amigos que han venido a disfrutar de la amplia terraza al aire libre, frente a las viñas y escuchando el silencio. Agosto siempre es especial en Valenciso porque desde hace más de 10 años organizamos experiencias enoturisticas diferentes cada año que se suman a las ya fijas. Además, en este 2021 hemos lanzado siete eventos presenciales con lista de espera en todos ante la reducción de aforo y agosto ha contado con un mayor horario en el Wine bar”, explica la bodeguera.

Subir