Cultura y Sociedad

Tabernero: “Sería coherente que Logroño fuera la capital del guion cinematográfico”

Santiago Tabernero (Logroño, 1961) trabajó como periodista cinematográfico, pero no fue hasta 1994 cuando escribió su primer guion cinematográfico, ‘Desvío al paraíso’. También ha estado detrás de programas televisivos como ‘Carta blanca’ o ‘Versión Española’ o una serie de ‘late nights’ que siguen la idea de una extraña pareja de presentadores como Torres y Reyes, Alaska y Corona o Sánchez y Carbonell. Ahora, además, está al frente de la próxima edición del festival Actual.

– ¿Cuáles fueron sus inicios como guionista?

– Tengo la inmensa fortuna de ser un vocacional y haberme dedicado a aquello para lo que me sentía destinado. Quise ser periodista y tenía una gran pasión por el cine, así que cumplí ambos objetivos dedicándome al periodismo cinematográfico. Conocí el cine desde dentro, empecé a escribir guiones y pude dirigir un par de películas, entre vocación y suerte se hizo el camino. Hace 34 años estuve en TVE con Daniel Monzón, director y guionista de ‘El Niño’ o ‘Celda 211’, éramos muy amigos y fantaseábamos sobre el portero de mi edificio. Era como un gobernador en la sombra que controlaba la información de la urbanización y con esa idea de un portero oscuro que manejaba a los vecinos nació ‘Desvío al paraíso’.

– ¿Qué directores podrían considerarse como sus influencias?

– Llevo viendo cine desde que tengo uso de razón y sin duda hay directores que me inspiran confianza al escuchar su nombre, directores como los Hermanos Dardenne, Leos Carax o Wes Anderson. Stanley Kubrick es uno de eso que para un aprendiz es un maestro inconmensurable, un perfeccionista casi enfermizo. Todo lo hizo en mayúsculas, dejando un legado extraordinario. Su última película, ‘Eyes Wide Shut’, acaba con la frase “Tenemos que follar más”, y me parece enternecedor que un hombre tan venerable llegase a esa conclusión. También me gusta Buñuel, Berlanga, Almodóvar… Si me preguntas dentro de cinco minutos diría veinte diferentes, me gusta el buen cine.

– De todos los guiones que ha escrito, ¿cuál es el más especial?

– El que más me ha gustado es ‘Quebrantos’, que lo acabé hace un par de días, pero quizás ‘Vida y Color’ es el que más me ha marcado, fue mi primer guion en solitario y pude dirigirlo. Cuenta la historia de un niño de 14 años en vísperas de la muerte de franco, que recogía parte de mi memoria con un sesgo autobiográfico. Es un proyecto del que estoy muy orgulloso porque me implicó y me cambió la vida. Estuve nominado a mejor dirección novel en los Goya y me ha dado muchas satisfacciones, siento que esa historia ha conectado con gente muy diversa en muchos lugares diferentes.

– Cuéntenos más sobre ‘Quebrantos’.

– Llevaba mucho tiempo con la idea de hacer una comedia negra de fantasía. Lo digo medio en broma, pero es una mezcla entre ‘El espíritu de la colmena’ y ‘La noche de los muertos vivientes’. Es una historia de zombis ambientada en 1966 en un pueblo inventado de La Rioja profunda, Quebrantos de la Sierra. La figura del muerto viviente es muy romántica porque tiene una segunda oportunidad después de muerto para solucionar aquello que no pudo. A su vez, intento hacer una reflexión sobre la memoria histórica, los muertos que todavía quedan en las cunetas de las carreteras y las represalias del franquismo.

– ¿Cuál es el proceso que sigue a la hora de escribir?

– Cada guion tiene su camión y su mapa de carreteras. Hay guiones en los que tienes la idea, te documentas y van apareciendo los personajes, los pones a dialogar entre ellos y surge la trama principal. Otras veces, tienes un final poderoso y vas hacia atrás, construyendo una historia que te lleve ahí. Antes escribía sin escaleta, me ponía a escribir siendo yo el primer espectador de la historia, intentando que me fuera sorprendiendo. Pero cuanto más preparas el guion, más sabes de los personajes y del mundo en el que sucede la historia, más seguridad tienes de ir caminando por una carretera asfaltada, aunque a veces se necesita ir por la selva.

– ¿Cómo fue tener que marcharse de La Rioja?

– Quería dedicarme al cine, fui becario en el periódico ‘La Rioja’ y en ‘El Correo’, fui crítico de cine e hice programas en radio. Hubo un momento en el que mi vocación cinematográfica aquí no podía desarrollarse más, porque no había nada parecido a una escuela de cine, así que tuve que desplazarme a Madrid. Tuve la inmensa suerte de aprobar la oposición de periodista cinematográfico que me cambió la vida. Siempre he tenido unos vínculos muy intensos con Logroño y cuanto más tiempo pasa, más vinculado me siento a mi ciudad y a mi comunidad.

– ¿De dónde ha nacido esa vocación de enseñar?

– A medida que pasa la vida y tienes experiencia, empiezas a pensar que todo lo aprendido es susceptible de contarlo a los demás porque puede servir de aprendizaje. Sin buscarlo demasiado, me ha surgido he podido implicarme en proyectos de docencia sobre escritura de guion. Lo último ha sido en La Rioja Film Commission, con Andrea Álvarez, que está intentando crear en el tejido adecuado para que surjan vocaciones y entornos donde formarse. Participé en el seminario de guion junto a Bernardo Sánchez, Félix Sabroso, Daniela Fejerman… Lo que sucedió en el Riojaforum es la semilla de algo, sería coherente que Logroño fuera la capital del guion cinematográfico porque es la tierra de Azcona.

– Pero todo eso está cambiando ahora, ¿no cree?

– Todo tiene que ver con la voluntad de personas fundamentales para el desarrollo cultural de una comunidad. Bernardo Sánchez es uno de los bienes culturales más importantes de la región o Jesús Rocandio en la fotografía o Chechu León con Octubre Corto, uno de los festivales de cortometrajes más importantes en España. Lo que Chechu ha hecho durante los años del festival, esa capacidad de realizar y crear vocaciones e ilusión en torno al cine, no hay dinero que lo pague, es cosa de héroes.

– ¿Qué significa para usted ser el director artístico del Actual 2022?

– Hace 32 años me ocupé de la sección de cine del festival y es emocionante volver tantos años después a este clásico en el mapa de festivales españoles, conocido por ser el más madrugador del año. Me tomo esta dirección como una responsabilidad que me va a permitir hacer lo que he estado haciendo en televisión tantos años. Es uno de los retos que más ilusión me hace en este momento de la vida. Espero estar a la altura y generar un tsunami de ilusión por parte de los riojanos hacia el festival, consolidando su prestigio a nivel nacional

– Por último, ¿qué es lo que más le llena de su trabajo?

– Cada cosa que yo hago es una excusa para relacionarme con gente que admiro, cualquier proyecto en el que me implico es para eso. Creo que la vida pasa muy rápido y perder el tiempo con gente tóxica y con proyectos que no sacan lo mejor de ti es absurdo. Tenemos la obligación de buscar siempre nuestro mejor yo y la única forma de hacerlo es trabajar con gente mejor que nosotros, que nos estimule a ensanchar nuestros límites. He tenido la inmensa fortuna de trabajar con gente mejor que yo que me ha hecho mejor de lo que era.

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