Toros

Honores para un ángel de la guarda y un torero de plata con corazón de oro

Dentro de los actos previstos para este verano por el Club Taurino de Calahorra, la noche del viernes el teatro Ideal de Calahorra se llenó para realizar un sentido homenaje a dos personas que han sido protagonistas de la vida taurina de la ciudad durante las últimas décadas. Conducido por la periodista Isabel Virumbrales, el acto no quiso pasar por alto la situación vivida en los últimos meses y comenzó con un minuto de silencio por todos aquellos que han fallecido a causa del COVID el punto de partida de una noche llena de emociones.

Así, casi dos horas y media ligadas con lectura poética taurina sirvieron para que los aficionados calagurritanos, a falta de actos taurinos en la ciudad pudiesen disfrutar de recuerdos. “Ojalá el año que viene estemos, por estas fechas, donde tendríamos que estar”, dijo el concejal de Festejos, Antonio León, haciendo referencia a la suspensión de los festejos calagurritanos.

El ángel de la guarda de La Planilla

El primer tramo de la velada estuvo dedicado a Antonio Domínguez. El que durante casi cuarenta años ha sido ‘ángel de la guarda’ de los toreros que han pasado por el coso de La Planilla. “Recuerdo que Victorino Imaz me pidió que le relevase en la plaza de toros y a los tres o cuatro años también cogí la de Arnedo”, contaba recordando que además ha trabajado en plazas de Navarra y Aragón.

Así, a punto de cumplir 40 años en la plaza de toros calagurritana, por sus manos han pasado diestros de la talla de El Juli, Jesulín de Ubrique, Juan José Padilla, el mismo Paquirri o José Antonio Campuzano. La cogida de éste fue una de las más graves por las que pasó su bisturí. Cuatro horas de operación en la Policlínica de Calahorra sin pasar si quiera por la enfermería de la plaza.

Según el parte facultativo, la cornada incidía “a nivel de raíz de bolsa escrotal derecha, con desgarro del anillo inguinal del mismo lado; sigue trayectoria inguinal izquierda atravesando planos aponeuróticos, músculo de la pared abdominal, desgarro de peritoneo con perforación de intestino y contunde la arteria ilíaca izquierda, produciéndole hernia inguinal y evesceración”, como cuenta la crónica de El País de ese día.

Pero Antonio Domínguez poco habló de toros en su homenaje y mucho de los últimos meses vividos. “Me habían jubilado del Servicio Riojano de Salud (SERIS) y cogí trabajo en la residencia de Personas Mayores de Arnedo”. Allí ha estado viviendo, esta vez no desde la barrera, la crisis del COVID-19.

Torero de plata, corazón de oro

Y si emotivo fue el homenaje al cirujano aragonés de nacimiento y calagurritano de corazón, más aún lo fue el que se le dio a Víctor García. Unas horas antes, hace 25 años, tomaba la alternativa en Calahorra de la mano de Juan Mora como padrino y Jesulín de Ubrique como testigo. ‘Moruno’ de Garcibravo fue el primero. Luego llegarían muchos más. 

Una carrera llena de sinsabores y alegrías que han convertido, con el paso de los años, al torero calagurritano en uno de los mejores toreros de plata del momento. La decisión la tomó en el año 2000 y ahora de la mano de Diego Urdiales recorre las plazas españolas y francesas echándole un capote al maestro.

Un maestro y un hermano que no quiso perderse un homenaje en el que estuvieron presentes a través de vídeo decenas de amigos, todos sus familiares y un buen puñado de profesionales del mundo del toro. Visiblemente emocionado, Víctor solo pudo decir gracias. A su mujer, a su hija, a “la madre que me parió” y a su padre “allá donde esté”.

También hubo un guiño para Paco Álvarez que estaba presente en uno de los palcos del teatro y que durante décadas fue el encargado de decirle “éste es el que te va”, ya que era la persona que se encargaba del sorteo de toros y de abrir la puerta de toriles.

Un hombre hecho a sí mismo que nació torero y creció soñando con serlo en aquella Escuela Taurina calagurritana de la que salieron tantos otros. Un torero de plata con corazón de oro.

Subir