La Rioja

Los bares logroñeses recuperan pálpitos ‘prepandemia’: “Se nota más alegría”

Los bares de Logroño han empezado a notar cierta normalidad en sus terrazas. Parece ser que ya se han acostumbrado a los nuevos horarios y la gente vuelve a salir como lo hacía hace dos años. Influye que los bares tengan un horario más amplio que el verano pasado o, incluso, que en el frío invierno.

Durante estos dos meses de verano las terrazas se han ido llenando poco a poco y parece que la hostelería empieza a remontar, aunque aún queda mucho para alcanzar las cifras de clientes que se tenían en 2019.

Oliver Fernández, camarero del bar The Club, menciona que el negocio está funcionando mucho mejor que el verano pasado y que la gente “ha cogido más la hora”. “Durante julio y agosto hemos trabajado bastante bien. Se nota que hay bastantes turistas y gente de fuera en comparación con el verano pasado”.

Las vacaciones y los horarios de verano han influido en que “quizás el tardeo estuvo más de moda en invierno”, ya que, según Fernández, “la gente viene a las mismas horas que antes”.  Las horas de “tomar café”, que suelen concentrarse por la mañana y después de comer, vuelven a ser un momento muy bueno para el negocio.

“Durante el invierno la gente venía antes a tomar una caña o un cubata, pero ahora esas personas vienen a las ocho de la tarde, como años atrás” menciona Fernández. “Hay más ambiente que el año pasado, pero la cosa va despacio”.

Pero en el bar Odeón “siempre ha habido tardeo y jaleo por las tares”. “Nosotros hemos notado que, este verano, se ha marchado mucha gente de Logroño, pero ha venido mucha gente de fuera”, señala Manolo Hernández, socio fundador del local. El estar situado cerca de Laurel y San Juan ha influido en recibir a turistas.

“Se nota más alegría”

“Igual la gente sigue teniendo miedo, pero se nota más alegría. El año pasado estaba todo muy reciente, pero ahora sí que viene más gente. Siempre hemos trabajado bien las tardes y las noches”, puntualiza Hernández.

El fundador del Odeón asegura que no están igualando las cifras de 2019 y queda mucho trabajo para poder recuperarlas, “quizás lo recuperemos en un par de años”. Las restricciones y la distancia sigue ahí, por lo que disponen de mesas limitadas en su terraza.

“La confianza de salir va por edades, hemos notado que los jóvenes sí que están más animados a la hora de salir, pero la gente más mayor, de entre 30 a 40 años, quizás sigue un poco reticente”.

Por otro lado, el bar El Parlamento “nota todo más raro” porque , según Miguel Díaz “hay días y días”. Han notado que en años anteriores su clientela era más mayor y ahora hay gente mucho más joven, “pero es algo que va y viene”.

“Estamos trabajando más, pero quizás sea porque abrimos más horas ya que el volumen es muy similar. Antes nos reservaban la mesa a las cuatro de la tarde y se quedaban pidiendo consumiciones hasta la hora del cierre, eso no había pasado en la vida”, comenta Díaz.

Su clientela habitual son personas autóctonas de Logroño, ya que suelen trabajar con “gente de aquí”. Además, Díaz señala que La Laurel “está trabajando como nunca” con muchos turistas, y “algo nos salpica a nosotros, pero no mucho. Aunque estemos en el centro, estamos un poco escondidos y el que no sabe que está, no viene”.

Subir