Toros

La determinación de Urdiales triunfa en Alfaro

Foto: @urdialesweb (Twitter)

Se hizo el silencio para honrar a las víctimas de la pandemia. Y también para guardar el respeto que merece el himno nacional. Atronadora fue después la ovación con la que el público recibió a los toreros y que sirvió también para dar la bienvenida a los festejos mayores en La Rioja, tras tantos meses de zozobra y angustia; taurina y de la otra, que es mucho peor.

Por fin, una alegría, que vino a colgar el ‘no hay billetes’ en la taquilla. Y eso que era lunes. De entre los pueblos de la comarca, solo Alfaro festeja a San Roque. Daba igual. El ambiente, por las nubes. ¡Cuánto mérito! De la empresa, de los toreros y también de la afición.

Una brisa del cierzo que bajó las altas temperaturas del sábado se llevó el mensaje de la megafonía. Que se guardara la distancia de seguridad se vino a decir. No debió escuchar la advertencia el toro, que se revolvió y cortó el viaje en el saludo capotero de Urdiales. Dos círculos dibujó el de ‘El Pilar’ siguiendo el templado capote de Urdiales. Se terminó de atemperar el funo en otra buena brega, de ‘El Víctor’, esta vez. No terminaba de obedecer a los toques y se le coló a Urdiales dos o tres veces en la muleta.

El compromiso del de Arnedo fue total. Como su determinación y contundencia. Los vuelos al hocico en el primer cite. Luego, la muleta siempre puesta para evitar las distracciones, que en el de ‘El Pilar’ venían de serie. ¡Con qué seguridad y aplomo perdió Urdiales el paso necesario para ligar los muletazos! Excelso mando y rebosante autoridad.

También al natural consiguió enmendar la corta embestida del toro charro. Hubo trazo y temple. Limpieza, siempre. Superioridad apabullante del torero. De siglos pasados, el molinete que embelleció el momento de apuro. Como la salida por el costillar. Pinchó y paseó una oreja.

Cerraba la cara el que hizo cuarto. La vuelta de los pitones hacía más brava la expresión. No dejó estirarse a Urdiales en el recibo. Tras empujar en el caballo, salió con la cara alta. Distraído también. Brindó Urdiales al público y creó una maravilla: ¡qué inicio de faena! ¡qué trincherazos! Ganando terreno y andándole al toro como los más viejos cuentan que se hacía. ‘Bieeeeeeeen’, se escuchaba. ‘Oooooole’, esta vez. Y otro ‘bieeeen, Diego, ¡vamos los toreros!’. Un clamor. Más allá del tercio, citó de lejos. Pronto era, pero no terminaba de repetir el toro. Consiguió Urdiales pasajes de gran calidad.

Corto se quedaba por el pitón izquierdo, saliendo con la cara alta encima. Se apagó demasiado pronto. Pausó el pasodoble Urdiales y consiguió una última tanda en redondo de mucho valor. Se tiró tras la espada, que enterró en todo lo alto. Trofeos al margen (dos orejas para sumar tres en la tarde), Urdiales estuvo sensacional. Como lo que lleva de temporada.

Lo mejor de Tomás Campos llegó con el capote. Se desplazó largo de salida el segundo y Campos se gustó a la verónica. Echó los brazos adelante para embarcar las embestidas. El mentón hundido, jugando bien los brazos y ganando terreno. Como ocurriera en el quinto, al que también quitó para dejar una media tan pausada como mecida y sentida.

José Chacón mostró en la brega del segundo el gran son y el tremendo ritmo que atesoraba el pitón derecho del toro de ‘El Pilar’. Pese a ello, Tomás Campos decidió comenzar con la franela en la zurda y a favor de querencia. Justo al revés. Para colmo, dejó tropezarse mucho la muleta y salió atropellado en varias ocasiones.

El quinto llegó al último tercio con transmisión y profundidad. Colocaba la cara en el embroque… ¡y repetía! Fue un buen toro, que hasta pudo ser mejor. Pero le faltó sujetarlo y también poderlo al extremeño. Desbordado en ocasiones, aún consiguió algún pasaje notable por el pitón derecho.

Cuatro ayudados por alto y un trincherazo removieron los cimientos de la plaza de Alfaro. Toreaba Juan Ortega, posiblemente el torero con más y mejor gusto en la actualidad. Como a arreones embestía este tercero, aunque más acompasado por el pitón derecho. La mera forma de componer la figura del sevillano, ya remueve sentimientos. Tan solo medio muletazo del sevillano vale mucho más que tauromaquias enteras de la actualidad. Falló reiteradamente a espadas.

Pesaba ya la tarde para cuando salió el sexto, el más alto y largo del encierro. Le punteó constantemente el capote a Juan Ortega y, aunque se mostró predispuesto, el sevillano no logró reconducir los arreones del toro en la muleta.

Foto: @urdialesweb (Twitter)

Plaza de toros de Alfaro (La Rioja). Feria en honor de San Roque y San Ezequiel. No hay Billetes dentro del aforo permitido. Toros de El Pilar, correctos de presentación y de juego variado. El mejor, el quinto.

– DIEGO URDIALES, oreja y dos orejas y dos vueltas al ruedo.
– TOMÁS CAMPOS, ovación y oreja.
– JUAN ORTEGA, ovación y ovación.

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