La incapacidad de aceptar críticas es una muestra de inseguridad. En este sentido, asisto atónito a la incapacidad manifiesta del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Logroño, con su alcalde Pablo Hermoso de Mendoza y su concejal Jaime Caballero a la cabeza, de hacer un mínimo de autocrítica y escuchar las diferentes opiniones al respecto del Programa ‘Calles Abiertas’ por parte de los diferentes colectivos de nuestra ciudad. Esto me hace suponer una importante inseguridad por su parte, siendo ellos mismos conscientes de la falta de rigor técnico de sus políticas, y por ende, no pueden rebatir con argumentos.
Lo único que pueden hacer es intentar dividir a la opinión pública entre una falsa dicotomía entre buenos y malos: los que quieren una ciudad sostenible libre de humos y los malos que no queremos eso. Y es completamente falso, ¡ese no es el debate!
En esta más de media legislatura no han acometido ni una sola mejoría en materia de transporte público, ni siquiera los carriles bici que están planteando son carriles realmente segregados y seguros, son una chapuza como todo lo demás. Por si fuera poco intentan compararse con la gran Pilar Salarrullana, como si tuviera algo que ver la peatonalización de las ‘Cien Tiendas’ con pintar el asfalto de color mostaza y colocar bolardos baratos de polígono Industrial. Por cierto, antes de pintarrajearlo todo se podrían molestar en arreglar los baches.
Un argumento, el del ‘urbanismo táctico’, como si fuera una novedad o hubieran descubierto algo, que es completamente falso y que en lo único que se parece es en la estética de provisionalidad, pero no tiene nada que ver. Por favor, ¡no lo llaméis más así!
El ‘urbanismo táctico’, surgido en Nueva York hace ya más de 10 años, consiste en la intervención rápida y provisional, por ejemplo los fines de semana, de diferentes propuestas puntuales para abrir mecanismos de debate y participación entre los ciudadanos y colectivos de cara a buscar una solución consensuada definitiva. En este caso no ha habido participación.
Conviene explicar también que los servicios de emergencias, como las ambulancias, tienen rutas para optimizar y reducir el tiempo de llegada, por lo que antes de acometer este tipo de intervenciones, debe de tenerse esto en cuenta.
Pero lo más grave y que a mi juicio es chocante e inquietante viniendo de una Administración Pública, es la absoluta falta de rigor técnico e incumplimiento o desconocimiento de la normativa. Por ejemplo, es flagrante el incumplimiento de la ordenanza de accesibilidad universal, en la que entre otras cuestiones, prohíbe expresamente que en los pasos de cebra por ejemplo, haya elementos que dificulten la visibilidad de conductores y peatones. Del mismo modo, esta normativa establece la necesidad de diferenciar estos elementos, así como las aceras en caso de encontrarse a la misma cota que el de la calzada, mediante pavimentos podo táctiles para facilitar el tránsito de las personas con discapacidad visual. ¡Tampoco se cumple!
También es pavoroso el oscurantismo al respecto. Se desconoce el proyecto real, si es que lo hay, si está visado o no, los informes que hay detrás… ¡Nada!
Del despropósito de la fallida candidatura a ‘Ciudad Verde Europea’ basándose en la dejadez absoluta de nuestros parques y alcorques, mejor ni hablamos. Ni una sola medida en materia de mejora de gestión de residuos, ni de mejora de la eficiencia energética de los edificios, ni de medios de transporte público alternativos y sostenibles, ni puntos de carga para vehículos eléctricos ni fomento de los mismos… ¡Absolutamente nada! Media legislatura perdida completamente.
*Puedes enviar tu ‘Carta al director’ a través del correo electrónico o al WhatsApp 602262881.
