Empresas

La necesidad de formación continua en el sector tecnológico

En la actualidad, la formación continua es un elemento clave para el desarrollo del tejido empresarial en España. Hace unos años la formación digital era residual, pero en la actualidad, más del 80 por ciento de la formación está orientada hacia la tecnología a raíz de la transformación que estamos viviendo. Contar con profesionales con la capacitación necesaria para hacer frente a las exigencias del entorno cambiante en el que nos movemos, es más que nunca una prioridad.

La internacionalización de las empresas, por efecto de la globalización y la revolución tecnológica asociada a la digitalización, hace imprescindible llevar a cabo cambios muy profundos en las estructuras de las compañías. Para hacer frente a estos retos, la capacitación del capital humano a través de la formación continua, se hace a día de hoy vital para afrontar estas necesidades emergentes.

Mantener a los profesionales de las organizaciones debidamente formados para emprender los nuevos retos, no solo redunda en beneficio de las empresas e incrementa su competitividad sino que, también los trabajadores convenientemente cualificados obtienen ventajas significativas. Mayor motivación y satisfacción, incremento de sus posibilidades de empleabilidad, acceso a mejores condiciones laborales y de remuneración son, entre otros, aspectos fundamentales a tener en cuenta por los profesionales durante su trayectoria laboral.

Estado de la formación continua en el sector TIC

Si nos referimos en concreto al sector tecnológico, las exigencias en la formación de sus trabajadores que requieren las empresas tecnológicas no dejan lugar a dudas. Un sector en permanente transformación, como es el TIC, requiere profesionales altamente cualificados capaces de mantener actualizada su formación durante toda su carrera profesional. En las empresas TIC, se precisa un constante aprendizaje e implementación de nuevas tecnologías para adaptarse a nuevos escenarios. Las compañías necesitan profesionales capacitados y actualmente, a corto y medio plazo la demanda supera a la oferta de estos perfiles.

Además, contamos con un sistema educativo que no avanza con la misma rapidez que el mercado para generar suficientes titulados con conocimientos actualizados, por ello, buena parte de la capacitación de los trabajadores debe llevarse a cabo in company, en el entorno laboral.

Si bien cabe destacar el éxito experimentado en los últimos años por los grados de Formación Profesional en modalidad Dual. Con estos grados, los alumnos tienen la oportunidad de realizar parte de su formación en la empresa, conocer el sector donde aplicar sus conocimientos y lograr un alto porcentaje de inserción laboral al finalizar sus estudios.

En un sector en permanente innovación, ante la dificultad de encontrar profesionales con los conocimientos requeridos, la presión recae sobre la capacitación; el modelo será de formación continua, desde el inicio al fin de la carrera profesional. Por lo que las empresas deben tomar conciencia; elaborar planes formativos para sus trabajadores, destinar recursos a la capacitación de nuevos empleados y al reciclaje de los existentes.

Hacia una formación continua de calidad

La transformación digital que necesitan nuestras empresas ya era un hecho, pero ha sido la crisis sanitaria COVID19 la que ha dejado patente que no solo es necesaria, sino que es imprescindible. Si queremos competir en igualdad de condiciones con otros países, debemos capacitar a nuestros profesionales ofreciéndoles una formación tecnológica de calidad, personalizada, flexible y actualizada. Se da la circunstancia además de que la tecnología es una pieza clave en la formación continua de todos los trabajadores, tanto del sector TIC como del resto de sectores empresariales.

La digitalización también está aquí para ayudarnos en la capacitación de trabajadores de todos los sectores. Tanto empresas como profesionales, a día de hoy, disponen de múltiples posibilidades para mantenerse actualizados en su formación. Debemos aprovechar esta oportunidad y beneficiarnos de estas posibilidades:

– Flexibilidad formativa:

La tecnología permite recibir formación de un modo totalmente diferente al tradicional. El formato online o teleformación, hace que no sea imprescindible acudir a las aulas, sino que desde cualquier dispositivo, según las preferencias y circunstancias de cada alumno, se puede recibir formación actualizada con los nuevos conocimientos y en tiempo real.

– Contenidos especializados:

El estudiante y trabajador en todo momento, puede construir su itinerario formativo en función de sus intereses y objetivos profesionales.

– Interacción con el profesorado:

La comunicación alumno/profesor es inmediata , de tú a tú. Hoy en día ya se cuenta con múltiples herramientas de comunicación y de trabajo colaborativo.

– Eliminación de barreras:

El conocimiento está en todas partes, ha salido de las aulas y se puede encontrar fácilmente sin límites geográficos o de idioma. Los trabajadores pueden enriquecer su currículum con ofertas formativas de cualquier país y compartir sus conocimientos con estudiantes de otros continentes.

Desde la Administración, se deben incentivar planes de formación de calidad, pero también hace falta esfuerzo por parte de los trabajadores y de los empresarios. Es necesario que la formación sea de calidad y alto rendimiento y que los profesionales puedan formarse recibiendo facilidades por parte de sus empresas.

Subir