El Rioja

“Las bodegas deben invertir en digitalización y aprovechar las ayudas europeas”

Iñaki Gurría, CEO de la empresa riojana JIG

El sector vitivinícola, al igual que el resto, surfea la incertidumbre económica derivada de la crisis sanitaria bajo el paraguas de los cambios continuos y un entorno cada vez más digitalizado. La necesidad de sumergirse en este ámbito de las TIC impregna a las bodegas en un momento en el que los fondos provenientes de la Unión Europea en materia de digitalización asoman por el horizonte.

Iñaki Gurría, CEO de la empresa riojana JIG y coordinador ejecutivo del HUB Nacional de Digitalización y Vino donde la Federación Española del Vino (FEV) trabaja de la mano con el sector tecnológico para situar a las bodegas en la posición óptima de salida a la hora de ser potenciales receptoras de estas ayudas.

Un proyecto, cabe recordar, prepandémico, ya que comenzó a fraguarse a finales de 2019 aunque no fue hasta noviembre pasado cuando se presentó oficialmente. El objetivo es crear un espacio de encuentro entre el sector vitivinícola, representado por la FEV, y el sector tecnológico. “Hay una evidente necesidad de que las bodegas se digitalicen y qué mejor manera que crear un escenario para poner las ideas en común”, recalca Gurría.

Los objetivos con los que surgió este plan son exactamente los mismos que en la actualidad, lo que han cambiado son los tiempos: “Queremos promover la digitalización en el sector del vino, y la pandemia lo que ha hecho es acelerar el proceso de transformación y demostrar su obligatoriedad ante las carencias que se registraron durante el primer confinamiento”. Una idea que se enmarca en la estrategia europea de relanzar las economías de los países miembro, de ahí su apoyo económico a la digitalización.

Este HUB (o centro) Nacional crea el contexto perfecto para que cuando estas ayudas vengan las bodegas estén lo mejor preparadas posible para que inviertan en digitalización y puedan ser beneficiarias de dichos fondos. Primero, mediante una encuesta para identificar cuáles son esas problemáticas concretas del sector para poder implantar soluciones tecnológicas adecuadas.

Previamente, el HUB ya presentó una Manifestación de Interés con las aportaciones de las bodegas al Ministerio de Industria, quien ya había solicitado esta información para poder diseñar las líneas de ayudas. “A partir de ahí, creamos el Plan de Aceleración Digital del Sector del Vino donde se engloban los proyectos tecnológicos propuestas por empresas TIC para solucionar dichas necesidades”, explica el coordinador ejecutivo del HUB.

Y en el seno del proyecto, hay varias estrategias concretas que se han identificado y ya se están poniendo en conocimiento de las diferentes bodegas para que estas muestren su interés concreto en base a sus necesidades. Por un lado, soluciones en lo que se refiere a la simplificación administrativa, donde influye también el esfuerzo de las propias administraciones, no solo de las bodegas y las empresas tecnológicas, así como las cuestiones de ciberseguridad.

Asimismo, el HUB también aporta tecnologías para hacer análisis predictivos de problemas eventuales en el viñedo, como enfermedades o maduraciones de las uvas, y poder establecer así una monitorización del campo. En la parte de elaboración y producción, Gurría destaca el “control y monitoreo de las temperaturas en depósitos”, así como la “creación de plataformas horizontales que controlen todo el proceso productivo de la bodega desde el campo hasta el embotellado final”.

En la rama comercializadora hay una necesidad para afrontar el ‘e-commerce’, donde las estrategias de venta ‘online’ se han de adaptar a un sector tremendamente polarizado y dispar tanto en tamaño como en tipología. “Por otro lado, también hay necesidades muy claras identificadas en el marco del enoturismo, como la gestión del negocio o la venta de experiencias”, añade el coordinador.

“El HUB es complejo, pero es una buena oportunidad para identificar soluciones a problemas concretos. Con este puzle de ideas nos situamos en una buena posición a la hora de afrontar las eventuales convocatorias de ayudas que publique el Gobierno de España o los Gobiernos regionales para incentivar estas inversiones en tecnología”. Gurría explica que el trasfondo de todo este proyecto es que “las empresas vitivinícolas tengan muy claro dónde invertir en función de sus necesidades para cuando estas ayudas estén ya disponibles”.

No obstante, el cofundador de JIG asegura que “con o sin ayudas”, las bodegas deben plantearse una estrategia de transformación digital. “La mayoría saben que deben de transformarse digitalmente, pero no tiene muy claro cómo y ahí es donde el HUB entra en juego para resolver esas necesidades, porque al mundo del vino todavía le queda mucho recorrido en esta carrera por la digitalización”.

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