El Rioja

El Rioja, en cifras: 25 años de un sector en constante movimiento

La Memoria 2020 del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja pone sobre la mesa el despegue de una marca que ha crecido en prestigio y reconocimiento con un baile de cifras de hectáreas, kilos y litros. Una fluctuación que, en términos generales, ha mantenido una tendencia creciente progresiva campaña tras campaña, con las irregularidades de cada vendimia que han puesto a prueba a un sector cada vez más amplio y diverso.

Porque en las 65.811 hectáreas de viñedo que portan el sello Rioja hay cabida para más de catorce variedades distintas, con el reinado del tempranillo tinto y la viura. Una superficie que ha variado a lo largo de los últimos veinticinco años con un crecimiento de en torno al setenta por ciento desde 1985, cuando la DOCa Rioja aglutinaba algo más de 38.800 hectáreas.

Mientras las uvas tintas han adquirido mayor presencia en este periodo de tiempo, el viñedo de blanco ha llevado peor suerte. De las 9.094 hectáreas cultivadas en 1985, este pasado 2020 solos se vendimiaron 5.956. A pesar de este retroceso, el punto de inflexión se produjo en 2012 cuando se registraron un total de 3.764 hectáreas de blanco productivas. A partir de ahí, los viticultores de Rioja han prestado mayor atención y espacio a unos vinos que tienen una gran aceptación, sobre todo, en el mercado internacional.

Respecto a la producción de uva, esta ha ido en ascenso en todo su recorrido desde 1985 con ocasionales y profundos valles. El más pronunciado, el de 2002, cuando la Denominación vendimió 284,2 millones de kilos de uva, entre tinta y blanca, después de alcanzar dos años antes el mayor pico con 490,7 millones. Ese año de escasa producción, apenas se elaboraron 200 millones de litros de vino.

Otro de los valles más destacados se produjo hace cuatro años, aquel año en el que las heladas de primavera arrasaron gran parte de la cosecha. En 2017 las bodegas amparadas por la DOCa Rioja elaboraron algo más de 250 millones de litros de un total de 350 millones de kilos recogidos.

La última cosecha ha dejado en la Denominación más antigua de España unos remolques de 410 millones de kilos de uvas, de los cuales se han vinificado 268,7 millones de litros, frente a los 241,3 millones de kilos de 1985 que dejaron 173,3 millones de litros amparados.

La vinificación de la uva de Rioja en este periodo de tiempo ha afrontado también momentos de inestabilidad en los que 2018 se lleva el récord con sus 336 millones de litros elaborados. Tan solo en dos ocasiones más durante estos últimos 25 años se han superado los 300 millones de litros (2000 y 2016).

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