Hay dos máximas que se cumplen de forma inexorable entre los cuatro diputados riojanos en la Cámara Baja. La primera, que dan un paso al frente (cosa lógica) al ‘pedir micrófono’ cuando algún asunto de interés de la región se cuela en el orden del día de plenos o comisiones. La segunda, aprovechar su intervención para vender en el principal foro de debate político las bondades de su tierra.
Y en ese aspecto, Javier Merino ha elevado esta categoría a otro nivel este jueves. Ha sucedido durante el transcurso de la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico, en la que se ha debatido una Proposición No de Ley para apoyar la candidatura riojana de Geoparque.
El diputado del Partido Popular no ha escatimado en amor a la patria a la hora de defender las bondades de su región: «La Rioja es una gran tierra y Dios la tuvo en cuenta a la hora de crear el mundo. Y no lo digo solo como riojano». Merino ha ido un paso más allá, asegurando que «si Dios hubiera podido elegir dónde nacer, habría elegido La Rioja». ¿Y por qué habría sido así? Porque «La Rioja es tierra de vinos, pero también de paisajes, de patrimonio artístico y cultural, de icnitas de dinosaurios y de aguas termales y medicinales».
Ya sabemos que el santo grial habría contenido un buen Rioja en la última cena, aunque nos queda la duda de cuál de los 174 municipios riojanos habría escogido el todopoderoso para erigir el portal de Belén.
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