Quedan apenas dos semanas para conocer la figura que ostentará el trono del Consejo Regulador durante los próximos cuatro años, pero las dudas siguen sobre la mesa después de que el pasado 25 de mayo los resultados de las elecciones a la OIPVR colocaran en el mismo punto de salida a cooperativas y afiliados de ARAG-ASAJA.
Ambas organizaciones obtuvieron 34 votos por parte de los profesionales del sector vitivinícola y ambas se encuentran en el lado de quienes deben dirigir Rioja en esta próxima legislatura. La organización agraria ARAG-ASAJA se convierte en la única que ha aumentado los apoyos de los agricultores en las elecciones al Consejo tras crecer en el número de hectáreas acreditadas (hasta conseguir un 56,8 por ciento), crecer en votos y crecer en el número de vocales.
Su secretario general, Igor Fonseca, asegura que esta nueva etapa implica “responsabilidad y trabajar con entendimiento, esfuerzo, y también firmeza, para recuperar el precio de la uva en un momento muy complicado debido al impacto de la pandemia”.
– ¿En qué fase del periodo de diálogo se encuentran las negociaciones con FECOAR?
– Se ha producido ya un primer contacto con la Federación de Cooperativas de La Rioja de cara a analizar los resultados de cada organización y en base a los mismos tratar las posibilidades que existen para llegar a un acuerdo. Inicialmente, coincidimos tanto ASAJA como FECOAR en la conveniencia y necesidad de que de estos contactos surja un futuro acuerdo que permita que se ponga en marcha una presidencia respaldada, por lo menos, por ambas organizaciones.
– ¿Puede darse una situación similar a la que se vivió hace dos legislaturas, en la que la presidencia se turnó entre FECOAR y ASAJA?
– Esa posibilidad está ahí, existe. Sin embargo, los contactos iniciales que estamos manteniendo van más dirigidos a dar continuidad temporal a la presidencia del Consejo Regulador y que ambas organizaciones salgan reforzadas del acuerdo.
– La Federación de Cooperativas apuntaba a una desviación de hectáreas desde la parte elaboradora que entraba en el juego del sector productor. ¿Cómo valora estas afirmaciones?
– Las declaraciones se enmarcan en otro tipo de afirmaciones que han hecho otras asociaciones en el sentido de que cada una de ellas intenta modificar el reglamento que determina el sistema de representatividad atendiendo a sus propias características y condiciones. Creo que FECOAR no se refiere tanto a la posibilidad de que existan sociedades vitícolas que puedan dar su apoyo a una organización agraria, sino que consideran que al jugar tanto en la parte productora como en la elaboradora, quizás deberían tener más encaje o compensación por los litros que comercializan.
– ¿Cómo afronta ASAJA esta nueva legislatura?
– Con mucha ilusión por el espaldarazo que hemos recibido por parte de los viticultores de forma mayoritaria, tanto en el número de adhesiones como también a las hectáreas acreditas. Esto nos confiere más responsabilidad a la hora de llegar a acuerdos que favorezcan al sector en los próximos 4 años.
– ¿Cuáles serán los puntos clave de actuación, dado que la postura de la organización seguirá siendo clave en la toma de decisiones?
– La prioridad de ASAJA va a ser la recuperación del precio de la uva y también del valor de vino de Rioja. Además, ASAJA también va a trabajar de forma prioritaria en el desarrollo del plan estratégico precisamente para recuperar el valor de la uva de Rioja a través de contratos estables en el tiempo que beneficien al agricultor y le hagan salvarse de situaciones extraordinarias de mercado como la que estamos padeciendo y también en cuanto a la diferenciación del precio de la uva por calidades.
Otra de las cuestiones fundamentales va a ser el control del potencial vitícola, oponiéndonos radicalmente al crecimiento de la masa vegetal en tanto en cuanto no se mejore la situación de las ventas, del equilibrio en la ratio y sobre todo del precio de la uva para el viticultor.
