Con el fin del estado de alarma marcado en rojo desde hace varias semanas, La Rioja busca reactivar el turismo con un ojo puesto en la pandemia del coronavirus. Tras varios meses de fronteras cerradas, el sector comienza a vislumbrar un rayo de luz y en la región Ramiro Gil ha tomado los mandos de la Dirección General de Turismo para devolver a la comunidad “el tiempo perdido”.
Han sido meses duros y muy largos, pero La Rioja “ha aprovechado el tiempo para trabajar en las fortalezas y debilidades de su turismo, digitalizarlo y, sobre todo, dotarlo de la mayor seguridad posible”, requisito indispensable del sector en su cadena de valor. NueveCuatroUno charla con el director de Turismo, Ramiro Gil, para conocer los planes más inmediatos de la comunidad.
– Llega al cargo en una momento complicado, con una pandemia que ha afectado plenamente al sector. ¿Cómo asume el reto?
– Es un desafío complicado pero a la vez ilusionante. Tenemos que reestructurar lo perdido con otras líneas de actividad, sabiendo que la pandemia sigue entre nosostros, que no se ha ido. Todos los agentes del turismo debemos estar preparados para lo que nos demandan nuestros clientes y, por supuesto, lo que nos demande Salud. Seguimos manteniendo todas las medidas sanitarias para hacer de La Rioja un destino seguro.
– ¿El coronavirus ha truncado la estrategia de Turismo? ¿Ha habido que empezar de cero?
– Lo ideal hubiera sido conjugar los avances en el sector con los visitantes, pero este tiempo nos ha servido para reflexionar y trabajar intensamente en los planes de sostenibilidad por zonas geográficas de La Rioja, actualmente nueve. Estos meses nos han permitido conocer de primera mano nuestras fortalezas y debilidades en cada territorio y además, gracias a la aparición de las mancomunidades por zonas geográficas, hemos detallado la situación turística de la región de primera mano. Tenemos una radiografía muy buena encima de la mesa sobre todo lo que tenemos, cómo lo tenemos, qué tenemos que corregir y dónde somos más fuertes.
Sabemos que las cosas se están haciendo bien porque la comunidad cuenta con una puntuación de 4,5 sobre 5 con respecto a las valoraciones de los visitantes. Con todo, nuestro reto es recuperar el tiempo perdido y que en estos dos próximos años podamos recuperar la situación.
– Las fronteras ya están abiertas, ¿cuáles son los planes de la región para ser un destino atractivo en este nuevo escenario?
– Ya tenemos puesta en marcha una campaña de promoción que no queremos que acabe con el verano. Pretendemos desestacionalizar el turismo y convertirlo en una constante en todas las estaciones, porque tenemos recursos para todo y hay que aprovecharlos. Además de esta campaña, que ha sido una prolongación de ‘Reserva para volver’, el proyecto que se lanzó el pasado año para reactivar el turismo regional, se han hecho cambios en grafía y montaje y estamos trabajando en la misma línea.
Vamos con la misma marcha y misma referencia, con la idea de ampliarla hasta 2022 y desarrollar otra campaña responsable que se ponga en marcha en septiembre y octubre para cubrir todo el año, adaptándola en cualquier momento a cualquier suceso que pudiera venir.
– ¿Cuál es el secreto para ofrecer un turismo de calidad?
– Vamos por muy buen camino. Ahora lo que nos hace falta es convertir nuestros destinos en ‘destinos 10’: amables, saludables y seguros. Que las experiencias sean ‘de 10’ e inviten a venir y quedarse. Por parte de la Administración, además de invertir en promoción para que los proyectos turísticos mejoren, es necesario que se monitoricen los sectores para ver en qué fallamos y llegar al ansiado 5 de los visitantes. Este proceso pasa por que los agentes del sector estemos preparados y concienciados en que la excelencia es la única forma de hacer un turismo sostenible y a largo plazo. Apostamos por la excelencia.
– Para conseguir esa excelencia es importante que la región cuente con buenas comunicaciones e infraestructuras de transporte.
– Lógicamente, cuantas más comunicaciones tengamos, más posibilidades habrá de que los turistas vengan. Afortunadamente, la comunidad tiene una red de comunicación excelente. Tenemos la AP-68 que la cruza y que nos permite la llegada de turistas importantes. El tren también es fundamental y es importante que el AVE nos atraviese, siempre que consigamos que el turismo sea sostenible y no invasivo. Tiene que ser muy controlado y respetuoso con el medio ambiente para que podamos disfrutar de los recursos que tenemos ahora y siempre. Es necesario dejar una buena herencia.
– La Rioja se postula como una de las ‘enorregiones’ por excelencia a nivel mundial. ¿Cómo se consigue ese hito?
– El producto lo tenemos. Producimos en la región los mejores vinos del mundo, por lo tanto ya tenemos una parte importante. Lo que hay que hacer es posicionar nuestros mejores vinos en el mundo entero. Además, lo que pretendemos con este proyecto es poner en valor no solamente el producto, sino la técnica o la cultura a disposición del mundo entero para que la región se convierta en un laboratorio de conocimiento de la vid y el vino y que podamos aportar y compartir experiencias. Hacer de La Rioja un centro enológico de referencia mundial donde se puedan compartir nuevos proyectos de investigaciones que nos aporten ese posicionamiento internacional.
– El enoturismo implica mucho más que el gusto por el vino.
– Por supuesto. El mundo enológico conlleva todo: desde el agricultor que con su trabajo se ocupa y preocupa de las vides, hasta los paisajes bellísimos que nos deja, pasando por una riqueza cultural, patrimonial, económica y turística que tenemos que explotar. Tenemos vino, gastronomía, historia… y somos una comunidad pequeña que se recorre en una hora, donde podemos disfrutar de yacimientos paleontológicos, pueblos celtíberos, pistas de esquí, turismo deportivo, una gran capital como es Logroño…
En un día podemos hacer muchas cosas y eso es una ventaja con respecto a otras comunidades que tienen cosas muy bellas, pero también mucha distancia.
– ¿Por qué elegir La Rioja como destino turístico?
– Porque es un destino seguro, sostenible, de calidad, competitivo y digital. Además, es una región excelente que concentra todo tipo de turismo: gastronómico, enológico, cultural, deportivo, natural, paleontológico, familiar… Un turismo por y para todos.
