El Rioja

Tiempo de espergura: Rioja afronta la campaña determinante para su cosecha

Las viñas comienzan a llamar a sus dueños. Las hojas ya ocultan los brazos de las cepas en las zonas más orientales y bajas, mientras que los primeros brotes ya asoman la cabeza en las zonas más frías y tardías. Es, junto a la poda, la campaña más importante de cara a la gestión de la vegetación que determinará, finalmente, la cosecha final. De ahí que los viticultores se armen de fuerza para pasar jornadas ‘agachaos’ quitando y dejando brotes, con sabiduría y criterio.

En los pedregales de Tudelilla más cercanos al río Ebro ya ha arrancado la campaña de la espergura, o escarda, como dicen por la zona. “Aquí esta labor está muy vinculada al factor altitud, porque las viñas que tenemos a más de 600 metros están prácticamente recién brotadas”, apunta David Bastida, enólogo de Bodegas Ortega Ezquerro.

Tres portugueses vecinos de esta localidad de La Rioja Baja recorren desde hace escasos días los renques de las cepas más avanzadas mientras los suelos más altos de la zona de Carbonera van acumulando horas de calor para dar rienda suelta al crecimiento vegetativo. “Sin contar la diferencia temporal en la espergura de una viñas y otras, tardaremos unas dos semanas en hacer las cerca de 18 hectáreas que tenemos en plena producción”, tantea David.

Su cuadrilla “autóctona”, también es quien se encarga de podar algunas de las viñas propiedad de la bodega. “Quien poda es quien mejor puede desempeñar luego la tarea de la espergura porque ha visto la fuerza de la viña. Es una manera de empezar a gestionar el vigor de la vid, la masa vegetativa y la futura carga de la cepa”.

Este año, más si cabe, es muy importante controlar la cosecha ante las perspectivas de ventas y rendimientos. “Hay que tener claro que no podemos llegar a vendimias con un cosechón. Además, dejar toda la eliminación de uva para la vendimia en verde resulta caro para el viticultor porque en este momento la planta ya es más grande y el manejo, menos cómodo. Con la escarda se busca repartir bien la futura vegetación para controlar aquellas viñas que vienen con más fuerza y poder sujetarlas”, recalca el enólogo de Ortega Ezquerro. En su caso, cada año realizan una vendimia en verde para sus garnachas, “no buscando la reducción en kilos sino la potenciación del factor calidad”.

Desde Badarán, Pilar Martínez aguarda expectante los cambios meteorológicos para que las cepas de Bodegas Martínez Alesanco estén listas para espergurar. Por esta zona se estima que para San Isidro, “en función de cómo de calurosos vengan estos días con la humedad que ya tiene el suelo”. Una campaña que podrá prolongarse hasta finales de junio y que, como es tradición en la familia, desempeñará una cuadrilla procedente de un pueblo cordobés.

“Llevan con nosotros casi 30 años. Antes venían los que ya son abuelos y ahora vienen sus nietos. Durante la temporada anterior pudieron venir con sus respectivos permisos y es que aquí tienen una casa bastante grande, con habitaciones individuales, varios baños y comedores, un amplio patio… Y lo más importante, tienen la experiencia suficiente para desempeñar esta tarea”, incide Pilar.

Apuesta por esa contratación en proximidad que desde las instituciones defienden, pero reconoce que “lo importante es un buen manejo del viñedo en verde porque de ello dependerá luego la recolección”. Estos trabajadores temporales desplazados conocen de memoria los diferentes viñedos, sus peculiaridades, las diferentes técnicas a aplicar en función del vigor y variedad. “Lo saben todo y por eso no tenemos dudas de que son los que mejor capacitados están para hacerlo”.

El año pasado Bodegas Martínez Alesanco proporcionó test de antígenos a sus trabajadores y la campaña de la espergura se saldó sin incidentes en lo que a contagios respecta. “Para este año todavía no sabemos cómo se va a gestionar lo de las pruebas PCR gratuitas anunciadas por el Gobierno, aunque reconozco que es complicado de diseñar”, señala Pilar.

Gobierno

La Comisión de Flujos Migratorios ya determinó durante el mes de marzo las normas para la campaña de espergura 2021 en La Rioja con el fin de preservar las medidas sanitarias ante una labor agrícola que moviliza, según los datos de la Seguridad Social en La Rioja, a unos 3.500 trabajadores temporales.

De ahí que las instituciones hagan hincapié en la contratación en proximidad para evitar movimientos masivos en estas fechas en las que la incidencia del virus no da tregua a pesar del avance de la vacunación. Tal y como señalaron, el Gobierno de La Rioja asumirá de nuevo la realización y coste de las pruebas diagnósticas pertinentes a los trabajadores temporales agrarios desplazados.

Asimismo, la plataforma web ATAD (Registro de Trabajadores Agrícolas Desplazados) continúa operativa como herramienta principal para gestionar la petición de pruebas diagnósticas y a disposición al sector, así como la Bolsa de Empleo Agrario para facilitar la contratación en proximidad.

Desde la Delegación de Gobierno se reforzará el control de los contratos que se firmen dentro de esta campaña para garantizar los derechos de los trabajadores, así como que se cumplen los protocolos sanitarios durante el desarrollo del trabajo en el campo y en los alojamientos.

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