La Rioja

Pareja y pandemia: cómo afrontar los nuevos desafíos

El confinamiento es un gran enemigo de las relaciones de pareja. Aparecen nuevos desafíos relacionados con la dependencia emocional, el encierro y la imposibilidad de compartir momentos con terceros. Causas, consecuencias y soluciones para una vida feliz en pareja durante la pandemia.

El impacto de la pandemia Covid-19 se ha dejado sentir en todas las esferas sociales: el teletrabajo y las videollamadas han reemplazado las reuniones presenciales, ya no recordamos un festejo con más de cuatro o seis personas, nuestra asistencia a eventos depende de aforos y los encuentros más cotidianos ahora deben ser mediados por distanciamiento y mascarillas.

Las relaciones de pareja también han cambiado y mucho. Si bien cupido ha seguido haciendo de las suyas y aun en los peores momentos de aislamiento social pudieron nacer nuevas historias de amor, también son muchos los casos de parejas constituidas que no han sobrevivido al confinamiento y las restricciones sociales.

Según los expertos, el confinamiento, la rutina, la imposibilidad de sociabilizar con terceros y la dependencia emocional, son las principales causas de ruptura en la era Covid. En este artículo, abordaremos cada uno de ellas, así como sus consecuencias y soluciones.

Dependencia emocional: El mito de la media naranja

Si antes del confinamiento, uno o los dos integrantes de la pareja tenían baja autoestima, miedo a la soledad u obsesión por el otro, es muy probable que este último año se haya generado una dependencia emocional muy tóxica para la pareja.

“La persona dependiente muestra un patrón persistente de necesidades emocionales insatisfechas que se intentan cubrir de una forma desadaptativa con otras personas”, comienza a explicar Sonia Castro, orientadora del Instituto Europeo de Psicología Positiva. “Se trata de una necesidad afectiva extrema hacia la pareja sentimental; de forma similar que un drogadicto necesita su dosis sí o sí, la persona dependiente necesita a la persona de la que depende y es que en la dependencia emocional operan similares mecanismos de refuerzo positivo como en otras adicciones, que acaban generando dependencia psicológica casi incontrolable en el sujeto”, agrega.

Entre otras razones, la dependencia emocional se desarrolla por los mitos del amor romántico que generan en nuestra sociedad, como el de la Media Naranja: “Pensamos que somos seres incompletos hasta que aparece nuestra media naranja, la persona que rellena la parte que nos falta. La influencia de los mitos románticos incrementa la probabilidad de establecer una relación de dependencia en la pareja”, explica Castro.

Si crees que estás en una relación con estas características, puedes encontrar más información aquí de la dependencia emocional.

Una relación dependiente, no es sana

Como consecuencia, aparecen sentimientos negativos, ansia desmedida por recibir cariño, posesividad, preferencia por las relaciones asimétricas basadas en la sumisión y la subordinación y la ruptura con amigos y familiares.

La persona solo quiere estar con su pareja, reduce su mundo a ella y esto genera una relación enfermiza y obsesiva. Obviamente, todo esto se potencia con el aislamiento social por la pandemia.
“¿Crees que sólo hay una pareja ideal para ti?, ¿tu pareja llena por completo todos los aspectos de tu vida?, ¿piensas que la plena compenetración sexual es una prueba inequívoca de amor?, ¿crees que cuando alguien está enamorado/a no siente atracción por otras personas?, ¿quieres salir de una relación tóxica y no sabes cómo? Si has contestado que SÍ a varias de estas preguntas, es posible que haya llegado el momento de pedir ayuda a un psicólogo profesional”, recomiendan desde el IEPP.

Encierro y soledad: la rutina amenaza a las parejas

Aun las parejas más felices y saludables han atravesado períodos críticos durante el aislamiento preventivo. Porque las parejas, se han vuelto “parejas solas”. Las medidas de restricciones sociales impiden socializar con terceros y esto genera un contexto más propicio para el aburrimiento, la rutina y la dependencia emocional de la que hablamos más arriba.

Según el Consejo General del Poder Judicial, las demandas de separación y divorcio aumentaron un 16,6 % en el último trimestre de 2020 y se ha registrado también un incremento interanual en otras formas de disolución matrimonial.

Lo que ilustran las cifras es lo que podemos percibir en cualquier conversación con una persona que afronta estas difíciles épocas en pareja. Y es que la pareja es, por definición, un encuentro voluntario y social, dos conceptos duramente avasallados en el último año.

Terapias online: La luz al final del túnel

Dicen que el amor lo puede todo. Pero cuando hablamos de relaciones dependientes, problemas de autoestima u obsesión, lo más seguro es que esas personas necesiten ayuda profesional. Y cuando antes, mejor.

Los expertos del IEPP recomiendan “iniciar un tratamiento terapéutico y superar este momento de dependencia emocional juntos”. Para ello, disponen un servicio de psicología online para resolver dudas y evaluar si es necesario iniciar un proceso a través de una primera cita gratuita.

Los problemas en las relaciones de pareja se ocasionan por problemas de cada uno de sus integrantes, y para resolverlos hace falta llegar a su raíz. Este tipo de inconvenientes son más comunes de lo que pensamos y, afortunadamente, con la ayuda profesional adecuada se pueden solucionar y superar.

La psicología positiva puede ser una herramienta muy eficaz para este tipo de situaciones, ya que es un tratamiento muy innovador para abordar cualquier malestar psicológico. “Gracias a los avances en las ciencias de la salud se ha observado que este modelo es más eficaz cuando se complementa con estrategias que trabajen la optimización de los recursos, de las fortalezas que todas las personas tienen presentes”, puntualizan los responsables del IEPP.

El objetivo, siempre, será que una relación de pareja haga feliz a quienes la componen y les permita afrontar los desafíos viejos y nuevos, aunque una pandemia los obligue al aislamiento.

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