Cultura y Sociedad

En las entrañas de la antigua Calagurris

Fue a finales de los años 70. Un grupo de enamorados de la historia calagurritana descubrieron que en una bodega de la calle San Andrés había algo especial. Habían oído mil veces hablar sobre la Calahorra subterránea pero poco se había podido demostrar. ¿Eran tramos romanos, eran bodegas modernas? Pero en ese momento todo cambió. Se pusieron manos a la obra y demostraron que se trataba de una cloaca romana.

Todo un hito que comenzó hace poco más de cuarenta años, cuando un jovencísimo José Luis Cinca y otros voluntarios de Amigos de la Historia no tuvieron reparos en remangarse los pantalones y bajar al fango. Y fue así literalmente porque los primeros trabajos no fueron fáciles y limpiar ese lugar arcano que albergaba debajo de su bodega Moisés Arnaiz, un vecino de la calle San Andrés, que tenía una de las mayores joyas arqueológicas de la ciudad justo debajo de su casa.

Fue en 1979 cuando Amigos de la Historia comenzó la limpieza del primer tramo. En enero de 1980 aparecería allí entre el fango y los escombros el sello de Eneas; quince años después, en el verano de 1995 se abrirían por primera vez al público. Sólo serían siete años pero miles de personas agacharon del riñón para ir de un lado al otro de esos 41 metros que hay excavados. “Al principio era sobretodo gente de Calahorra, luego empezó a llegar gente de otros municipios cercanos y los últimos años ya venia gente de Bilbao, de Madrid…”, cuenta José Luis Cinca, de Amigos de la Historia.

Por el año 2002 el ayuntamiento decidió pedir la declaración como Bien de Interés Cultural, que no supuso más que un perjuicio y provocó que nunca más se volviesen a visitar.

Casi dos décadas después, este lunes comienza la segunda parte de la historia de las cloacas con la excavación arqueológica de unos diez metros más. Todo ha sido gracias a la constancia de Amigos de la Historia y de casi 130 calagurritanos que han decidido aportar 7.550 euros en donativos para que la excavación sea posible.

Con la emoción de volver a abrirlas de cara al público, posiblemente en el año 2023, esta semana se presentaba el proyecto a la prensa. “Con este paso se marca un antes y un después tanto en el conocimiento de esa obra de ingeniería como desde el punto de vista turístico y de nuestra historia”, señala José Luis Cinca al que no podía borrársele la sonrisa de la cara.

Durante un mes la empresa Labrys Arqueología va a profundizar en la historia calagurritana. Asun Antoñanzas era la encargada de detallar en qué consistirán los trabajos de los próximos 30 días. “Vamos a excavar,  quitar las tierras que haya, clasificarlas y cribar todo lo que vayamos sacando a ver que restos encontramos”, contaba. ¿Y qué podemos encontrar? “En el tema de cloacas es muy habitual encontrar pequeños trozos de cerámica pero también nos podemos encontrar con otro tipo de piezas como pendientes, entalles, cosas que se caían y terminaban en las cloacas…” cuenta. “Haremos fichas, documentaremos y realizaremos un informe para el ayuntamiento, la asociación y la Consejería al servicio de conservación del patrimonio”.

No va a ser un trabajo fácil. Las condiciones no son sencillas. Deberán trabajar de rodillas la mayor parte del día porque cuentan con 1.35 de altura a lo que trabajar con mascarilla tampoco facilita las cosas. “Lo haremos con piquetas y palas pequeñas” explicaba Asun. “Sabemos que nos vamos a encontrar con agujeros en la parte superior que era por donde caía el agua pero nos podemos encontrar con sorpresas”, detallaba.

Elisa Garrido detallaba también el trabajo que comenzará este verano de la plaza superior a las cloacas que está a punto de licitarse por parte del Ministerio de Cultura. “El objetivo es volver a conseguir que la cloaca sea visitable. Las obras de urbanización de la plaza comenzarán en junio y durarán aproximadamente un año (a priori, porque todos sabemos las complicaciones que hay en las obras de los cascos antiguos)”, decía.

“Tras ese año de obras habría que comenzar con el proyecto de musealización”, lo que hace que las cloacas puedan ser visitables allá por 2023, según la alcaldesa de la ciudad.

Los periodistas asistentes han tenido la oportunidad de volver a pisar el corazón de la Roma Antigua en Calahorra, una experiencia inigualable para todo aquel que respeta la historia de la ciudad. Una oportunidad que llegará al resto de los ciudadanos y que ofrecerá a la ciudad una opción más de demostrar que Calagurris fue una ciudad importante en la Antigua Roma.

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