La Rioja

Los riojanos no se quedan en casa y redescubren La Rioja en Semana Santa

Los riojanos no se quedan en casa y redescubren La Rioja en Semana Santa

La Rioja es una comunidad pequeña, no tiene mar y pudiera parecer que todo es ya más que conocido por los riojanos, pero la realidad es bien distinta. Vale que no hay playa. Ahí no hay discusión, pero tiene suficientes cosas que enseñar para los cinco días de ocio que los riojanos han tenido por delante.

Las medidas sanitarias y el confinamiento perimetral de La Rioja han hecho que los riojanos hayan tenido la oportunidad estos días de redescubrir la comunidad. ¿Que no se puede salir de La Rioja? Pues no se sale, pero eso no significa no poder salir de casa y no disfrutar de la naturaleza, de los recursos turísticos de la tierra y de un ocio responsable, seguro y de calidad.

La Rioja ha sido más protagonista que nunca de los perfiles de las redes sociales de los riojanos: pueblos con encanto, lugares mágicos, gastronomía rural, rutas, caminatas, saltos de agua, y muchas fotografías por sitios hasta ahora quizás desconocidos que han demostrado que La Rioja, a pesar de sus dimensiones, tiene un potencial enorme.

Ya no vale eso de “¿a dónde llevo a mis visitas cuando vengan?” Esta Semana Santa ha servido a los riojanos como ensayo de pruebas para el retorno del turismo nacional y de las visitas de amigos… cuando puedan volver a nuestra tierra.

Fuera de las habituales visitas en esta época a Los Picados en San Vicente, a Mercaforum en Calahorra o a las procesiones de los diferentes municipios riojanos; la naturaleza y los pueblos más pequeños han sido el destino prioritario durante los cinco días festivos demostrando que no hace falta irse muy lejos para disfrutar a tope de los días de asueto.

La Rioja de piedra

Los pequeños municipios de La Rioja Alta han sido un destino prioritario para muchos. Y si un municipio ha sido estos días fotografiado ese es Sajazarra. En la comarca de Haro, en torno a la confluencia de los ríos Aguanal y Ea y envuelto en un paisaje de extensos viñedos y otros cultivos se entremezclan edificios de un alto valor arquitectónico y cultural que han sorprendido a los que aún no lo conocían con sus secretos y ha servido de redescubrimiento para los que ya habían estado allí en alguna ocasión. El castillo medieval ha permitido a muchos riojanos para disfrutar de una Semana Santa diferente.

Briones, Herramélluri, Briñas, San Vicente de la Sonsierra y la ‘joya de La Corona’: San Millán de la Cogolla, que a pesar de no tener visitas guiadas estos días sí ha servido de refugio para muchos riojanos.

La cuna de la lengua ha sido protagonista de la visita de cientos de riojanos que han aprovechado estos días para disfrutar de los muros de los monasterios riojanos que guardan a fuego el nacimiento de la lengua castellana. Santo Domingo de la Calzada también ha sido un ir y venir de turistas ‘de casa’. Posiblemente, una de las fotos más vistas estos días son las del claustro de Santa María La Real.

La Rioja de agua

Pero no todo han sido piedras. También la naturaleza ha tenido un protagonismo inusitado estas vacaciones. Y ahí Matute se ha llevado la palma. La ruta del agua ha sido uno de los destinos preferidos estos días. El agua como protagonista ha servido a muchos riojanos para conocer de primera mano una de las zonas más desconocidas de La Rioja: la sierra de Rioja Alta.

El Alto Najerilla no ha dejado a nadie indiferente. Unas alubias en Anguiano y un recorrido de cuento que atraviesa el macizo rocoso situado entre Tobía y Anguiano. Un sendero que conduce hasta un pequeño salto de agua en un paraje conocido como Fuente de la Salud, hábitat para aves como el buitre común, el águila real, el búho real, el halcón peregrino o el cernícalo común.

Y de allí, a un pequeño paso: las Siete Villas, con deliciosos municipios bañados por el Najerilla, carreteras sinuosas para el disfrute de los moteros, y vacas y ovejas a pie de carretera que a cualquiera le haría trasladarse a cualquier otra de esas comunidades que tanto se veneran en lo referente al turismo rural.

Foto: Clara Larrea

Pequeños pueblos como Canales, Villavelayo o las dos Viniegras en las que cada calle prometen un lugar con encanto, donde el sol pega con fuerza en las horas centrales del día y la chaqueta es necesaria cuando éste se va escondiendo. Pueblos en los que el gusto por la arquitectura privada es más que evidente y en los que disfrutar de calles empedradas y puentes donde el rumor del agua refresca los sentidos. La parada obligada es la presa de Mansilla, para explicar la historia de un pueblo que dejó de serlo para dar vida y agua al resto de municipios.

Otro punto, sin duda de atractivo, ha sido El Rasillo y Ortigosa, donde las cuevas han tenido especial relevancia. Son las únicas acondicionadas para la visita turística en toda La Rioja con espectaculares muestras de estalactitas, estalagmitas, columnas y otras formaciones calizas.

La Rioja del aire

Tampoco han faltado turistas en el Valle de Ocón. Y es que La Rioja del aire también ha tenido sus adeptos. Disfrutar del Molino de Viento y de los paisajes que se contemplan desde allí de la ribera ha hecho que hayan sido muchos los que hayan optado por esta joya de La Rioja Baja. Aldealobos, Los Molinos y Pipaona han sido testigos de la llegada de decenas de turistas riojanos que han parado a degustar el cochinillo que de manera deliciosa saben tratar en el valle.

FOTO: Clara Larrea

Una ruta diferente que se podía complementar con un paseo por los Cameros o incluso con la zona del Jubera cuyo protagonista estas días ha sido la ruta de las antiguas minas de plomo; un lugar de gran valor cultural e histórico del valle. Allí es posible recorrer varios metros de galerías y conocer de primera mano los trabajos que se realizaban en las minas y las labores de explotación.

La Rioja más llena que nunca

Si un lugar este año ha tenido lleno absoluto ha sido la Cueva de los Cien Pilares de Arnedo. Con todas las visitas completas desde hace días, seis visitas guiadas por la mañana y seis por la tarde, han sido cientos de riojanos los que han pasado por allí durante estos días asombrándose de la labor que se ha hecho para acondicionar unas cuevas que estaban abandonadas desde hace décadas para convertirlas en un lugar mágico en el que la roca y la historia cuentan la vida de aquellos que vivieron antes que nosotros en estos pueblos.

“Ahora solo podemos hacer visitas de seis personas por turno, así que las hacemos un poco a demanda si viene el grupo completo”, comenta Raul Domínguez, concejal arnedano, encantado por la apuesta que han tenido los riojanos por las cuevas recién inauguradas.

Cueva de los Cien Pilares (Arnedo) | Foto: Ayuntamiento de Arnedo

Un poco más arriba la ruta de los dinosaurios también ha sido un lugar de esparcimientos para muchos riojanos. Con los niños como protagonistas de un recorrido en el que conocer a esos primeros ‘pobladores’ de esta tierra. Nada más que en el término municipal de Enciso hay catalogadas 1.400 huellas de dinosaurios en un buen puñado de yacimientos.

También ha colgado el ‘sold out’ Tierra Rapaz en Calahorra. “Ya desde hace días teníamos todo completo teniendo en cuenta que estamos al 50 por ciento de aforos”, cuenta su director, Luis Lezana. “Han sido miles las visitas que hemos tenido que rechazar con toda la pena del mundo”, comenta.

Las siete hectáreas de conocimiento de las aves han sido uno de los destinos preferidos para familias con niños. “Nos ha sorprendido porque nuestro público habitual es gente de otras comunidades, quizás porque los riojanos piensan que como está cerca siempre pueden venir a conocerlo”, detalla. “Por eso estamos muy agradecidos por la respuesta de los riojanos que han descubierto nuestro parque estos días con todas las novedades que tenemos para este año”, explica.

Si la resiliencia es la capacidad del ser humano para encontrar la parte positiva en momentos de dificultad, esa es la palabra con la que se pueden definir las vacaciones de Semana Santa de los riojanos que han dado vida a comercios, locales hosteleros y pueblos de nuestra comunidad. ¿A quién le hace falta coger un avión, estar pendiente de horarios, deshacer de maletas y post estrés vacacional teniendo estas maravillas sin salir de casa?

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