Cultura y Sociedad

El orgullo de Canales: regreso emocionante empañado por las restricciones

Si de algo nos han servido estos días de fiesta sin salir de La Rioja ha sido para descubrir y redescubrir pequeños tesoros de la geografía de la región. Uno de ellos ha vuelto a renacer después de un año largo sin poder pisar sus tablas: señores y señoras, bienvenidos de nuevo al teatro barroco de Canales de la Sierra.

“Volver a abrirlo ha sido muy emocionante, pero a la vez contradictorio. Queríamos que disfrutara el mayor número de personas posible pero, siguiendo las medidas, hemos vuelto con un aforo muy reducido, menos del 50 por ciento, ya que lo hemos calculado por distancia social, no por porcentaje de aforo completo”, explica Domingo García, director del teatro.

Una corrala del siglo XVIII que llevaba prácticamente 30 años cerrada “y en la que invertimos muchos esfuerzos en 2019 para recuperarla. El primer año tuvo mucha repercusión pero llegó la pandemia y el parón ha sido duro”. El retomar la actividad estos días festivos ha sido un chute de energía y un paso al frente para recuperar “esa inercia que teníamos antes y, sobre todo, las ganas de la gente”.

El público ha devuelto la confianza con ‘llenos’ absolutos estos días, -cada función ha acogido a cincuenta espectadores-. “Las entradas se agotaron varios días antes de las funciones y las sensaciones que hemos recibido en el propio teatro y a la salida de los espectáculos han sido muy buenas”.

Y es que, por mucho que la gente haya visto en fotos o vídeos este espacio, “cuando lo visitan ‘in situ’ se dan cuenta de que es un lugar mágico que te arropa, te sorprende y te hace parte de él”. A los visitantes les asombra que en un pueblo como Canales haya permanecido una construcción como esta tan bien conservada y, sobre todo, en funcionamiento. “Ha habido gente que no ha venido estos días a las obras, pero sí a visitar el teatro. Teníamos el área de autocaravanas completa y el entorno ha estado lleno de gente que ha llegado a conocer la localidad, en parte, por la corrala”.

Sin duda, la época donde el teatro cumple todas sus expectativas es en verano, “cuando más turistas hay en el pueblo y cuando aprovechamos para llevar a cabo nuestro Festival de Teatro Canales Demanda”. Pese a las trabas que está poniendo la pandemia para trabajar en las mejores condiciones, “aunque no nos podemos anticipar ni jugar a ser adivinos de lo que va a suceder, puedo decir que estamos preparando sorpresas fuera de temporada”. Eso sí, cruzando los dedos para que, por lo menos, “podamos seguir abiertos aún con limitaciones de aforos”.

Canales ha vuelto a abrir su joya más preciada con alguna que otra mejora en las instalaciones y con la misma filosofía de siempre: ofrecer una programación muy variada para todas las edades. No hay duda de que, disfrutar de la cultura en un entorno rural es un lujo al que deberíamos estar más acostumbrados. “Al final vienes a ver una obra, pero también un pueblo. Mientras esperas en la fila para entrar, pasa un rebaño a tu lado”. Y eso, sin duda, solo sucede en Canales de la Sierra.

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