La Organización Interprofesional del Vino de Rioja (OIPVR) y el Consejo Regulador están de renovación. Cerrado ya el plazo de nuevas acreditaciones, comienza ahora un recorrido de un mes (hasta el 30 de abril) en el que la Interprofesional informará de los colectivos presentes y de las posibles adhesiones. A partir de entonces, y con el recuento hecho, se podrán conocer los primeros escrutinios para conformar el pleno de ambas entidades.
Tal como dicta el acuerdo fijado entre el sector elaborador y productor, la presidencia se alterna en cada periodo de trabajo y para estos próximos cuatro años le toca el turno al sector productor, quien ostentará el cargo hasta 2025 al sustituir al actual presidente del Consejo Regulador, Fernando Salamero. Está previsto que el próximo 21 de junio la OIPVR y el Consejo inicien un nuevo periodo de trabajo con una nueva Junta Directiva.
En la cúspide de la pirámide se sitúa el presidente de la Federación de Cooperativas de La Rioja (FECOAR), Fernando Ezquerro, como primera opción, pero cada candidato deberá reunir 150 votos como mínimo para optar a su elección. Asimismo, las decisiones que toma el Consejo deben contar al menos con el 75 por ciento de los votos del pleno, es decir, 150 de los 200 si no hay abstenciones y al menos 50 de cada una de las dos ramas.
Con las cartas ya sobre la mesa, toca hacer lectura. Un centenar de votos adjudicados a la parte comercial y otros 100, a la productora, que se reparte entre las cooperativas y las organizaciones agrarias. Aunque la representación en el Consejo Regulador, calculada en base a la superficie de viñedo y litros de vino vendidos, provoca que, por ejemplo, la composición actual deje a 59 bodegas pertenecientes a Grupo Rioja (casi el 17 por ciento de las bodegas miembro) controlando cerca del 80 por ciento de la representación comercial, frente al resto de asociaciones del sector elaborador que aglutina a 282 bodegas.
Para este nuevo proceso de renovación, además, la balanza todavía augura un mayor desequilibrio tras la incorporación de Marqués de Cáceres al principal grupo bodeguero de la Denominación, así que el reparto de las fuerzas representativas es ahora el interrogante. No obstante, Grupo Rioja sigue contando con el derecho a voto efectivo porque el resto de la mesa no es capaz de alcanzar esos 150 votos necesarios, por lo que su apoyo es indispensable para sacar adelante cualquier acuerdo.
En las pasadas elecciones de 2017, el resto de agrupaciones bodegueras apenas superaron el 20 por ciento de la representación. La Asociación de Bodegas Familiares de Rioja sumó el ocho por ciento, a pesar de representar a 146 pequeñas empresas; la Asociación de Bodegas por la Calidad (ABC) también reflejó un ocho por ciento con tan solo diez bodegas; la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa (ABRA), con 121 bodegas, sumo el cuatro por ciento de los votos, mientras que los Exportadores de Rioja Alavesa (Araex), con solo cinco bodegas, representaron el dos por ciento.
