Educación

“La calidad forma parte de nuestra misión en valores; debemos ser rigurosos”

Garantizar una educación de calidad en todos los niveles no es tarea fácil. Y más en la enseñanza universitaria, donde mantener una cultura de calidad se ha convertido en una necesidad fundamental. La sociedad demanda una formación actualizada y constante que satisfaga los requisitos del mundo laboral.

Departamento de Calidad de UNIR | Foto: Clara Larrea ©

Actualmente, las administraciones públicas han desarrollado varios organismos que califican el nivel de formación impartida en las universidades, públicas o privadas, presenciales o en línea. Es más, no hay diferencia alguna en los filtros de acreditación que deben pasar estas dos últimas, algo que todavía levanta suspicacias entre algunos.

La Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) cuenta con un departamento de Calidad, el más grande de España, que se encarga de que los estándares de calidad exigidos por ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación) se cumplan.

“La calidad forma parte de nuestra misión en valores. Nuestro objetivo es la formación integral de nuestros estudiantes para que adquieran las habilidades y competencias que demanda la sociedad actual. Y para cubrir todas las expectativas debemos ser rigurosos”, señala Virginia Montiel, responsable del departamento de Calidad de UNIR en La Rioja.

El primer paso para poner en marcha un título universitario desde UNIR consiste en llevar a cabo estudios de mercado que arrojen las competencias más demandadas por la sociedad y las empresas. “Inicialmente se analiza la viabilidad de la titulación y a nuestro departamento, integrado por 27 personas, 19 de ellas en Logroño, ya nos llega el proyecto aprobado. Una vez que tenemos el listado de títulos que se van a incorporar a nuestra oferta informativa, asignamos un técnico de calidad que se coordina con expertos en la materia y plasman en un documento, la Memoria, lo que es la esencia del título. Esta memoria se envía al Ministerio de Educación y es evaluada por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad, más conocida como ANECA”.

Virginia Montiel, responsable del Departamento de Calidad de UNIR en La Rioja | Foto: Clara Larrea ©

El reconocimiento y la aprobación por parte de la Agencia es un “orgullo” por el trabajo realizado. “Además, la recepción de un informe favorable supone lograr el objetivo de ampliar nuestra oferta educativa y, por consiguiente, responder mejor a los intereses de la sociedad”.

Desde 2013, UNIR ha validado el cien por cien de los títulos presentados. “Llevamos 88 procesos de acreditación que corresponden a 75 titulaciones. Los master tienen que renovarse cada cuatro años. Los grados y doctorados, cada seis. Tenemos titulaciones que ya van por su segunda acreditación y eso significa lograr un objetivo que requiere mucho esfuerzo pero una gran satisfacción”.

La manera de acreditar un título es constatar que el Proyecto Formativo aprobado por ANECA se está llevando a cabo conforme lo planificado y cumpliendo los compromisos propuestos. “La Agencia envía a la universidad un panel de expertos que analizan todos los aspectos vinculados con la titulación, desde el Plan de estudios, los sistemas de evaluación, personal académico, resultados de empleabilidad… Lo importante es cuidar todos los detalles para garantizar la correcta implantación, porque la experiencia final de un estudiante va desde el primer contacto en nuestra web hasta más allá de recibir el título”.

Durante todo el camino recorrido por un alumno de la UNIR, la adecuación de los profesores desde el punto de vista académico, profesional e investigador es vital. “A veces, dependiendo de la titulación, puede haber un equilibrio entre las tres dimensiones o puede que interese más un nivel que otro. En el proceso de acreditación no solo se analizan datos, cifras o tendencias, sino que también se habla con todos los grupos de interés. Es muy importante que haya una buena experiencia tanto por parte del claustro como de los estudiantes”.

Virginia Montiel, responsable del Departamento de Calidad de UNIR en La Rioja | Foto: Clara Larrea ©

El recorrido hasta poner en marcha una nueva titulación es arduo. Desde que UNIR aprueba la propuesta y hasta que se implanta y recibimos a los alumnos puede pasar un año y medio. “Hay un periodo de elaboración y coordinación de todo lo que tiene que ver con la Memoria, pero además, una serie de plazos administrativos que implican que consigamos el informe favorable de ANECA, la resolución del Consejo de Universidades y la autorización de la comunidad autónoma. Nosotros intentamos minimizar los tiempos de elaboración, pero los últimos pasos no los podemos controlar”.

La escucha y adaptación continua es fundamental para modificar, si fuera necesario, los títulos existentes y hacerlos más prácticos. “Puede haber novedades legislativas, tecnológicas… Lo hemos comprobado ahora con la pandemia y hay que responder rápida y prácticamente a las demandas sociales. Incorporamos nuevas titulaciones, pero también analizamos las existentes para que sigan siendo igual o más interesantes de lo que lo eran. Escuchar al mundo empresarias, a los estudiantes, y a los profesores ayuda a conseguir, no solo la inserción laboral sino, que los profesionales mejoren sus habilidades para responder mejor a las empresas”.

UNIR ha logrado que dos de sus facultades, la de Empresa y Comunicación en 2019, y la de Educación en 2020, hayan conseguido la Acreditación Institucional que otorga el Consejo de Universidades. En estos momentos se está tramitando la Acreditación Institucional de la ESIT, Facultad de Ciencias de la Salud y Facultad de Derecho ya que cumplen los requisitos necesarios para su concesión.

Subir