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El deporte femenino riojano lucha por la igualdad: “Una mujer tiene difícil ser mamá”

Foto: EDF Logroño

El deporte femenino en España ha cogido un rol predominante. Por ejemplo, doce de las diecinueve medallas olímpicas que nuestro país consiguió en Londres 2012 fueron por parte de mujeres. En La Rioja, también es así. Y para darse cuenta, solamente hay que mirar los datos. Los nombres llaman la atención por sí solos: Sheyla Gutiérrez (ciclismo de carretera), Rocío del Alba (ciclismo de montaña) o los cuatro clubes en máxima categoría: el EDF Logroño en Primera Iberdrola, el Campus Promete en Liga Endesa de baloncesto, el Haro Rioja Voley en Superliga de voleibol y el Milenio Panthers, en la élite del hockey hielo. No es casualidad, solo esfuerzo y trabajo.

Tampoco se puede olvidar el gran papel del atletismo femenino, actualmente garantía de medallas en los campeonatos nacionales, con nombres como Patricia Ortega, Patricia Urquía o Elba Parmo.

Adrijana Knezevic (Campus Promete)

“Llevo en España casi diez años y sí que he notado un paso adelante en el deporte femenino. Se valora más. La Federación Española de Baloncesto busca la igualdad, que salgamos más en redes sociales y en Teledeporte, tengamos más seguidores y  que en todos los programas de deportes se hable de basket femenino. La gente viene más al Palacio, aunque ahora con la pandemia todo es diferente”, explica Adrijana Knezevic, jugadora del Campus Promete.

Foto: Campus Promete

Sin embargo, cree que la principal diferencia es económica: “Todavía nos falta mucho para llegar en un salario a la mitad de lo que ganan ellos, pero esto pasa en todos los deportes”. Sin embargo, observa un horizonte optimista: “Estamos mejorando con nuestro trabajo y sacrificio”. Aún así, las comparaciones son odiosas: “Con la ACB hay una gran diferencia. En los staff ellos tienen hasta ocho personas aparte de los entrenadores”

“Tienen más recursos porque pueden utilizar más sus instalaciones. Un equipo inferior de categoría masculina tiene más posibilidades de usar una cancha que nosotras”, continúa. Cambiando de tercio, se muestra satisfecha con su valoración y reincide en “el dinero, los recursos, las redes sociales y los espacios para participar, hablar y tener protagonismo”.

Jocelyn Urías (Haro Rioja Voley)

La mexicana Jocelyn Urías, jugadora del Haro Rioja Voley, critica las diferencias en el aspecto económico: “A nivel masculino se maneja más dinero que en el femenino. Siempre han apoyado más a los hombres y las empresas están con ellos. Las dos modalidades son exactamente lo mismo; peleamos por lo mismo, trabajamos lo mismo, pero ellos tienen siempre más apoyo. Siento que es algo que se debería mejorar poco a poco para que nosotras nos sintamos más incluidas. Los presupuestos siempre son una gran comparación”.

También pone el foco en la maternidad y sus problemas derivados: “Muchas mujeres siguen jugando al pasar sus 30 años e incluso, llegando a sus 40. Una mujer, si quiere ser mamá, tiene que limitarse y parar nueve meses. Pierde condición y se acaba retirando. Un hombre, en cambio, puede ser papá y seguir jugando. Siento que hay muchas cosas de por medio: el apoyo, la sociedad, el dinero. Pedimos que esa igualdad se vaya dando porque trabajamos igual de duro para el mismo objetivo”.

Foto: Haro Rioja Voley

Por último, reclama también la igualdad salarial: “Teniendo igualdad va a salir todo, el presupuesto, las instalaciones… Si estamos en una misma liga, obviamente no estaría nada mal que se nos pague por igual. Si hablamos de ligas mayores, entonces igual debería ser lo mismo, deberíamos pagar igual. No entiendo que a los hombres se les pague más, la sociedad ve y apoya más a los hombres por la potencia o la fuerza, pero es exactamente lo mismo”.

Ana Velázquez (EDF Logroño)

La futbolista del EDF Ana Velázquez valora los logros recientes del fútbol femenino: “Hemos conseguido el convenio colectivo y contamos con más derechos y mejores condiciones laborales. No generamos el mismo interés que los chicos, pero tenemos que ir poco a poco. Creo que es importante que empresas fuertes apuesten por el fútbol femenino. Se está luchando por profesionalizar la liga y si miras diez años atrás… ya no tiene nada que ver. Es una pelea justa y todas vamos en una misma dirección”.

En referencia a la percepción sobre el deporte femenino, afirma que cuandó empezó a jugar, “hace seis-siete años”, veía solo a los padres que viajaban con sus hijas y poco más. “Ahora es diferente. Hay más apoyo, pero podemos ir a más y es algo mejor. Tenemos que ir poco a poco. Ligas como la inglesa, la alemana y la estadounidense son ligas top, pero tenemos que fijarnos también en el proceso que han seguido para llegar a lo que son y aprender de ello”, termina.

¿Alguna experiencia negativa? “Me ha ocurrido alguna vez, lo típico que eres pequeña y juegas con chicos: ¿por qué juega esta niña? Lo típico, algo que no quieres ver, que no viene a cuento y eso siempre viene de fuera”. Y claro, Velázquez espera que eso cambie: “Ojalá la sociedad acepte los equipos mixtos. Seguramente siga pasando ahora, la sociedad es así; no la podemos controlar y cada uno ya sabe lo que hace”.

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