Cultura y Sociedad

Susana Hornos: “Con nuestras historias el cine sería más global y amplio”

Logroñesa, contadora de historias, tanto escritas como interpretadas, con muy buenos amigos y una mejor familia. Así se describe la actriz, escritora y productora Susana Hornos. Ella es precisamente una de las mujeres destacadas en la exposición didáctica ‘Mujeres en el cine’ que el Gobierno de La Rioja ha organizado con motivo de la celebración del 8 de marzo, Día de la Mujer.

Una iniciativa que pretende, en este caso, subrayar los logros y aportaciones de las mujeres riojanas en el mundo del cine, delante y detrás de las cámaras. “¿La verdad? Me da pudor que hayan pensado en mi para este proyecto. Es un orgullo, sobre todo, porque estoy rodeada de grandes profesionales de las que estoy a años luz. Pero es mi tierra, me han dado este lugar y estoy muy agradecida. Es muy bonita la iniciativa de hablar de mujeres y cine. Doy las gracias al Gobierno de La Rioja por este proyecto. Es importante abrir camino para que se trate con normalidad este tema”, explica Hornos.

Susana Hornos hace un repaso al panorama artístico femenino y avanza a NueveCuatroUno algunos de sus proyectos.

– ¿Cuál es su compromiso con el cine y el teatro? ¿Qué les aporta?

– El arte es un lugar donde no hay fronteras. En el resto del mundo cada día nos empeñamos en construir muros de todo tipo y llega el cine y los rompe de la forma más hermosa: contando historias y hablando de sentimientos de personas. Ese es precisamente mi compromiso con el cine. Es un universo enriquecedor. Conocer a mucha gente, el saber cómo alguien vive en Holanda o piensa en un pueblito de Asia, empatizar con cada persona y entenderla simplemente a través de poder contar juntos una historia. El cine es mágico y ético, y eso es lo que quiero hacer con él. El motivo de cada cosa que escribo o interpreto es crear historias donde la cultura, el país o la raza no importen.

– ¿En qué medida el arte puede transformar el mundo?

– Está claro que no puedes cambiar a alguien su forma de ver la vida mediante una película o un libro, pero puedes llegar a que, por lo menos, se hagan preguntas. Si alguien es racista o fóbico, no por ver una historia va a dejar de serlo, pero sí se preguntará cosas como ‘¿por qué estoy diciendo que estos son diferentes a mí si les pasa lo mismo?’ No es tanto transformar, sino llenar de preguntas al espectador. Te pasa con un buen libro, con un cuadro… y en ese sentido el arte es magia. Un cine honesto con lo que somos, desde la comedia, o el disparate pude hacernos reflexionar, no hace falta que sea un drama.

– ¿La mujer está reconocida en el mundo del cine?

– Los datos son los que son y, aunque afortunadamente este año en los Goya ha habido más representación, si lees los datos de subsidios, apoyos, ayudas, festivales, jurados en estos festivales… la presencia de la mujer sigue siendo un trabajo por hacer, tanto por hombres como por mujeres. Es un ‘todos a una’ sobre todo por alcanzar una creación mucho más adulta. Un ejemplo: cine de terror hecho por mujeres. Nuestros miedos no son los mismos, no significan que sean mejores o peores, pero son diferentes, por lo tanto la historia será diferente. Y pasa lo mismo con la gente mayor. Me encantaría ver más personas de 60, 70 y 80 años en la pantalla de cine y televisión, no solo porque a nivel actoral nos dan mil vueltas, sino porque sus historias son tan importantes como la de los chicos de 25. Siempre que falta un rasgo de la sociedad las historias caen.

– El papel de la mujer en el cine, ¿representa el rol que tiene en la sociedad?

– Todavía nos falta mucho pero sí ha habido un gran avance los últimos años, principalmente porque hay mujeres detrás de un guión o detrás de una cámara. No solo somos la ‘mujer de’, o la heroína, o la ‘mala malísima’, hay más. El ‘carne y hueso’ de verdad es lo que falta y ahora, poco a poco, está más representado. Me alegra poder verme reflejada en personajes más reales en cine o televisión. Antes decías: ‘No tengo ninguna amiga que sea como esta mujer’. Siempre va a faltar recorrido porque llevamos muchos años de retraso, pero bienvenido sea.

– ¿Cómo cambiaría el sector con una mujer detrás de la cámara, escribiendo un guión o produciendo?

– Sería totalmente diferente, pero hay que atreverse. Y eso no significa entrar en este mundo para repetir cánones de otros. Si de verdad nos arriesgamos a hacer nuestras propias historias, si nos atrevemos, sería un universo más global y amplio. No necesitamos contar otras cosas, solo hace falta otro punto de vista.

– Además de actriz, usted también es productora. ¿Cómo decidió poner en marcha Hache Producciones?

– He vivido veinte años en Argentina y allí no esperas a que te llamen. Existe la figura de la cooperativa teatral, y así empecé a producir. Aprendí a que no hay que quedarse en casa, sino dirigir, escribir, juntarse con un buen equipo y salir adelante. Han sido muchos años de creer en esta forma de trabajo y de aceptar que tienes que generar tus propios proyectos. Esa es la mejor forma de contar tus historias.

Volví a España y fue como empezar de cero, así que dije: voy a hacer la labor de hormiguita, estudiar cada día, hacer castings.. pero, en paralelo, generar proyectos. Y así surgió Hache Producciones, que, por cierto, tiene la sede en La Rioja porque hay un hilo emocional muy estrecho con mi tierra. De dónde parten las historias tiene que ver mucho con La Rioja.

– ¿En qué está trabajando ahora?

– Este año ha sido terrible para todos y por supuesto para esta profesión, por todo lo que implica una gira o rodaje, pero yo he sido una afortunada y he seguido trabajando. Ahora estrenamos en TVE la cuarta temporada de ‘Estoy vivo’, que hemos estado grabando desde agosto. Además, acabo de llegar de Bulgaria, donde estamos rodando junto a Trsitán Ulloa y Marta Millans la película ‘Stoyan’, en la que actúo y además produzco. El proyecto verá la luz a final de año.

– ¿Y para cuándo una visita a su tierra?

– Mi familia está allí, entre Logroño y Fuenmayor. Llevo desde julio sin ir porque arranqué a grabar y conlleva muchísima responsabilidad ya que mis padres están estupendos pero tienen una edad. Tengo infinitas ganas de ir y quizá aproveche la exposición y, con la PCR en la mano, voy a verles. Es muy extraño no poder ir una vez al mes y dar un paseo por La Laurel y, por supuesto, por mi Fuenmayor.

Subir