Los Goya más riojanos de la historia se han marchado plagados de nominaciones y escasos premios. Hasta tres nominados de la región (cinco, si se quiere estirar el árbol genealógico de los nominados) concurrían en la carrera por las estatuillas y solo un ‘cabezón’ ha satisfecho las aspiraciones: el de Patricia López Arnáiz por su papel protagonista en ‘Ane’.
Javier Cámara era el rostro riojano más visible de la alfombra roja. No es para menos. De haber conseguido un premio habría igualado a una leyenda del calibre de Fernando Fernán Gómez. Palabras mayores. Pero, de nuevo, Mario Casas se ha interpuesto en el camino hacia el Goya y -al igual que en los Feroz- el madrileño ha cerrado la noche como el mejor actor del año por su papel en ‘No matarás’.
El de Albelda de Iregua está a solo un Goya de tener tantos como Fernando Fernán Gómez en su faceta de actor (tiene otros dos como guionista y otro como director), maestro entre los maestros de la interpretación en celuloide. Cámara tiene dos hasta el momento, pero sigue siendo uno de los talentos más cotizados por productores y directores, lo que le da esperanzas más que razonables para lograr su tercera estatuilla a corto o medio plazo.
En esta trigesimoquinta edición de los Premios Anuales de la Academia, Javier Cámara no ha sido el único riojano con opciones de alcanzar el trofeo más preciado del cine. Bernardo Sánchez estaba nominado al premio al mejor guion adaptado por ‘Los europeos’ de su paisano y mentor Rafael Azcona. El premio, en cambio, lo han logrado David Pérez Sañudo y Marina Parés Pulido por ‘Ane’.
Y la representación riojana va mucho más allá, teniendo en cuenta la ascendencia de algunos de los nominados. La más destacada es la de Patricia López Arnaiz, alavesa con antepasados familiares de Cenicero, la gran favorita para lograr su primer Goya como protagonista por ‘Ane’, que no defraudó a las quinielas. En cierto modo, Pradejón también ha estado presente en la gala de los Goya, ya que de allí son los padres de Arantxa Ezquerro, nominada al mejor diseño de vestuario por sus creaciones para ‘Las Niñas’ (el galardón lo conquistó Nerea Torrijos por ‘Akelarre’).
Por último, Jaime Colis (hijo del pintor Octavio Colis) optaba a su primer Goya por el montaje de ‘Adú’ (se hizo con la estatuilla Sergio Jiménez por ‘El año del descubrimiento’).
