Señor Izquierdo, sepa usted que los niños de la escuela concertada tienen también por costumbre respirar, y que ellos también viven en un mundo en el que existe una pandemia contra la que todos tenemos que luchar. ¿Por qué los medidores de CO2 están destinados únicamente a la escuela pública? ¿Por qué las partidas presupuestarias anti-COVID solo se destinan a la escuela pública?
No entiendo a qué viene esta discriminación. Los padres de la concertada, hagamos uso o no de la escuela pública, también la pagamos con nuestros impuestos. Y sin ánimo de entrar en el manido y demagógico debate que ustedes alegan de que a la escuela concertada solo acuden familias por motivos racistas o clasistas (huelga decir que en la escuela concertada hay familias de todo tipo de condición económica, de todo tipo de nivel cultural, de diversos orígenes, culturas y religiones, y de diversa opinión política, y si no lo saben, es que no han hecho bien su trabajo y no conocen sus colegios), ustedes son los políticos elegidos por el pueblo que tienen que gobernarnos a todos, cuidar de todos, ayudar a todos, sin distinción ni discriminación.
La escuela concertada no la hemos inventado nosotros. Los que la elegimos, lo hacemos movidos por muchos motivos, tantos que no caben en una carta; cada uno tiene los suyos y son tan respetables como los motivos que llevan a otros padres a elegir una escuela pública. ¿Acaso alguien a pesar de pagar impuestos y contribuir así a la sanidad pública entre otras cosas ha dejado de acudir a un dentista privado, a un psicólogo privado o a un ginecólogo privado cuando lo ha necesitado? Y eso no nos excluye de ir a nuestro centro de salud si lo necesitamos. No seamos cínicos.
*Puedes enviar tu ‘Carta al director’ a través del correo electrónico o al WhatsApp 602262881.
