La Rioja

Javier Galiana: “UNIR está orgullosa de haber nacido en La Rioja y contribuir a su impulso”

La Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) no ha cesado en su empeño por la formación y capacitación de los ciudadanos en los conocimientos, habilidades y competencias que demanda la sociedad en cada momento desde su nacimiento en 2009.

La integración social y el apoyo a los colectivos más vulnerables han sido siempre piezas claves en su desarrollo, y más este último año con la crisis generada por la pandemia. “Orgullosos de haber nacido aquí y contribuir al impulso de nuestra tierra”, afirma Javier Galiana, director ejecutivo de UNIR, quien se muestra satisfecho de las numerosas iniciativas puestas en marcha por la universidad para contribuir al desarrollo de la comunidad.

– ¿De qué forma contribuye UNIR al impulso social de La Rioja?

– La educación superior de calidad es una palanca social que apoya la inclusión y la igualdad. Nuestro modelo sitúa a los estudiantes en el centro y todo gira en torno a ellos. Desde UNIR sentimos una enorme responsabilidad y compromiso con nuestra región, sobre todo en el momento actual. La universidad tiene que estar cerca, aportar investigación y transferirla; ayudar a solventar los problemas de las empresas; y a los alumnos apoyarles en la empleabilidad fomentando la creación de nuevos puestos en la región; y, por supuesto, reforzando la propia digitalización de La Rioja.

– ¿Cuáles son los pasos que se han dado para que esa “palanca” funcione”?

– Durante los últimos meses, muchas personas están pudiendo acceder a una educación incluso en zonas donde antes no llegaba. Para que eso trascienda al resto de la comunidad, nos apoyamos en las entidades sociales que, hoy en día tienen, si cabe, mucho más mérito dadas las circunstancias. Lo primero que hacemos es capacitar a su gente para que ellos mismos preparen para el empleo a las personas a las que atienden.

En Cáritas, por ejemplo, desde el 2015 llevamos realizados seis programas denominados ‘Juntos por el empleo’, donde se han formado más de trescientos participantes y, del total, el treinta por ciento han encontrado trabajo. Con Fundación Pioneros acabamos de firmar un convenio de colaboración para orientar a los jóvenes en riesgo de exclusión al empleo, apoyar la digitalización de la asociación y colaborar en diferentes líneas de investigación del ámbito educativo familiar. También colaboramos con Aspace, Cocina Económica o Banco de Alimentos. Además, UNIR cuenta con un Servicio de Atención a las Necesidades Especiales (SANNEE) que atiende a 450 personas mediante contenidos adaptados.

Además, otro aspecto imprescindible para impulsar nuestra tierra es la dinamización de la cultura, por ello promovimos la iniciativa ‘Los genios del Prado’, donde destacados especialistas en Historia del Arte explicaron la obra de seis grandes genios de la pintura en la colección de este gran museo.

– Como claro ejemplo de lo que es una empresa nativa digital, ¿son la digitalización y la formación las herramientas clave para sobrevivir al momento actual?

– Sin ninguna duda. Es imprescindible hacer escucha activa, saber lo que está pasando a nuestro alrededor. Sin ir más lejos, con la FER hemos trabajado de forma muy cercana porque, como dicen ellos, “estamos en un momento donde la competencia es global y hay que diferenciarse” y ahí entra la digitalización y la formación. Hicimos encuentros sectoriales con la Federación donde acudieron más de mil personas y lo que nos pedían es que la Universidad estuviera cerca de las empresas para poder hacer frente a la nueva realidad.

Las propias ONGS, que son las que están más cerca del día a día, nos han comunicado que necesitan un cambio urgente, acelerado por el COVID, para poder seguir realizando su actividad, sobre todo en cuanto a digitalización y formación de su gente. Además, y de la mano del Gobierno de La Rioja, pusimos en marcha un Seminario para formar a quinientos docentes riojanos en competencias digitales para que pudieran desarrollar de mejor manera sus clases online.

Y no podemos olvidarnos de la investigación, ahora más que nunca. Nuestro vicerrector de Investigación siempre dice que “es la mejor forma de romper las fronteras del conocimiento”.  Qué mejor que desde la Universidad para acabar con esos límites y, por supuesto, ponerlo al servicio de la comunidad.

– Estamos ante una crisis sanitaria que ha desembocado en otra económica. La generación de empleo es vital. ¿Cómo se enfrenta UNIR a este reto?

– El empleo es uno de nuestros puntos vitales, por ello trabajamos en varias direcciones: la propia generación de puestos desde la UNIR; la dinamización del empleo de la comunidad, la cercanía con las empresas dándoles soluciones y la capacitación e integración laboral en las entidades sociales. Nosotros mismos hemos generado varios puestos de trabajo en los últimos meses.

Nuestro compromiso con el empleo es trascendental pero no es solo cosa nuestra. La dinamización debe ser completada por todos. Con ayuda del Ayuntamiento de Logroño, por ejemplo, formamos a cincuenta personas desempleadas para que pudieran aspirar a un trabajo y un 33 por ciento lo han conseguido. Además, también tenemos Ferias de Empleo virtuales con más de 10.000 ofertas y donde han participado más de 1.300 empresas y hemos contado con más de 27.000 candidatos.

– ¿Cuántos trabajadores conforman la Universidad Internacional de La Rioja y cuál es su perfil?

– Contamos con una estructura dividida en dos partes: el personal de Gestión y Administración (PGA), y el personal docente e investigador. Los primeros suman 749 trabajadores, de las cuales 76 se han incorporado desde octubre. En cuanto a profesores, tenemos 1.655, 209 desde el último cuatrimestre.. En el perfil en la parte de PGA, la media de edad del trabajador es de 36 años y el setenta por ciento son mujeres. En relación a los docentes e investigadores, la media sube hasta los 45 y el 55 por ciento son mujeres.

De las 76 incorporaciones, 24 han sido en el departamento de tutorías, vital porque forma parte del acompañamiento a nuestros estudiantes; once al área de vinculación con la empresa y en la parte de contenidos otras once. Todas y cada una de las incorporaciones están ligadas al aumento de calidad. En UNIR también apostamos por la promoción interna y el retorno del talento a nuestra tierra.

– La pandemia ha precipitado una era digital a la que muchos negocios se han tenido que acostumbrar de manera inmediata. ¿Cómo ha ayudado la UNIR al tejido empresarial riojano en este proceso?

– Trabajamos codo con codo con las empresas, llevando a cabo escuchas activas e, incluso, haciendo visitas para que nos cuenten de manera directa sus necesidades. Hace pocos meses firmamos un acuerdo estratégico con la FER ofreciéndole unas condiciones especiales para sus asociados y la puesta en marcha de unos seminarios conjuntos.

Ahora más que nunca hay que saber diferenciarse, pero hay que hacerlo en todos los ámbitos, desde las capas directivas, hasta los oficios tradicionales pasando por los cuadros intermedios. Lo que queremos es que las empresas tengan la capacidad de formarse al más alto nivel y con la mayor calidad posible, que lo hagan compatible con su trabajo y que no tengan que buscar o salir fuera de la Rioja para llevarlo a cabo. La transformación digital de la empresa es un hecho y quien quede atrás perderá mucho. El compromiso de UNIR como universidad es el de estar cerca de las empresas y a su servicio para ofrecerles las soluciones que necesitan.

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