El Rioja

La arquitectura más llamativa de Rioja en diez bodegas

El Rioja esconde numerosos secretos. Los tesoros del vino aguardan en preciadas barricas que, a su vez, descansan en calados, naves y bodegas. Un mundo de sensaciones en el que la arquitectura ha impulsado la belleza de una región. Majestuosos barcos en un mar de viñas que incluso famosas firmas han diseñado para deleite de los sentidos hasta que la uva se transforma en líquido elemento. ¿Cuál es el primer edificio que te ha venido a la mente? Aquí va una recopilación de diez de ellos.

Bodega Institucional La Grajera (Logroño, Virai Arquitectos): esta espectacular instalación está situada en medio del ‘pulmón verde’ de la capital riojana. Sede también de conferencias a nivel regional y nacional, ha recibido la visita de presidentes y ministros en varias cumbres. Dispone además de un pionero sistema de aprovechamiento geotérmico que lo convierte en modelo de eficacia energética.

Foto: Osaba Iluminación

Bodega Campo Viejo (Logroño, diseñada por Ignacio Quemada): la instalación conserva un equilibrio armónico entre la enología, la arquitectura y la sostenibilidad. Fue la primera bodega de Rioja en obtener la Q de Calidad Turística (2015). Al ocultar el volumen principal bajo tierra, se preserva el paisaje y se ha guardado una sensación tradicional. Artesanía mezclada con modernidad.

Foto: La Rioja Turismo

Bodegas Baigorri (Samaniego, diseñada por Ignacio Azpiazu): el edificio se adapta a la topografía existente y desarrolla de manera armoniosa toda su estructura bajo la superficie. Un lugar donde se puede contemplar cómo se desarrolla todo el proceso de elaboración del vino. La creación trata también de respetar al medio, estableciendo una referencia arquitectónica en el paisaje donde se enclava.

Bodegas Baigorri | Foto: Bodegas Baigorri (Facebook)

Bodega Ysios (Laguardia, diseñada por Santiago Calatrava): pensada por un auténtico referente del arte y situada a los pies de la sierra de Cantabria, cuenta con más de un siglo de historia y trata de mantener sus señas de identidad y su apego con respecto a la tierra. Sus arcos y su sintonía con las cercanas rocas de la sierra. Una imagen de sosiego y tranquilidad.

Bodegas Ysios | Foto: Facebook Ysios

Bodega Viña Real (Philippe Mézieres): CVNE (Compañía de Vinos del Norte de España) lanzó la marca ‘Viña Real’ en la década de 1920, convirtiéndose en una de las pioneras en la elaboración de vinos de crianza en barricas de roble en esta zona. A escasos kilómetros de Logroño, en la muga entre La Rioja y Álava.

Foto: Bodega Viña Real

Hotel de bodega Marqués de Riscal (Elciego, Frank Gehry): ¿Quién no ha oído hablar de Gehry? Os presentamos su ‘Mini Guggenheim’, una estructura espectacular que no te dejará indiferente. Diseñada en recuerdo al museo bilbaíno y en una zona donde se producen uno de los mejores vinos del mundo. ¿Para qué más?

Tienda y recepción de visitas de la bodega David Moreno (Badarán): esta es la historia de un Ingeniero Técnico en Seat Barcelona que decidió volver a su pueblo para hacer un vino especial. Matices de La Rioja Alta, altura, proximidad a la Sierra de la Demanda y preservar el ‘terroir’.

Finca de los Arandinos (Entrena, diseñada por Javier Arizcuren): aire puro con el original mundo de David Delfín, un spa a pie de viña para observar los campos y las montañas, gastronomía y un ambiente único e irrepetible en el corazón de La Rioja, a los pies del majestuoso Moncalvillo. Un hotel-bodega con el que no te quedarás indiferente.

Finca de los Arandinos | Foto: Facebook oficial

Bodega Lanzaga (Lanciego, diseñada por LAGA ARQUITECTURA): el objetivo de esta bodega es buscar las parcelas más excepcionales (Las Beatas, Tabuérniga, El Velado, La Estrada). Trabajo a lo largo de décadas, de tiempo y de muchísima profesionalidad, para obtener unos resultados que tienes que conocer.

Tienda de bodega López de Heredia (Haro, ideada por Zaha Hadid): hay una superficie total de 53.076 metros cuadrados, de los que 19.718 se hallan edificados y más de 3.400 a la bodega subterránea. Barricas de roble artesanal colocadas en un colosal bloque de piedra arenisca. Una experiencia para los cinco sentidos.

Foto: López de Heredia/Viña Tondonia

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