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El BM Logroño supera al Granollers a base de defensa (30-25)

Foto: BM Logroño / Juanjo Acobi

El BM Logroño ha ganado al Fraikin Granollers en su último partido del año en el Palacio (30-25), recuperándose así de la dura derrota ante Anaitasuna de apenas dos años. Victoria cimentada en una sobresaliente actuación defensiva y otro gran partido de Rangel Luan en portería (eso ya deja de ser noticia). Un homenaje también para Oswaldo, recién operado de su hombro y inmerso ahora en una fase de recuperación que podría durar toda la temporada. Los franjivinos siguen en la tercera plaza y se jugarán medio pase a la Copa ASOBAL en Huesca el próximo domingo (18:00, La LigaSports TV)

Los pupilos de Miguel Ángel Velasco perdieron su intensidad defensiva durante la pasada jornada y su reto era recuperarla. Con Agustín Casado, Miguel Sánchez-Migallón y Serradilla en la pareja de centrales y Mario Casado con libertad en el extremo zurdo, pronto se han hecho las primeras diferencias (6-4). Rentas que los catalanes han sido capaces de solventar en fulgurantes contragolpes, destacando Antonio García en el lanzamiento. Mientras los visitantes han pecado de precipitación, los riojanos han preferido tener calma y llevar el choque hacia un panorama más cerrado.

Les convenía mucho más a los logroñeses, que a base de una espectacular intensidad defensiva han logrado la máxima del encuentro (14-9, minuto 24). Tomás Moreira, con muchos minutos antes del descanso, ha encontrado el acierto. Y Rangel a lo suyo, logrando un 42 por ciento de acierto (ha llegado a más de la mitad). Con un antibalas así, la batalla se gana mucho más fácil (15-11, descanso). El Logroño ha conseguido mantener un extraordinario orden defensivo, dejando el pescado casi vendido a falta de muchos minutos para el final (22-14, minuto 43). O al menos, eso parecía…

Gesto de rabia de Rangel Luan tras una de sus paradas / Foto: BM Logroño / Juanjo Acobi

Porque cuando más cerca parecía la victoria, ha llegado la reacción visitante. Un parcial de 0-5 para poner bastante emoción al final del partido. El equipo había concedido tres tantos en los primeros trece minutos después del descanso, pero el castillo se ha desmoronado. En seis minutos, el Granollers ya había anotado siete tantos. Los vallesanos ya habían encontrado una vía de agua y querían aprovecharla. Por fortuna para los del Palacio, la reacción ha llegado demasiado tarde.

Los catalanes han hecho la mitad del trabajo, pero se han quedado a medias. Urgidos por el cronómetro (26-23, minuto 51), han tomado algunas decisiones erróneas. Ceretta, Moreira y sobre todo, Agustín Casado (nueve goles) han rescatado al equipo de su lapsus. Uno de los muchos que le están ocurriendo esta temporada, minimizados por ratos más duraderos de gran rendimiento. Pese a todo, los de Velasco han reafirmado que su feudo es un auténtico fortín y que días como el de Anaitasuna son poco probables.

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