Haro, Casalarreina, Sajazarra, Ollauri y Briñas han decidido unirse para constituir una Mancomunidad que impulse e incremente la actividad turística de la zona. Una iniciativa que persigue la ejecución, conservación, y gestión de las obras, instalaciones, servicios y otras actividades para el desarrollo del Plan de Sostenibilidad Turística de Haro y su comarca.
Cultura del vino, paisaje, patrimonio y sostenibilidad son los pilares sobre los que se sustenta esta estrategia con la que, según Laura Rivado, alcaldesa Haro, «queremos generar actividad turística durante todo el año en cada uno de los municipios y eso, además, venga ligado a más actividad dentro del sector del comercio, de la hostelería y la restauración. Buscamos, no solo ampliar la oferta, sino que los turistas que ya vienen que se queden más tiempo».
El vino centra la oferta turística de la región, pero «no solamente tenemos vino, somos muchísimo más. Claro que es el pilar fundamental, el que más porcentaje se lleva de todas las ofertas, pero queremos destacar que alrededor del vino hay muchas más cosas igual de atractivas».
Rivado ha destacado el turismo de aventura, las rutas naturales, gastronómicas y, por supuesto las de las bodegas. «El plan contempla la puesta en valor de lo que ya tenemos y, además, de nuevos atractivos a nivel individual y en conjunto. Haro no es nada sin la comarca y la comarca nada sin Haro. El objetivo es buscar las alianzas perfectas para que cuando toda la situación del COVID pase, podamos contar o una oferta mucho más potente que la que hay ahora».
No cabe duda de que El Barrio de la Estación de Haro es un reclamo internacional pero, lo bueno es que «el visitante que llegue a nuestra ciudad se encuentre con un patrimonio cultural y arquitectónico sorprendente, además de un paisaje natural y una oferta de turismo activo muy interesante».
Casalarreina: arquitectura y restauración
Es otro de los municipios que se suma a esta Mancomunidad entendiéndola como un instrumento para desarrollar proyectos turísticos en común y así «mejorar nuestro posicionamiento turístico individual y colectivo», tal y como señala Félix Caperos, alcalde de Casalarreina. «En este plan el patrimonio es muy importante. No solo tenemos el mejor paisaje vinícola del mundo, sino que contamos con otros grandes potenciales como, en nuestro caso, la restauración».
La naturaleza es otro de los conceptos más relevantes de esta iniciativa y es que «somos un municipio por donde pasa el río Oja, alrededor del que se extiende una increíble red de vías para hacer senderismo, pasear con la bici…». Un plan ideal para todo el turista que se acerque a Casalarreina donde también podrá disfrutar de un sorprendente conjunto arquitectónico, encabezado por las numerosas casas solariegas o el Monasterio de la Piedad.
Tras el paseo, un vermú. «Casalarreina pasa de una población de 1.100 habitantes a 8.000 en verano, por lo que estamos preparados con catorce bares, cada uno con sus especialidades en pinchos y, por supuestos, gran variedad de vinos. De ahí a comer uno de nuestros reconocidos restaurantes para terminar con un paseo por las riberas del Río». En definitiva, un municipio en constante transformación donde el visitante «es acogido por un entorno muy agradable. Con la idea de la Mancomunidad tenemos presentes nuestras ideas individuales pero, lo fundamental es la cooperación para conseguir situar a esta zona de la Rioja Alta en la vanguardia de los destinos turísticos sostenibles de todo el país».
Sajazarra: uno de los Pueblos más Bonitos del país
Situado en la confluencia de los ríos Aguanal y Ea, Sajazarra, con su aire medieval, ha sido acreditado como uno de los Pueblos más Bonitos de España. Arte, cultura y naturaleza, la simbiosis perfecta de la que puede disfrutar el visitante que elige la localidad. Es uno de los pueblos que se ha incluido en esta iniciativa de la Mancomunidad, «la unión entre varios municipios que quiere aprovechar lo bueno de cada uno e intenta subsanar los defectos gracias a la cooperación», explica Juan Miguel García, su alcalde.
Todos los alcaldes coinciden en la idea de que las bodegas, el vino y el enoturismo son protagonistas de La Rioja, pero «también puede encajar otro tipo de turismo. Es necesario luchar contra la despoblación porque se habla mucho de la España vaciada pero todavía queda mucho por hacer».
El pueblo esconde asombrosos secretos arquitectónicos e históricos que se reflejan en cada una de las esculturas que se reparten a lo largo de sus calles, rescatadas de las antiguas jornadas de arte y música que se celebraban allí. «No hay que olvidarse tampoco de nuestro imponente castillo del siglo XIV, uno de los mejor rehabilitados de La Rioja». Además, García destaca el techo natural que cubre el pueblo, los montes Obarenes, un escenario perfecto para disfrutar de la naturaleza a pie, en bici o a caballo y realizar varias actividades alrededor de los viñedos.
Briñas: «Pequeño pero concentrado»
Silvia Bahíllo, alcaldesa de esta localidad lo tiene claro: «Estamos acostumbrados a que el turismo que viene a visitarnos lo hace solo por las bodegas. Llegan, las ven y se marchan. Por ello, con este plan queremos poner en valor lo bonito de los pueblos, su patrimonio cultural, su gastronomía y su paisaje. Que se vea algo más allá del vino».
La alcaldesa destaca que Briñas es un pueblo pequeño «pero concentrado. Tenemos gran variedad de oferta para nuestro tamaño: rutas de paseo, actividades en piragua, monumentos… y por supuesto las bodegas. Además hay varios restaurantes tanto de comida tradicional como moderna».
Bahíllo subraya la importancia de la «unión entre los pueblos. Claro que nuestra cultura e identidad la constituye el vino, pero es necesario que seamos algo más. Cultura, patrimonio, gastronomía y naturaleza. Todo eso está también aquí».
Ollauri, tierra noble
Esta villa de piedra sillar está formada por numerosas casonas y palacios de condes y marqueses del siglo XVII que se entremezclan en sus calles escalonadas, llegando hasta el tesoro del municipio, sus bodegas, situadas en lo más alto de la localidad.
«Ollauri son bodegas, sí. Tenemos la más antigua de Rioja, Conde de los Andes, también la más moderna, la nueva bodega Veronia. Pero el pueblo es mucho más. Es cultura, es historia, es tradición, y ese es el turismo que queremos ofertar a través de esta unión», recalca Miguel Martínez, su alcalde.
«El objetivo es impulsar no solo el enoturismo, sino nuestros sitios de interés, las rutas naturales, la gastronomía y así captar más turismo internacional y de calidad».
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