El Haro Deportivo ha caído en casa frente al Ebro (1-2) y ya es colista. Dura derrota para los blanquinegros, que se han adelantado gracias a un gran disparo de Jon Iru desde la frontal del área. Se las prometían muy felices los de Aitor Calle, que han cuajado una buena primera parte y han salido con energía a la segunda. Sin embargo, todo ha empezado a cambiar desde un saque de esquina. Carri la ha puesto a la perfección y Espín ha embocado un buen testarazo para poner las tablas. Minutos después, una vaselina de Jairo ha colocado el definitivo 1-2, tras un fallo en la salida local.
Tremendo jarro de agua fría para los riojalteños, sin fortuna en ninguna de las dos áreas. Calle ha ido a por todas (Butzke, Joseba y Mario), pero a perro flaco, pues todo son pulgas. Ovación de la afición a los suyos, reconociendo su esfuerzo y profesionalidad. Por desgracia, los méritos siempre son puntos en el 105×70. Dos empates suman los riojalteños tras seis jornadas y eso siempre es difícil de digerir. Panorama absolutamente contrario para los zaragozanos, líderes con 12 puntos, reafirmando su condición de ‘coco’.
La falta de gol está lastrando demasiado al Haro Deportivo. Tres goles en más de 540 minutos, así es muy complicado. No se puede reprochar nada a nivel físico al equipo, aunque sí más contundencia en tareas defensivas. El 2020 está complicándose en la capital del vino, pero no queda otra que seguir adelante. La próxima cita será en Navarra frente a la Mutilvera.
