La ‘Gira de la Reconstrucción’ llegaba a su término este domingo en la Plaza de Toros de La Ribera con un encierro de Victorino Martín. El hierro de la A coronada trajo a Logroño cuatro ejemplares bien presentados, todos de similar pelaje (negro entrepelado), peso (entre 534 y 543 kilos) y edad (en torno a seis años), serios, noblotes y justos de fuerzas. La divisa de Galapagar hace tiempo que no es lo que era, ni por trapío ni por resabios.
Octavio Chacón, que se presentaba en la capital riojana, estuvo inteligente con Mercenario, un ejemplar blandito al que a base de temple consiguió humillar en la muleta. Pinchazo, estocada entera y ovación para toro y torero -que saludó desde el tercio- tras sonar un aviso.
A Bombardero lo recibió el gaditano con un abanico de verónicas bien rematadas. Otro buen tercio de varas dio paso a una faena de muleta que fue de menos a más, con meritorias tandas por ambos pitones. Estocada entera algo desprendida y oreja para Chacón. El toro fue aplaudido en el arrastre.
Rubén Pinar no pudo con la embestida intermitente de Mosaico, que se había empleado en el caballo pero se quedaba parado en la muleta, provocando algún desarme. Dos pinchazos, estocada y muerte con el verduguillo. Ovación para el toro y silencio para el albaceteño tras escuchar dos avisos.
Pese a su entrega y torería, tampoco pudo cuajar una buena faena con Minueto, después de que Ángel Otero y Víctor Manuel Martínez saludaran montera en mano tras ejecutar su lote de banderillas. Unas tandas de mérito por el pitón derecho, deshaciéndose del estoque simulado, no encuentran réplica por el izquierdo. Silencio tras dos pinchazos y un golpe de verduguillo. Nueva ovación para el toro que cerraba la tarde y la gira.
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