Agricultura

Arranca una campaña de la aceituna más abundante y muy sana en La Rioja

Arranca una campaña de la aceituna más abundante y muy sana

No se pierde el ritmo en el campo riojano. Todavía con el olor a mosto de las uvas más tardías comienza otra recolección que ocupa a cerca de 700 elaboradores dentro de la Denominación de Origen Protegida Aceite de La Rioja. El sector oleico arranca máquinas (cosechadoras, vareadores y también manos) para afrontar una cosecha que viene más cargada que la de 2019, pero con un menor rendimiento graso, y un excelente estado sanitario.

“En términos generales, este ha sido un año muy bueno para el olivo. Ha hecho un tiempo favorable para sacar una aceituna sana, lloviendo en primavera para favorecer el desarrollo de la aceituna y con un cuajado en junio nada malo. Sin apenas plagas ni enfermedades y leves precipitaciones en otoño el resultado es que la oliva ha llegado al momento de su recogida en un estado sanitario muy bueno. No se puede hacer una valoración general de todas las fincas porque el olivo es una especie muy vecera, pero en aquellas que trajeron menos producción (la mayoría de ellas), este 2020 será mejor”, apunta desde la Denominación Elvira Cantabrana.

Sin estimar cifras, porque la campaña acaba de comenzar. Así, las primeras sensaciones también apuntan a un aceite muy bueno en términos de calidad. “Sobre todo será mejor año que el pasado”, recalca la responsable de comunicación del órgano, quien lo califica de “desastroso” y lo recuerda como “el peor de los últimos diez años”: “Climatológicamente, fue muy malo, y a los ataques de mosca se sumaron las abundantes lluvias que protagonizaron los meses cruciales para la recolección”. Sin duda, este 2020 ha acompañado en tiempo y forma.

Si a eso se le suma una “cosecha en el momento óptimo de maduración de la aceituna, una recolección cuidadosa y un traslado a la almazara lo más rápido posible para que la aceituna no se estropee, se garantiza la máxima calidad”, destaca Manolo Catalán desde la Almazara Ecológica de Alfaro. Sus 40 hectáreas propias, afincadas en el olivar ‘el Cascajo’, entre el Monte Yerga y el río Ebro, se nutren de tres climas diferentes al mismo tiempo, lo que coloca todos los parámetros físico-químicos y organolépticos en el eje perfecto para alcanzar esos índices de calidad.

Tres semanas después de comenzar la campaña, desde Alfaro tantean que los kilos recogidos rondarán las 800 o 1.000 toneladas de aceituna ecológica arbequina mayormente, mientras que un cinco por ciento del total corresponde a variedades minoritarias con las que la almazara experimenta, como la blanqueta, picual o arbosana. “Al prensar se verá el mosto, pero las perspectivas son muy satisfactorias”, avecina Manolo.

Desde el 15 de octubre, sin embargo, llevan en marcha las máquinas de la Almazara Riojana de Aldeanueva de Ebro. Su aceite verde ya tiene el carácter de frutado adecuado con los matices intensos, más amargos y picantes que caracterizan a este oro resultado de las aceitunas que antes se desprenden del olivo. Este año serán más kilos pero menos rendimientos para recoger en torno a 6,5 kilos para cada litro. Eso sí, la calidad se mantiene en la misma línea respecto a la cosecha anterior y las primeras catas arrojan buenas perspectivas en estos parámetros.

Javier Allo espera meter en su almazara cerca de 1,2 millones de kilos de aceitunas (en torno a 750.000 de olivos propios) y desde este lunes ya tiene generalizada la campaña. Es la vigésimo cuarta cosecha que vive después de que decidiese recuperar un cultivo que había acompañado a su familia durante generaciones pero que ya estaba en desuso. Desde el principio tuvo claro que su apuesta iba a ser el superintensivo para una recolección totalmente mecánica y ya cuenta con un centenar de hectáreas para ello, 25 de ellas destinadas a su aceite verde y de cuyo fruto ya reposan en la almazara unos 15.000 litros.

Coincide con Elvira en el buen año que traerá consigo un buen fruto: “Al fin y al cabo lo que elaboramos aquí es zumo de aceituna, por lo que el factor único es la materia prima. Si esta es buena, la calidad del producto final será buena”. Con la firme apuesta por la calidad, Javier afronta la campaña con seguridad y siempre en busca de ese componente diferencial que le aporta el estar dentro de la categoría de ‘Ecológico’ desde el principio sumado a su aceite temprano que comercializa desde 2010.

Lo ecológico pisa fuerte

El futuro del sector oleico a nivel nacional pasa, “sin duda, por una producción agrícola centrada en el cultivo ecológico”. Así lo recalca Javier al asegurar que cada vez la demanda del cliente se centra en “cosas especiales”, lo cual puede aportar el aceite ecológico virgen extra. “Además, es justo el consumidor internacional quien apuesta más por este producto, ya que a nivel nacional todavía se escatima más en la cesta de la compra a la hora de adquirir un género de calidad”. En su caso, exporta el 90 por ciento de su producción.

“Se trata de dirigirte hacia una producción mucho más exclusiva, cuidada y controlada para ofrecer a los clientes ese valor añadido que ya de por sí otorga el aceite con esa gran calidad y que además esconde una historia real detrás real”. El responsable de la Almazara Riojana reconoce que “la única salida para el aceite virgen extra del norte es convertirlo en ecológico”. Su marca, Ecoleus, tiene gran aceptación en el extranjero, “y sobre todo el aceite verde, el cual ha incrementado su volumen de venta en el último año”.

Javier manifiesta que cada vez serán más los productores de aceite que se embarquen en el modelo ecológico, “ya que la diferencia de costes respecto al sistema convencional no es muy amplia mientras que los beneficios en cuanto al precio de venta son muy superiores”. Con un mercado arbequino mayoritario, “la única manera de diferenciarte es centrándote en este método a pesar de sus bajos rendimientos, porque la calidad que se consigue es mucho mayor”. Frente a esa seguridad, en cambio, el mercado le transmite incertidumbre: “Por ahora solo me preocupa acabar la campaña, después ya se verá, pero mis clientes habituales siempre suelen aparecer a partir de enero y venimos de un 2019 muy bueno en cuanto a números de mercado”.

Olivar de la Almazara Ecológica Isul.

Reconversión oleícola

Manolo sentencia tajante que la reconversión del sector está latente desde hace años en cuanto a la “modernización de explotaciones, la mecanización de la recolección y la reconversión sobre todo en las almazaras, lo que supone un hito muy importante porque cada vez están más sincronizadas con las propias plantaciones para asimilar esa cantidad de kilos que se van a producir en las explotaciones y otorgarle una calidad óptima al producto resultante”. Pero de una forma más clara aprecia esa reconversión en el sistema comercializador, desde antes incluso de la llegada del COVID-19.

“La gente hace un gran uso de la web y el correo electrónico para sus compras habituales, y el canal ultra (servir de la almazara al cliente) corto se ha fomentado mucho, sin contar con que durante el confinamiento crecieron las ventas al ser este un producto que se consume sobre todo en casa”, apunta. Aunque lo que ha crecido sin duda es la exportación. “En España cada vez se aprecia más esa tendencia de buscar alimentos de calidad, ecológicos, más saludables, aunque resulten más caros, pero todavía sigue teniendo mayor aceptación fuera de nuestras fronteras. Eso sí, estas tendencias han venido para quedarse y el balance que hacemos veinte años después es muy positivo porque cada vez se más aceite riojano consumiéndose en La Rioja”.

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