La Interprofesional del Vino de España (OIVE) ha presentado el ‘Estudio de Costes de producción de uva para la elaboración de vinos en España’, elaborado por el Departamento de Economía y Ciencias Sociales de la Universidad Politécnica de Valencia, donde se analiza la heterogeneidad en cuanto a precios, costes y modelos de producción en el sector vitícola del país respecto a 2019.
Un informe elaborado a partir de 83 entrevistas realizadas a viticultores profesionales para recaban una muestra representativa. En concreto, tres de ellas se han realizado en La Rioja, comunidad que se sitúa entre el cuarto y quinto puesto respecto a los costes totales que conlleva producir un kilo de uva (0,60 euros), frente a los 0,50 euros de media nacional. Le preceden Galicia y País Vasco, con 0,94 euros; Castilla y León, con 0,63, y Navarra, que comparte los 0,60 euros por kilo.
Fuente: Interprofesional del Vino de España.
Asimismo, el estudio avanza que la comunidad se sitúa en los 3.922,47 euros como costes totales por hectárea, mientras que los costes totales por actividades se encuentra en 3.198,82 euros. Los indicadores analizados son los referidos a los costes de mano de obra, consumo de productos, mantenimiento del cultivo según su sistema o de amortización de la viña, entre otros.
A nivel regional, el Observatorio de precios agrarios gestionado por la Consejería de Agricultura muestra la actualización con costes adaptados a las cifras de la cosecha de 2019. Mientras el gasto de producir uva tinta de viñedos en vaso es de 0,66 céntimos por kilo, bajo un sistema de espaldera asciende a 0,68.
Para las uvas blancas los costes de producción descienden hasta los 0,54 céntimos por kilo tanto par alas uvas en vaso como las emparradas (con una ligera diferencia entre ambos sistemas, tal como se puede apreciar en el siguiente gráfico).
Fuente: Observatorio de precios agrarios del Gobierno de La Rioja.
El precio percibido por el viticultor de la cosecha de 2019 ronda los 0,85 céntimos por kilo de uva para las tintas y los 0,63 para las blancas, cerca de un diez y un veinte por ciento menos del precio que se pagó de la cosecha anterior, respectivamente.
Los sindicatos agrarios demandan, sin embargo, una actualización de dichos costes de producción que se ajusten a los gastos de la gestión del viñedo durante 2020, muy diferentes a los del año anterior, para comprobar que se emiten contratos entre bodegas y viticultores que se ajustan a la Ley de la Cadena Alimentaria.
