Toda la familia de su madre es de Rincón de Soto. Su hermano vive allí. Él ha pasado todos los veranos de su vida en la localidad y estos días ha sido protagonista, junto a sus compañeros, una vez más, por desarrollar un reloj epigenético que mide cuánto se han multiplicado las células tumorales y predice la evolución clínica de los pacientes con cáncer, lo que ayuda a definir estrategias de tratamiento más acordes con el riesgo biológico del tumor.
El estudio, que publica la revista Nature Cancer y en el que han participado 32 investigadores de 16 instituciones y 6 países diferentes, lo ha coordinado en rinconero Iñaki Martín-Subero, investigador del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps) Hospital Clínic de Barcelona, donde dirige el grupo de Epigenómica.
Para desarrollar esta herramienta predictiva, los investigadores del Idibaps-Hospital Clínic se preguntaron si la historia pasada del crecimiento del tumor podría predecir su crecimiento futuro y, por lo tanto, el comportamiento clínico de los pacientes. Según Martín-Subero, «se podría decir que el genoma, que es la enciclopedia de la vida presente en cada célula, está compuesto por dos tipos de libros, el libro abierto que contiene los genes activos y el libro cerrado que contiene los genes que permanecen silenciados. Hemos observado que los cambios epigenéticos que tienen lugar en el libro cerrado del genoma guardan una memoria oculta del crecimiento celular pasado».
Los investigadores han estudiado con detalle las alteraciones epigenéticas en más de 2.000 pacientes con diferentes tipos de leucemias y linfomas, y han descubierto que cada vez que las células se reproducen van escribiendo pequeñas marcas en el libro cerrado del genoma y que cuanto más se dividen las células, más marcas se acumulan. El investigador Martí Duran-Ferrer ha comentado que, «dado que los cambios epigenéticos asociados al crecimiento celular son acumulativos», han podido desarrollar un reloj epigenético que refleja cuánto se han multiplicado las células en el pasado. «Hemos observado que si este reloj ha avanzado mucho en el pasado tenderá a avanzar también en el futuro, y este hecho se asocia directamente con la presencia de determinadas mutaciones genéticas y con la agresividad clínica en los pacientes», ha precisado Duran-Ferrer.
Hasta ahora, los cambios epigenéticos en el libro cerrado del genoma se consideraban acompañantes silenciosos del proceso de transformación tumoral, sin ninguna implicación clínica. Según Martín-Subero, su estudio indica que «los cambios epigenéticos acumulados en el libro cerrado del genoma de los tumores son importantes, ya que predicen el comportamiento clínico futuro de los pacientes». «Las células de cáncer escriben una gran parte de su historia en este libro cerrado». El director del Idibaps y de Investigación del Hospital Clínic, Elías Campo, ha destacado que «este estudio presenta una visión novedosa sobre cómo anticipar el comportamiento clínico de los pacientes con cáncer linfoide y tiene un gran potencial de convertirse en una variable importante para el manejo clínico del cáncer en la era de la medicina personalizada».
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