La presidenta del Gobierno de La Rioja, Concha Andreu, ha echado este jueves las cuentas de la lechera en el Parlamento. Para explicar las medidas adoptadas durante los últimos meses para frenar la expansión de la pandemia, la jefa del Ejecutivo regional ha advertido de lo que supondría “no hacer nada” contra el virus.
“Por eso hemos actuado, por eso hemos aplicado medidas, por eso hemos sido contundentes con las medidas. Lo que buscamos son resultados, salvar vidas. Trabajamos para que nuestros hospitales sean capaces de atender a todos los riojanos que necesiten atención sanitaria. A todos”, ha señalado. Se calcula que de cada cien nuevos contagios, diez requerirán de ingreso hospitalario y uno necesitará de atención en la UCI.
“Si no hiciéramos nada, si no tomáramos medidas podríamos encontrarnos ante este ejemplo. Imagínense, en una situación extrema figurada, en La Rioja podrían contagiarse todavía unas 305.000 personas, que serían susceptibles de ser positivos, de las cuales 38.700 personas (veinte veces más de los ingresados desde primavera) requerirían hospitalización”, ha indicado.
De ellas, alrededor de 2.300 irían a la UCI. Por tanto, estadísticamente nos podríamos enfrentar al fallecimiento de 9.500 riojanos y riojanas. “Por supuesto, era sólo un ejemplo”, ha reiterado la presidenta. “Se ha comprobado que limitar nuestra movilidad, multiplica la efectividad de las medidas de prevención sanitaria”.
