Sucesos

¿Rescate o secuestro? Denuncian a la Protectora por apropiación indebida

Lo que comenzó como un rutinario paseo junto a sus perros ha acabado por convertirse en una pesadilla que está en manos de la Policía Nacional por un presunto delito de apropiación indebida. Así lo ha denunciado Noemí Olariaga, que desde el pasado 16 de octubre no sabe dónde ni cómo está ‘Max’, uno de sus perros que huyeron al escuchar unos disparos de cazadores y que fue recuperado por la perrera municipal de Logroño.

La pesadilla comienza cuando los responsables de la instalación (la Asociación Protectora de Animales de La Rioja, Aparioja) no le devolvieron al animal, alegando que no se había realizado el cabio de chip después de año y medio transcurrido desde su adopción. Con todo, la protectora quedó en llamar a los dueños para ir a un veterinario y hacer el cambio de titular del chip para que no volviera a suceder.

Los días pasaban y la dueña de Max no recibió ninguna llamada, así que decidió ponerse en contacto de nuevo con la protectora, donde, “de muy malas maneras, me dijeron que ahora estaban con cosas más importantes y que ya me avisarían”. Tras varios intentos, la trabajadora de la protectora “me dijo que lo pasaría a la junta y no volvería a ver más a mi perro”.

Actualmente, y después de varios días, nadie sabe dónde está Max ni cómo se encuentra. Su dueña se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Logroño para solicitarles que intermediaran en la situación, mostrándoles la documentación necesaria que confirma que “el perro está adoptado y yo pagué 135 euros por el animal con ese número de chip”.

La dueña de Max señala que Aparioja se niega a contestar dónde está el perro y en qué condiciones. “Ya está denunciado ante la Guardia Civil, que ha remitido el caso a la Policía. Es más, la gente está colapsando la web de la Protectora y las reseñas son nefastas. Aun así se niegan a darme información. Tengo sospechas de que le haya pasado algo”. Son varias denuncias ya interpuestas, una de ellas porque “nos han advertido de que el perro está apalabrado y en 24 horas sale de La Rioja”.

Además, otra delación porque “me llegan amenazas veladas de que me conviene quitar el post de mis redes sociales porque tiene amigos en la Policía e incluso en el Gobierno”, asegura la dueña del animal.

Aparioja responde

Por su parte, y tras los cientos de comentarios recibidos en las redes sociales “que hemos guardado para ser revisados por nuestros abogados ante los indicios de posibles delitos de injurias, calumnias y amenazas emprendiendo acciones legales”, la Protectora ha explicado que es incomprensible e irresponsable que la gente se posicione sin tener información”.

Aparioja sostiene que desde el 10 de abril de 2019, cuando fue acogido este animal y, a pesar “de habérselo comunicado en diferentes ocasiones”, la interesada no ha realizado el cambio en el RIAC (Registro de Animales de Compañía) “por falta de voluntad”. Además, destacan que “se han incumplido todos los compromisos adquiridos hacia el animal recogidos en la Ley de Protección de Animales de La Rioja”.

El hecho de que el animal siga registrado a nombre de Aparioja en el RIAC supone que la responsabilidad directa del animal “es nuestra”. “La dueña muestra una constante negligencia en su cuidado, dejando que el perro se escape continuamente, circule por la carretera y haya estado varias veces en la perrera de Logroño”, asegura la Protectora.

Asimismo, recuerda que cuando se recoge un animal en el Centro de Acogida de Animales “es obligatorio pagar una tasa por sus servicios, así como una sanción. Estos gastos tendrán que ser abonados por Aparioja ya que en una conversación reciente con la interesada dejó bien claro que si tenía que pagar esta sanción nos íbamos a comer al perro con patatas”.

“Por nuestra parte estamos felices de cuidar a Max como a cualquier animal que lo necesite. Aparioja toma las decisiones oportunas siempre en beneficio del animal sin dejarse influir por presiones de otro tipo”, concluye la Protectora.

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