Aunque todavía queda quien nega la evidencia, el coronavirus no hace distinciones a la hora de elegir a sus víctimas. Basta con bajar la guardia (en ocasiones, ni eso es necesario), para resultar contagiado de una patología cuyo pronóstico es siempre incierto.
No se cansan de repetirlo quienes mejor conocen la evolución epidemiológica en La Rioja: los sanitarios que plantan cara al ‘bicho’ en primera línea. Y en este sentido, Fernando Castillo ha emitido una sentencia que debería invitar a la reflexión a aquellos que niegan la gravedad de la situación: “En la UCI del Hospital San Pedro hay personas de 40 años y sin patologías previas”.
El neurólogo, que estas semanas ha reforzado la atención a los pacientes de coronavirus en la ‘nave nodriza’ de la sanidad riojana, es uno de los 1.514 riojanos afectados por la enfermedad a día de hoy y este miércoles ha analizado la situación epidemiológica de la comunidad en los micrófonos de Radio Rioja Cadena SER.
Castillo ha advertido de que el registro diario de hospitalizaciones por COVID-19 “puede inducir a error, ya que en esta segunda ola tenemos una rotación de camas mucho más alta que en la primera”. Dicho de otro modo, ese registro diario de camas ocupadas es inferior al número de pacientes que reciben atención en las últimas 24 horas.
En comparación con la situación vivida en primavera, “ahora el personal sanitario tiene más claro a qué pacientes con coronavirus pueden dar el alta”, si bien el facultativo advierte de que el incremento de pacientes en la UCI “no es una buena señal”, ya que en la actualidad representan una de cada cinco personas ingresadas por COVID-19 en la comunidad.
