El Rioja

Las raíces de Caudum: de ilusión familiar a ‘Viñedo Singular’

Carlos y María Pilar Piserra en la Finca 'La Cuesta' donde se ubica la bodega

En las faldas del Alto de San Antón, tras la dehesa de Navarrete, uno de los primeros ‘Viñedo Singular’ reconocidos por la DOCa Rioja se protege de los vientos del sur y sudeste. En lo alto de una pendiente a más de 600 metros de altitud, los suelos arenosos calcáreos de esta zona en el término de Huércanos dan pie a cepas de tempranillo con casi 50 años de longevidad de escasos rendimientos, el caldo de cultivo perfecto para crear un vino de raíz que ensalza el terruño.

Así se presenta Caudum de Bodegas Larraz, una pequeña producción y gran apuesta por reivindicar el origen, la voluntad y, sobre todo, la pasión. Desde la Finca ‘La Cuesta’ en Cenicero, Carlos Piserra abre las puertas de la bodega familiar que lleva por nombre el apellido de su abuela y que gestiona, desde hace trece años, junto a sus padres y su hermana María Pilar, sin olvidar la “imprescindible labor” del enólogo José Miguel Medrano.

El terreno, que abarca unas 70 hectáreas (15 de ellas de viñedo), fue adquirido por su abuelo en la década de los 40, pero no fue hasta tres décadas después cuando el padre de Carlos apostó por el viñedo como cultivo agrícola y por el tempranillo como variedad. Un potencial vitícola que grandes bodegas de Rioja, como Marqués de Murrieta o La Rioja Alta, han sabido ver y llevar a la práctica con la compra de su uva.

En ese momento le entró el gusanillo a la familia al tanto de que sus viñas tenían poder para convertirse en buenos vinos. Tan solo una hectárea y media, la certificada como ‘Viñedo Singular’ en 2017, les es necesaria para elaborar su joya porque conciben Bodegas Larraz más como un hobby con el que compaginar sus profesiones (Carlos ejerce como médico del trabajo) sin abrirse más puertas dentro del sector más que la de crecer en calidad.

Aunque Carlos prefiere no alardear del éxito de Caudum dadas las dimensiones (anualmente, apenas se producen 3.000 botellas en tres depósitos con capacidad para 2.000 kilos), lo cierto es que este vino ha tumbado cualquier expectativa recibiendo también el reconocimiento internacional. El mercado cató la primera añada de esta parcela con el Caudum Selección Especial 2007 y Caudum 2007, y desde entonces, aunque la producción no ha variado, Bodegas Larraz ha traspasado fronteras.

“Un vino muy potente porque no lo filtramos ni clarificamos. Yo digo que es muy real porque apenas tiene intervención, tan solo los metabisulfitos como conservante. Tras su fermentación en depósitos de acero inoxidable, el vino envejece en barricas de roble francés durante seis meses y seguido permanece un año embotellado antes de comercializarse”, explica. Mucha fruta, especias, notas de mineral y regaliz negro caracterizan a este vino “carnoso y concentrado”.

Además, tras situarse en el listado de vinos de ‘Viñedo Singular’ de Rioja, la última conquista ha sido alcanzar el distintivo de ‘Ecológico’, categoría que acompañará en las etiquetas de Caudum 2020. “Es un orgullo poder representar una creación tan personal y natural que nace desde la ilusión y arraigo a lo tradicional”, apunta el médico, que prefiere dejar la bata colgada que le confiere su condición de sanitario para hablar de ‘su’ actividad vinícola, porque del campo se encargan terceros.

Esta última vendimia ha sido peculiar “por las condiciones en las que se ha desarrollado”, pero habitual en cuanto a rendimientos. Han entrado en bodega unos 5.000 kilos de uva vendimiados a mano en cajas de 12 kilos y la calidad, coincidiendo con la opinión de gran parte de las bodegas de Rioja, es “buenísima”. Su progenitor rebosa felicidad al ver cómo los hijos han mantenido en pie una tarea artesanal de la que su abuelo formó parte.

“Al fin y al cabo no deja de ser una forma de preservar la finca familiar sin más pretensión que mantener el legado que nos ha dejado a la vez que apostamos por un producto de calidad y diferencial. Pero en ‘petit comité’, porque no estamos capacitados para competir en el mercado a nivel comercial. Ahora mismo, la hostelería es nuestro principal mercado y no nos planteamos dar un salto mayor en una actividad que no es la nuestra”, sentencia Carlos.

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