La Policía Nacional ha desmantelado una plantación de marihuana en el barrio logroñés del Cortijo. Los agentes han intervenido veinte plantas, 81 ramas de marihuana seca y una balanza. En total, veintisiete kilos y un detenido que había alquilado la finca. Un varón de 54 años, de nacionalidad española y con domicilio en Logroño. Le constan tres antecedentes policiales.
Las pesquisas se iniciaron en septiembre tras detectar un fuerte olor a marihuana en la zona. Tras realizar numerosas “vigilancias discretas” en la zona, identificaron la finca, su titularidad y los responsables de esta plantación.
Los agentes iniciaron un rastreo perimetral de los alrededores de la vivienda. La misma tenía una valla metálica de gran altura, varias cámaras de vigilancia y un sensor de movimiento. En conreto, una en la parte delantera enfocando a la entrada y otra trasera orientada al camino de paso. Además, contaba con un candado de gran tamaño en la puerta de acceso.
Entrada y registro
El pasado viernes, un amplio dispositivo se desplegó en el barrio. La policía ha señalado que la finca estaba “completamente adaptada” para las necesidades de cultivo y crecimiento de la marihuana. Contaba con alrededor de veinte plantas en el patio dentro de la propia finca (cien metros cuadrados), alejado de la vista mediante diferentes sistemas de ocultación y cercados.
Dentro de la vivienda, en una habitación colgadas con cuerdas, se incautan 69 ramas y en otra de las estancias se localizan doce ramas más, cinco cogollos sueltos recolectados y dispuestos para su inmediata venta así como una balanza. Su valor en el mercado hubiera sobrepasado los 130.000 euros.