El BM Logroño ha vencido frente al Puente Genil (27-23), gracias a una buena reacción en la segunda parte, más del doble de productiva a nivel de goles que la primera. Con ese panorama y sin mostrar su mejor cara, los riojanos han sabido imponer un ritmo alto para desquiciar a unos jienenses que se han empleado con todo. El juego sigue sin convencer, pero lo importante en una temporada tan complicada es seguir ganando. Y se ha conseguido.
Pese a arrancar por delante en el marcador (3-2), el juego de los de Miguel Ángel Velasco no era bueno. Muchas mprecisiones en ataque, una infinidad de balones a la madera y una defensa visitante cada vez más pertrechada. Y por si sus compañeros fallaban, ahí estaba Álvaro de Hita en portería. La salida hacia el extremo derecho par Rudolf Hackbarth ha sido el camino para desatascar el ataque (6-3, minuto 15). Dos tantos para el brasileño y a partir de ahí, el apagón con mayúsculas. Si marcas dos goles en quince minutos es imposible llegar con ventaja al descanso y así ha ocurrido.
Por momentos, el encuentro ha entrado en pausa. No había goles, ni tampoco tiros. A cuentagotas, los jienenses han empatado el encuentro (7-7, minuto 25), para posteriormente ponerse en ventaja al descanso (8-11), con un Javier García muy acertado en ataque. Los franjivinos se han visto sumidos en una tremenda impotencia, pese a los intentos de Velasco por meter físico con Oswaldo y Bonilauri y sus tiempos muertos. La portería cada vez se hacía más pequeña, el muro rival se agigantaba y la efectividad en ataque se ha mantenido por debajo del 50 por ciento. Lo único positivo: la poca diferencia en el marcador.
Foto: BM Logroño/Juanjo Acobi
Hacía falta una pequeña revolución para cambiar las cosas y se ha producido. El Logroño ha tirado de casta y de coraje. Para sorprender en ataque, el equipo necesitaba ser menos previsible y dar ritmo al encuentro. Cuando Erik Balenziaga ha tenido terreno para correr y espacio para pensar, todo ha cambiado. Todo lo que no ha entrado en el primer tiempo, sí lo ha hecho en el segundo. En plena oleada ofensiva, dos tantos de Eduardo Cadarso han colocado nuevamente por delante a los locales (15-14, minuto 42).
La figura de Rangel Luan también ha cobrado importancia en portería, siendo clave en el triunfo de su equipo. Agustín Casado y Antonio Serradilla, dos auténticos baluartes para este equipo, han sonado con frecuencia como goleadores por la megafonía. Buena señal y nuevo arreón ofensivo (20-17, minuto 48). Los visitantes hacían la ‘goma’, pero se han visto obligados a claudicar. Entre otras cosas, debido a las dosis de talento de Erik Balenciaga. Baja estatura del vasco, pero infinitos recursos.
El físico ha sido la principal arma del Puente Genil, casi siempre al límite del reglamento, una baza que les ha permitido seguir vivos hasta la recta final. Sin hacer su mejor partido, los logroñeses han controlado la ventaja para lograr otros dos puntos. Lo que sí viene siendo una tónica son los controvertidos arbitrajes, respondidos con vehemencia por la grada. Victoria para colocarse en la zona alta. Próxima cita: Bidasoa Irún en casa (miércoles, 18 horas).
