El BM Logroño ha vencido con mucho sufrimiento al Villa de Aranda (21-25), en un disputado y físico encuentro. No es el Príncipe de Asturias precisamente un escenario fetiche para los franjivinos y aunque el desenlace ha sido diferente, el equipo ha tenido que sudar la gota. Gran ambiente en las gradas, dentro de lo que permite el coronavirus. Con el gol brillando por su ausencia, ha tenido que ser la defensa la encargada de solventar la papeleta. Con Jordan Bonilauri, el techo de la liga (2,13 metros), es mucho más fácil neutralizar al contrario.
Con cero victorias en su casillero y varias semanas sin competir por la pandemia, los castellanos han tomado la iniciativa. Matheus ha comenzado muy enchufado, mientras los riojanos seguían su ritmo (4-4, minuto 9). Imprecisos, con muchos fallos en ataque y con la madera como enemiga en muchos momentos, los goles no salían (6-8). Hackbarth y los hermanos Cadarso han encontrado algunas soluciones, pero los logroñeses no terminaban de romper el partido (8-9, min 25). Un tanto en siete minutos, tiempo muerto de Miguel Ángel Velasco y muy pocas ideas (9-11, al descanso).
El Villa de Aranda ha plantado un gran muro defensivo, pero no conseguía anotar acciones de contragolpe muy claras. Al Logroño le ha costado mucho penetrar en la línea defensiva, no cogía ritmo y no tenía demasiada sorpresa. Si alguien piensa en el confinamiento, Velasco ya pidió a los suyos que se olvidaran de esa excusa. En tardes grises, trabajo oscuro y granito a granito de arena (9-13, min 36). Momentos de alternativas, pero la ventaja se iba consolidando poco a poco. Primera línea para Serradilla, Ceretta y Casado. Bien el andaluz, tirando del carro para lograr dos puntos muy importantes. La máxima para Logroño (13-18, minuto 44).
Con el viento a favor, los visitantes han protagonizado los mejores momentos del encuentro. Muy lejos de su potencial, no obstante. Intentos arandinos con el púgil Javi García, de extraordinaria envergadura. De todas formas, el panorama parecía controlado (18-22, minuto 55). La doble exclusión del oponente ha terminado por sentenciar la contienda, si es que no lo estaba ya.
En una tarde poco brillante en lo deportivo, tercera victoria en cinco jornadas para los franjivinos, que se medirán al Puente Genil en el Palacio (sábado, 19:00). Encuentro para acercarse a la zona alta y buscar la regularidad.
