La presidenta del Gobierno de La Rioja, Concha Andreu, ha visitado junto a la consejera de Salud y portavoz del Gobierno, Sara Alba, a los rastreadores militares que desarrollan labores de apoyo en La Rioja. En la visita, también han estado presentes la delegada del Gobierno en La Rioja, María Marrodán, el Comandante Militar de La Rioja y Jefe Bhelma III, Teniente Coronel Sergio Villacorta, y el Jefe de la Unidad de Vigilancia Epidemiológico, Capitán Alejandro Alonso.
La presidenta ha agradecido en nombre de todos los riojanos el trabajo que están desempeñando los rastreadores en la región. “De corazón, están haciendo una labor imprescindible. Su trabajo es clave, no solo para detectar al entorno del contacto positivo, sino también para hacer el seguimiento de las personas confinadas. Cuando se respeta ese confinamiento, la curva de contactos baja de forma inmediata”, ha afirmado Andreu, tildando de “imprescindible la unión, colaboración y entendimiento entre las instituciones para frenar la pandemia”.
“El apoyo del Ministerio de Salud, de Defensa, el de Moncloa, la coordinación con los Ayuntamientos y el trabajo que hacemos conjunto con la Delegación del Gobierno es muy robusto, estable y fluido. Así que gracias, no solo a las instituciones, sino a las personas que las representan”, ha señalado.
Asimismo, la líder del Ejecutivo riojano ha vuelto a incidir en que las decisiones que se están aprobando para evitar que la incidencia de la pandemia aumente se toman en tiempo real en función de los datos. Datos que, según la presidenta, son obtenidos mediante cribados masivos realizados en los municipios con más incidencia y por el seguimiento, en forma de pruebas PCR, que se sigue a las personas confinadas por haber estado en contacto con personas positivas.
La Rioja, ha recordado Andreu, es la comunidad autónoma, junto con Navarra y País Vasco, que más test PCR ha realizado a la población. “Es por ello que, en esta segunda ola de la epidemia, los datos que tiene el Gobierno son más precisos”.
‘Misión Baluarte’
Por su parte, la delegada del Gobierno, María Marrodán ha explicado que “esta colaboración de las Fuerzas Armadas con la Consejería de Salud a través de la ‘Misión Baluarte’, activada para intensificar las actuaciones de las Fuerzas Armadas en la crisis sanitaria, pone en valor el papel del Ejército como soporte del sistema de rastreo en toda España”.
Ha recordado que la Operación Balmis del Ejército supuso el mayor despliegue militar de España en tiempos de paz durante el estado de alarma con casi 20.000 intervenciones para combatir el Covid-19 en todo el territorio español y, de esta forma, garantizar las adecuadas condiciones sanitarias para el mejor estado de bienestar de la ciudadanía.
“Lo aprendido y ejecutado durante esos meses ha servido para poner en marcha ahora esta nueva misión”, ha añadido.
En concreto, La Rioja dispone desde la semana pasada de 24 rastreadores militares, que forman parte de los 2.000 rastreadores militares puestos a disposición de las comunidades autónomas por el Gobierno de España para realizar labores de rastreo.
Hasta la fecha, 15 comunidades autónomas y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla han solicitado el apoyo de las Fuerzas Armadas para estas tareas. En total, se han solicitado más de 1.700 rastreadores militares para el seguimiento de los contactos de las personas contagiadas por el coronavirus.
La delegada del Gobierno ha insistido en que “la labor de rastreo es fundamental y, por ello, efectivos pertenecientes al Ejército de Tierra, de la Armada, del Aire o de la Unidad Militar de Emergencias (UME) están apoyando a las distintas Consejerías de Salud de las Comunidades Autónomas en estas tareas que tienen como finalidad el control de la propagación del coronavirus”.
