El Rioja

“No podemos perder una gran cuota de mercado para sobrevivir a la crisis”

Julián García, gerente de FECOAR

Esconde tras de sí 26 cooperativas con 6.000 socios productores y 16.500 hectáreas de viñedo propio, convirtiéndola en el grupo mayoritario del sector productor dentro de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja. En concreto, la Federación de Cooperativas Agrarias de La Rioja (FECOAR), junto con otras cooperativas no asociadas, producen cerca del 35 por ciento de la uva amparada por el Consejo Regulador (163 millones de kilos de uva en 2019) y en torno al treinta por ciento del vino (unos cien millones de litros).

Julián García, gerente de la Federación, habla de la importancia de este modelo cooperativista dentro de un contexto económico tan preocupante motivado por la irrupción del COVID-19, con la vendimia generalizada en toda la región y los nervios del sector. E insiste: “Todo se resume a la rentabilidad del sector primario”.

– ¿Cómo define el poder de una cooperativa en un entono de incertidumbre como el actual?

– Se dice que la unión hace la fuerza y el dicho no es en vano. Es en estos momentos de crisis cuando se demuestra que las estructuras más sólidas y sanas son las que mejor aguantan. Una empresa mutualizada de socios, con fondos propios, una masa social importante y relaciones estables a largo plazo otorga seguridad y fortaleza, a la vez que genera empleo, permite una vertebración del territorio y contribuye a fijar población en el medio rural.

Con las cooperativas no existe esa incertidumbre por si tu uva este año va a ser recogida. Luego ya son los socios y la junta quienes valoran cómo pueden sacarle el mayor valor añadido con ese poder de negociación para que los beneficios sean superiores, siempre apostando por una liquidación para el viticultor por encima del precio de mercado. De lo que se trata es que las cooperativas no veamos afectada nuestra continuidad ni competitividad.

Reunión del Consejo Rector de la Bodega Viñedos de Aldeanueva.

– ¿Y en qué posición se encuentran las cooperativas respecto al precio?

– Es un debate que se ha acentuado muchísimo tras la publicación de los contratos que algunas bodegas han cerrado con sus proveedores, pero hay que diferenciar entre precios razonables y precios especulados. Cada situación es diferente, pero influye mucho el tipo de relación entre proveedor y bodega. En lo que a las cooperativas respecta, este debate no nos afecta, pero cada una actúa en base a su modelo de gestión: hay quienes apuestan más por graneles, otras por embotellados, otras por un modelo mixto. El cooperativismo es una fórmula que funciona, pero es importante que el socio pueda decidir hacia dónde quiere ir, porque no hay que olvidar que este también es dueño de la cooperativa.

– Ante el problema de exceso de oferta, el sector se topa ahora con que sobra uva en el campo. ¿Qué posibles soluciones están sobre la mesa?

– Así es. Casi nos sobra una cosecha de vino, por lo que es urgente actuar. Las iniciativas del Estado han de centrarse en la regulación del mercado con medidas como las ya aplicadas (destilación de crisis, cosecha en verde, almacenamiento privado), pero adaptadas a la estructura de nuestros viticultores y dotadas de un mayor presupuesto.

Para que la destilación de crisis sea atractiva para Rioja ha de haber unos precios adaptados que incentiven a nuestros operadores sin generarles un perjuicio mayor. Esto se solucionaría con fondos extraordinarios desde Bruselas y una redefinición de las estrategias de ayudas enfocada a apoyar a una viticultura de calidad más que a una de cantidad que refleja problemas estructurales como sobreproducción o reconversión de viñedos, algo que ocurre en Castilla y La Mancha.

– Se avecinan las navidades y, con ellas, una de las campañas de ventas importantes. ¿Cómo será este año?

– Después de un mes de julio con importantes caídas en Rioja, un agosto levemente menos resentido y un septiembre que tampoco levanta cabeza, el papel de las cooperativas es el de escuchar y actuar con tono de adaptación, pero también agresivo en cuanto a las negociaciones de precios. La campaña de Navidad es la fecha marcada a corto plazo por el sector por el volumen de ventas que supone, pero esta será diferente. Da la sensación de que pueden cobrar protagonismo otro tipo de formas de comercialización, como las ventas ‘online’, un segmento por el que no se ha apostado mucho en la región, a diferencia del canal Horeca y de restauración.

– ¿Qué labor tiene aquí Rioja?

– Estoy hay que entenderlo desde una pura perspectiva de mercado, donde la oferta y la demanda marcan el ritmo del precio. Está claro que vamos a bajar la rentabilidad y el volumen de ventas previo a esta crisis costará recuperarlo, pero es momento de ver la fortaleza de la marca Rioja, a ver si de alguna forma podemos ser competitivos y desplazar a otras DO en cuota de mercado. El vino de Rioja tiene bastante nivel cualitativo, pero al bajar su precio puede desplazarse a otro sector, situándose en una mejor posición de partida que otras regiones. Hay que salir vivos de esta y adaptarse, porque Rioja tiene que seguir apostando por generar valor, pero sin perder cuota de mercado.

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