A lo largo de los últimos días, la principal obsesión de las autoridades sanitarias no es otra que contener el embate de la segunda ola del coronavirus. De hecho, La Rioja inicia este lunes la tercera de las cuatro semanas de restricciones sociales con las que la que la Consejería de Salud pretende conseguir un retroceso de los contagios.
¿Lo estamos consiguiendo? La respuesta es que queda un largo camino que recorrer para recuperar la normalidad, pero vamos en la dirección correcta. Porque la incidencia acumulada de los últimos catorce días de La Rioja (de 448,87 casos por cada cien mil habitantes) es la tercera más alta del país (solo la superan Madrid y Navarrra), la que se desprende de los casos registrados en la última semana comienza a estabilizarse.
Según el boletín epidemiológico del Ministerio, la IA riojana de los últimos siete días se sitúa en 186,87 casos por cada cien mil habitantes y experimenta un descenso de casi 72 puntos (un tercio) respecto al índice que presentaba la región hace justo una semana (258,84). Ese es el enfoque optimista; el pesimista, es que la incidencia acumulada en los últimos siete días sigue por encima de la media nacional (de 124,1) y es la cuarta más alta del país. Por eso, pese a la dirección correcta, sigue quedando trayecto por delante.
Pese al incremento de pruebas practicadas en los últimos días, gracias al dispositivo de cribado masivo desarrollado en el ‘triángulo’ más afectado de La Rioja Baja, el número de positivos parece contenerse. De hecho, este la comunidad ha sumado durante el fin de semana 234 nuevos contagios, que es una cifra aún muy elevada pero también muy inferior a los 399 notificados el fin de semana anterior.
La incidencia en municipios
La favorable tendencia general no debe ocultar la preocupación reinante por la situación epidemiológica en el entorno de Rincón de Soto, Arnedo y Calahorra, donde la incidencia acumulada sigue disparada tomando como referencia los últimos 14 días. De hecho, sube en todas estas localidades respecto a los datos del pasado viernes y en Rincón de Soto se aproxima peligrosamente a los 3.000 casos por cada cien mil habitantes, triplicando la registrada en las zonas confinadas de la Comunidad de Madrid.
El optimismo llega en la incidencia ‘a corto plazo’, que sí decae en todas las comunidades riojanas y permite deducir que la situación comienza a controlarse.
Ahora bien, la esperanza no debe ocultar las señales de alarma y todavía hay una decena de municipios cuya incidencia acumulada en los últimos 14 días se sitúa por encima (por mucho, en la mayoría de ellos) de los 500 casos que el ministro Illa situó como referencia para aconsejar restricciones a la movilidad.
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