Crisis del Coronavirus

Comparecencia de Sara Alba: cronología de la pandemia en La Rioja

Más de 3.000 palabras para explicar la gestión de la Consejería de Salud ante la pandemia de COVID-19 en La Rioja. Sara Alba ha comparecido este jueves en el Parlamento para recordar todas las medidas adoptadas por su departamento desde la llegada del coronavirus a nuestras vidas. “No nos estamos quedando de brazos cruzados. Ni la consejería de Salud ni este Gobierno. Desde antes de detectar el primer caso y así lo haremos hasta que esta pandemia quede en el olvido”.

Discurso completo

Nos vemos nuevamente aquí. Y todas las veces que haga falta y ustedes necesiten que les ponga al tanto de cómo estamos haciendo frente al coronavirus en La Rioja.

Al igual que este Gobierno y esta Consejería están haciendo un trabajo intenso, exhaustivo e incansable para contener la pandemia, esta Consejera no se ha cansado de comparecer ante ustedes o ante los medios de comunicación para explicar todas y cada una de las medidas que hemos adoptado y solucionar todas sus dudas. Tal y como lo hemos hecho con las más de 120 preguntas sobre COVID que hemos respondido en este parlamento respecto a la gestión de la pandemia.

Ante ustedes, he comparecido el 11 de marzo, el 20 de marzo, el 25 de marzo, el 24 de abril y el 20 de mayo para hablar sobre la pandemia. Sólo en los últimos 10 días, he venido también 2 veces al Parlamento con mis compañeros en el Gobierno, ya que la lucha contra el COVID-19 supone una acción conjunta por parte de todo el Gobierno.

El pasado 7 de septiembre, vine con el consejero de Educación, Pedro Uruñuela, y este mismo martes, con la consejera de Agricultura, Eva Hita. En total, y así a vuelapluma, calculo que no estaremos muy lejos de las 40 horas de comparecencia parlamentarias explicando todo lo que Salud ha hecho para contener la Pandemia.

No voy a empezar sin darles algo de contexto. La Rioja, al igual que la inmensa mayoría del planeta, está haciendo frente a la emergencia sanitaria más grave de los últimos cien años. Es un importantísimo esfuerzo el que está realizando la Sociedad riojana, alrededor de la cual este Gobierno está tejiendo una sólida red protectora. Una red compuesta de iniciativas, medidas y actuaciones para minimizar el número de víctimas y las consecuencias sociales de esta enfermedad implacable y que se ceba especialmente en los colectivos más vulnerables.

La virulencia del coronavirus y su rápida propagación han requerido adoptar medidas contundentes, inmediatas y eficaces, con decisiones tomadas a medida que conocíamos más datos de la enfermedad.

Esta enfermedad nació en diciembre de 2019 en China y sólo tres meses después, el 2 de marzo, detectamos el primer caso en La Rioja. Su avance en todo el mundo fue tan rápido y fulminante, que 9 días más tarde, el 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud pasó a considerar que nos enfrentábamos a una situación pandémica. Y el 14 de marzo, como ya saben, se declaró el estado de alerta sanitaria en España.

Hace sólo unos meses, nada se sabía de esta enfermedad y, desde entonces, desgraciadamente todos nos hemos visto obligados a aprender con ella. Seguro que si hace unos meses le preguntan a cualquier riojano qué es una PCR o una mascarilla FFP2, muy pocos podrían haber contestado qué son o para qué sirve.

Todavía hay quien especula con el origen del COVID-19 o pone la enfermedad en duda. No voy a entrar a valoraciones al respecto, porque hay algo que no se puede poner en cuestión: sus consecuencias sanitarias y sociales. El coronavirus ha dinamitado el estado de bienestar en todo Occidente demostrando la fragilidad de esta Sociedad en la que vivíamos en las últimas décadas.

Tampoco se pueden poner en duda nuestros esfuerzos para contener esta enfermedad. Es muy fácil acertar los lunes la quiniela de los domingos, como bien ha dicho en alguna ocasión el Ministro de Sanidad, Salvador Illa. Y seguro que a mí también me lo han oído decir. De tantas videoconferencias que hemos compartido estos meses (más de 100), alguna expresión suya se nos ha pegado a los consejeros de Salud de toda España.

Estamos haciendo todo lo posible para contener la pandemia y en ocasiones, hasta cosas que considerábamos imposibles. Lo estamos haciendo TODO y TODOS en este Gobierno, porque atajar el coronavirus y sus consecuencias no es una tarea exclusivamente de Salud. Y lo estamos haciendo desde antes de marzo.

La contención de la pandemia es algo transversal a todas las administraciones, a todos los agentes sociales, a toda la población.

Juntos. Unidos. Respetando y siguiendo las medidas de prevención sanitaria que ya todos conocemos. Esta es la única manera en la que aprenderemos a convivir con el virus hasta que la anhelada vacuna, universal y segura, nos permita dejar atrás esta pandemia y sus consecuencias.

Mientras tanto, nuestra Estrategia para hacer frente al COVID-19 se basa en tres principios fundamentales: ANTICIPACIÓN, COLABORACIÓN Y COORDINACIÓN.

ANTICIPACIÓN: Ante esta pandemia tan voraz, hemos analizado y actuado al mismo tiempo con el único objetivo de anticiparnos a cualquier escenario que pudiera llegar a producirse. Así hemos conseguido desplegar complejos dispositivos en cuestión de horas. Y les voy a poner sólo dos ejemplos:

El primer ejemplo, de la primera fase de la pandemia. El viernes 3 de abril por la mañana, recibimos los primeros test serológicos, los denominados test rápidos, que nos envió el Ministerio de Sanidad. Ese mismo fin de semana, en sólo 11 horas, ya los estábamos utilizando en una campaña de cribado en residencias de personas mayores.
Y el segundo ejemplo, bastante más reciente. Con el inicio del curso escolar, en el mismo día en el que se ha detectaba el primer caso en un aula, hemos conseguido realizar las pruebas diagnósticas a todos sus compañeros que podían haber estado expuestos. En cuestión de horas, le habíamos identificado, citado, hecho las pruebas y dado a conocer los resultados.

En esta anticipación, los 3 factores claves han sido siempre:

1. El análisis pormenorizado por parte de los expertos de los indicadores epidemiológicos,
2. La realización de las pruebas diagnósticas,
3. Y el seguimiento y actuación alrededor de los protocolos y recomendaciones sanitarias.

Estos tres puntos se concretan en las diferentes medidas contra el COVID-19 que explicaremos en esta comparecencia. Volvamos a los otros dos principios de nuestra Estrategia.
Además de la ANTICIPACIÓN, la COLABORACIÓN.

Al COVID-19 no se le puede vencer sólo desde el Gobierno, no se le puede vencer sólo desde los hospitales; no se le puede vencer sólo desde los centros de salud. Es una enfermedad que está entre nosotros, en nuestras calles y en nuestros pueblos. Esta realidad requiere de un importante esfuerzo de todos los agentes implicados.

Desde el minuto 1 de esta pandemia, Salud ha sido consciente de ello y ha establecido un diálogo constante con:

– El Ministerio de Sanidad, otras CCAA, la Delegación de Gobierno y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad porque esta crisis no conoce de fronteras ni ideologías.
– Con todos los integrantes de este Gobierno, con todas las consejerías y a todos los niveles, porque la transversalidad de esta crisis va más allá de lo sanitario y requiere actuaciones conjuntas.
– Con todos los agentes sociales. Sindicatos y representantes de los trabajadores, asociaciones y colegios profesionales, ayuntamientos… Tanto a través de los dos Consejos Riojanos de Salud monográficos que hemos celebrado, como de reuniones y encuentros privados, presenciales y telemáticos, donde les hemos hecho partícipes de la situación precisa y de cómo atajar esta importante crisis de Salud Pública.

En esta fase actual en la que estamos, en la primera etapa de la pandemia que vivimos en marzo y en los meses que están por venir, la COLABORACIÓN e implicación de todos es imprescindible.

Y, por supuesto, hemos colaborado con todas estas instituciones con COORDINACIÓN, el tercer pilar de nuestra estrategia. De nada sirve hablar, si no sincronizas los movimientos en perfecta armonía para alcanzar un objetivo común. Y en este caso, el objetivo era y es claro: superar la pandemia, y para conseguirlo estamos desplegando todos los recursos técnicos, humanos y económicos a nuestra disposición.

Permítanme ejemplificar esta colaboración y coordinación, dos conceptos que siempre deben ir de la mano, con otro ejemplo: el entendimiento, la complicidad y la efectividad con la que Atención Primaria y Atención Especializada están abordando la pandemia.

Y una vez que hemos hablado de la estrategia. ¿Cómo la hemos llevado a la práctica? ¿Cuáles han sido las principales tácticas alrededor de las cuales giran todas nuestras actuaciones y medidas?

Es bien sencillo:

Con un enfoque multidisciplinar de detección precoz. Porque sólo identificando los casos a tiempo es posible cortar la cadena de transmisión.

Ante una enfermedad de transmisión tan silenciosa como el coronavirus, donde contagian sintomáticos y asintomáticos, nuestra prioridad siempre ha sido detectar todos los casos de COVID-19 cuantos antes para cortar la cadena de transmisión. Esto ha llevado a La Rioja a realizar 83.469 PCR, con una tasa por mil habitantes de 265,41 frente a una media nacional que se sitúa en 162,93 pruebas por millar.

También hemos desplegado dispositivos específicos, como la Campaña de Cribado Perimetral que realizamos en Alfaro o los 7 Centros de Diagnóstico Móviles, 2 de ellos fijos en Logroño y Calahorra, que nos permiten tener una ágil cobertura diagnóstica de PCR en toda La Rioja.
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La máxima protección a los colectivos más vulnerables. Entre ellos, las personas mayores, que son los que más duramente sufren las consecuencias del COVID-19, y el personal sanitario, por su exposición a la enfermedad.

Como ya les adelantó la presidenta Andreu, hemos realizado tres campañas de cribado masivos a todos los residentes de los 32 centros para personas mayores de la Rioja. Una en abril, otra en junio y, la última, ahora a principios de septiembre. Y estamos realizando un cribado extraordinario entre el personal sociosanitario para complementar el esfuerzo que se está haciendo desde los centros.

Y también se han realizado campañas de cribado entre profesionales del Sistema Público de Salud. Tres también exactamente. La primera comenzó el pasado 17 de abril, la segunda se hizo a finales de mayo y la tercera concluirá en los próximos días.

La innovación. Porque sólo poniendo en marcha iniciativas innovadoras podemos afrontar toda la incertidumbre que rodea a esta nueva enfermedad.

Les podría hablar, uno por uno, de la treintena de estudios y proyectos de investigación sobre el coronavirus, con iniciativas promovidas por el CIBIR y el Hospital San Pedro, o en colaboración con otros centros hospitalarios o de investigación. También podría decirles del medio millón de mensajes SMS que hemos enviado en campañas masivas y segmentadas para la autoevaluación.

Seguro que muchos de ustedes los han recibido… Y espero que los hayan contestado.

Pero si hay un hito en materia de innovación en Salud, ese ha sido el desarrollo del ControlCovid, una ambiciosa solución basada en tecnologías Big Data que ha facilitado el seguimiento de los casos confirmados de COVID-19 y sus contactos estrechos. Es una herramienta para la gestión integral de la pandemia que nos está permitiendo anticiparnos a cualquier escenario.

Habiendo repasado la estrategia y la táctica para hacer frente al coronavirus, repasaremos las diferentes de actuaciones, medidas e iniciativas distintas puestas en marcha de Salud para contener el coronavirus en estos seis meses.

No les pretendo abrumar con todas las fechas ni repasándolas una por una. Llevamos 6 meses de pandemia y el trabajo ha sido tan contundente como intenso y exhaustivo.

Comenzaré diciéndoles que, para nosotros, la pandemia comenzó a finales de enero, cinco semanas antes de la detección del primer caso en la Rioja.

El 25 de enero comenzó la formación sobre COVID-19 al personal sanitario. Por aquel entonces, y a medida que se desencadenaban los acontecimientos en China y los expertos comenzaban a levantar la voz de alerta a nivel internacional, reenfocamos nuestro Plan de Contingencia Hospitalaria. Lo habíamos presentado unas semanas antes, a principios de enero, pero necesitábamos adaptarlo las nuevas necesidades asistenciales que requería esta enfermedad.

Teníamos que ser capaces de readaptar y reestructurar el Hospital San Pedro para que se atendiera correctamente a los enfermos de COVID-19, se tuviera la máxima capacidad posible de UCI y, además, se pudiera seguir atendiendo a los pacientes de otras dolencias. Así lo hicimos.

De esta forma se estableció un plan de ampliación ordenada, escalonada según las necesidades y controlada. Contemplaba la posibilidad de disponer de más de 300 camas destinadas a pacientes con COVID-19 en el Hospital San Pedro de Logroño.

En la Unidad de Cuidados Intensivos, se llegó a pasar de 17 a 29 camas, de 29 a 45 y de 45 a 54 camas como tope máximo de ocupación en la UCI, readaptando zonas de reanimación y quirófanos (además de 10 camas para enfermos con otras patologías no COVID).

Siempre según la flexibilidad que necesitábamos. Una muestra de ello es que desde hace sólo unas horas, y para hacer frente a la presión asistencial que tenemos, se han vuelto a habilitar como UCI los controles de Reanimación y Cirugía Mayor Ambulatoria del Hospital San Pedro. Así incorporamos unas 20 camas UCI más a nuestra capacidad de Críticos hasta las 52 camas. Eso hoy.

Pero, en marzo, la pandemia de COVID-19 puso en evidencia la necesidad de ampliar las camas de la Unidad de Cuidados Intensivos de manera permanente en La Rioja. Teníamos una media de 5,1 camas UCI por cada 100.000 habitantes mientras que en el resto de España era de 9,7.

Solucionamos esta carencia en plena pandemia, y el 18 de mayo entró en funcionamiento el Área Polivalentes de Críticos. Duplicamos la capacidad del Sistema Público de Salud de La Rioja para atender a los pacientes críticos, alcanzando una disponibilidad de 32 camas respecto a las 17 que contemplaba inicialmente el Hospital San Pedro desde su puesta en marcha en 2007.

El 26 de febrero, la Consejería de Salud puso a disposición de todos los ciudadanos el teléfono de Salud Responde 941 29 83 33 para atender solicitudes de información y actuación sobre COVID-19. Este teléfono se convirtió en el primer contacto con posibles infectados para su derivación a Urgencias o Atención Primaria, según los síntomas descritos.
En su primera etapa hasta el 21 de junio, con la entrada en la denominada Nueva Normalidad, se atendieron 22.326 llamadas, llegando a alcanzar 873 comunicaciones el día 18 de marzo.

Ahora, por cierto, ante la actual situación epidemiológica, lo hemos reforzado recientemente, pero ya se lo detallaré cuando avancemos cronológicamente, que por aquel entonces, el 26 de febrero, todavía ni habíamos detectado el primer caso de COVID-19 en La Rioja.

De cómo se cerraron las aulas el 10 de marzo, antes que en muchas otras CCAA, y de la declaración del Estado de Alerta sanitaria en todo el país pocos días, poco les voy a comentar que no hayamos dicho ya en este Parlamento.

Desde entonces y hasta el 21 junio, día que entramos en esta nueva realidad que nos ha dejado el coronavirus, las medidas que adoptamos, no sólo fueron muchas. Eran también las que teníamos que adoptar en cada momento, según evolucionaba la pandemia. Eran decisiones que tomamos al instante, a medida que conocíamos más sobre esta dura enfermedad.

Recordarán que blindamos los centros sociosanitarios, que pusimos en marcha un Centro Intermedio de Convalecencia en el CRMF de Lardero. También pusimos en marcha servicios de atención psicológica, establecimos accesos diferenciados en Urgencias, activamos servicios de alojamiento para el personal sanitario…

Ya en abril, lanzamos el servicio de autoevaluación online coronavirus.riojasalud.es y se creó un asistente virtual, elaboramos protocolos de acompañamiento, se realizaron test masivos en residencias de mayores y a los profesionales sanitarios (como ya les he comentado antes), se creó un Mando Único Sociosanitario, se acreditó al CIBIR para la realización de PCR, y se fomentó la investigación relacionada con el COVID-19…

Aunque la presión asistencial se redujo notablemente en mayo, Salud siguió trabajando con la misma intensidad que en los dos meses anteriores, consciente de que el coronavirus no se había superado. Elaborando los documentos de cambios de fase, realizamos el repliegue asistencial del Hospital San Pedro, lanzamos el sistema tecnológico ControlCovid para el seguimiento de las cadenas de transmisión… También organizamos el equipo de rastreadores que actualmente cuenta con 110 efectivos y está realizando un excelente trabajo para contener la pandemia…

Y por si alguien no se acuerda, firmamos un histórico Acuerdo con Atención Primaria, un acuerdo alcanzado por unanimidad y que supone un primer paso para que Primaria se modernice y consolide como eje vertebrador del Sistema Público.

Con la llegada de junio, y aunque ese mismo mes dimos de alta al último paciente ingresado por coronavirus, seguimos sin bajar la guardia. Habilitamos un servicio multidisciplinar de alta resolución para identificar posibles secuelas en los pacientes graves de COVID-19. Reforzamos las medidas de acceso y seguridad en los centros sanitarios y nos preparamos con la adquisición de materiales de laboratorio, equipos de protección individual y recursos sanitarios…

Verano tampoco ha sido una época de descanso precisamente para esta Consejería. Pusimos en marcha las renovadas Urgencias de Calahorra, con un doble circuito asistencial, imprescindible en estos tiempos de COVID-19 y decretamos el uso obligatorio de la mascarilla.

Estos meses también hemos trabajado codo con codo con otras consejerías para anticiparnos de cara a los meses que se avecinaban. Por ejemplo, con Educación de cara a la vuelta a las aulas o con Agricultura, para las campañas agrarias. No creo que sea necesario insistir en estos dos temas, teniendo en cuenta que las recientes comparecencias parlamentarias con los consejeros Uruñuela e Hita ya les permitieron a ustedes, señorías, conocer al máximo detalle estas actuaciones.

Y de agosto y de esta primera quincena de septiembre, qué les voy a contar que no hayamos dicho ya. Puede que parte de la población o de ustedes, señorías, se haya relajado en los meses estivales, pero Salud no. Ni mucho menos.

Hemos aprobado distintas medidas y recomendaciones, tanto genéricas como específicas, para contener la evolución negativa de la pandemia en las últimas semanas. Las últimas, ayer mismo, como la limitación de 6 personas en las reuniones sociales o la prohibición de vender alcohol a partir de las 10 de la noche, entre otras.

También hemos reactivado en las últimas semanas el Plan de Contingencia Hospitalaria ante el incremento de la presión asistencial, reforzado la Unidad COVID y el servicio de atención telefónica de Salud Responde e intensificado la realización de pruebas PCR y las acciones coordinadas con los ayuntamientos.

Además, hemos desplegado dispositivos de aislamiento en tiempo récord y en Alfaro pusimos en marcha la mayor Campaña de Cribado Perimetral realizada en La Rioja, en la que realizamos prácticamente 5.000 pruebas en tres días. Hemos reorganizado el servicio de Urgencias del Hospital San Pedro y puesto en marcha las Urgencias Pediátricas…

Como verán no nos estamos quedando de brazos cruzados ante el coronavirus.

Ni la consejería de Salud ni este Gobierno. Desde antes de detectar el primer caso, y así lo haremos hasta que esta pandemia quede en el olvido.

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