Deportes

Y el público volvió al deporte riojano seis meses después

El de este miércoles no ha sido un día cualquiera para el deporte riojano. Seis meses después del parón total por la irrupción del coronavirus, el BM Logroño-Nava con el que el conjunto franjivino se estrena en Asobal ha servido para que los aficionados vuelvan a poblar las gradas de un recinto deportivo de la comunidad.

Las puertas del Palacio se han abierto para un máximo de 500 espectadores que han estrenado la ‘nueva normalidad’. En los accesos, primera novedad: todos los aficionados se han sometido a un control de temperatura corporal, con el límite en 37,5 grados centígrados y han tenido que traer mascarilla desde casa, cubriéndose la cara y la nariz.

Seguro que ya estás acostumbrado al dichoso gel hidroalcohólico para desinfectar tus manos. Pues bien, en el Palacio los asistentes han tenido dispensadores de sobra. Otra novedad han sido las alfombras para la desinfección del calzado. Por supuesto, se ha mantenido la distancia social mínima de 1,5 metros. Por cada asiento ocupado, se han vaciado dos.

Los abonados solamente han podido aceder al área de tribuna y preferencia. La preferencia alta se ha abierto, mientras que la baja ha quedado inutilizada.

Una vez dentro del pabellón, formalidad máxima entre los espectadores, que han permanecido sentados y animando con mascarillas. Lógicamente, ambiente mucho más frío del habitual, pero toca priorizar la salud frente la espectáculo. Otra cosilla, muy dolorosa en un país como España: prohibido comer y beber dentro del Palacio, con los bares cerrados.

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