Era cuestión de tiempo. Las autoridades sanitarias no habían descartado la medida en los últimos días y, finalmente, ha ocurrido este lunes. El Gobierno de La Rioja ha decretado el confinamiento de Alfaro para intentar frenar la expansión del COVID-19. A primera hora del día se han comunicado 959 casos activos del virus en La Rioja, 264 de ellos concentrados en este municipio riojabajeño.
Más de 5.000 personas se encuentran cuarentenadas este lunes en la comunidad para cortar la cadena de transmisión del coronavirus, pero el Ejecutivo presidido por Concha Andreu ha decidido ir un paso más allá. Lo habían avisado. No les iba a temblar el pulso en adoptar acciones más drásticas en caso de que la situación continuara complicándose. La primera fue retrasar el inicio del curso escolar en Alfaro hasta el 14 de septiembre, ya que este martes (8 de septiembre) se celebra la festividad local de la Virgen del Burgo y la vuelta al cole estaba prevista para el día 9.
No ha sido suficiente. La celebración de las ‘no fiestas’ y la relajación generalizada de la población durante semanas ha sido un caldo de cultivo demasiado potente. El Servicio Riojano de Salud (Seris) desplegó un operativo especial a finales de agosto en Alfaro: Campaña de Cribado Perimetral para realizar cerca de 5.000 test PCR a casi todos los habitantes del municipio (9.460 según el Instituto Nacional de Estadística en 2018).
La medida entrará en vigor esta medianoche, tras la celebración de un Consejo de Gobierno extraordinario que ha tenido lugar este lunes. El Ejecutivo dará los detalles a lo largo de la tarde.
